DOCE

Narra Jessy

Me quedé sorprendido cuando Melissa me dijo que esa chica estuvo en una escuela militar, quien sabe que habrá aprendido en ese lugar, aunque eso le ayudó, seguro le dio forma a su cuerpo, aunque lo dejo en mi imaginación pues jamás he tenido la oportunidad de verla, es verdad que ocupa ropa, pero no tan ajustada, ni siquiera el uniforme es ajustado y en las fotos que sube no se aprecia su figura porque se toma las fotos de frente.

Si lo medito bien, sus hombros me demuestran su entrenamiento y es verdad que no he puesto atención a sus brazos, hay muchas cosas que no sé de ella, oculta su vida, esa chica debe ser una caja de sorpresas, más a mi favor porque el juego se pone interesante.

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Ya era lunes, un maldito lunes, me alisté y salí de casa, esta vez a papá le daba tiempo llevarme así que lo hizo, mis padres tienen confianza en mí, pues no los he defraudado, es verdad que entro a veces tarde a clases, pero no me las salto, soy un alumno aplicado y esto porque puedo recibir una beca, una beca que me ha permitido comprar casi todo lo que tengo en mi cuarto.

Me encanta vestirme bien, mi uniforme planchado, mis zapatos limpios y brillosos, los botones todos abrochados, me gusta portar correctamente el uniforme y también llevar un reloj porque administro bien tiempo. Mi apariencia te dice que soy una buena persona, un buen chico, no obstante, todos ocultamos cosas.

Todos tienen un buen concepto de mí a excepción de la chica que me gusta, ni siquiera sé cómo terminé fijándome en ella, no se parece en nada a mi exnovia, ni a otra chica que me haya interesado, presiento que eso es, me atrae lo diferente que es, aunque siempre me ha gustado pervertir la inocencia de las chicas, sin embargo, sé que con ella no será así, tal vez hasta termine peor con ella.

Recuerdo que todo comenzó en la secundaria, tuve sexo oral con una chica mayor, todo por una apuesta, después de eso comencé a experimentar yo solo, pasaron casi dos años y me volví a encontrar con esa chica, al parecer había dejado la escuela y estaba completamente cambiada (había desarrollado más), entonces con ella perdí la virginidad, luego supe que ya tenía 20 años.

A ella le encantaba meterse con menores, le encantaba lo tímidos que podían ser, para ella eso era excitante. La veía frecuentemente por casi un año luego me alejé y después supe que se había ido de la ciudad.

A partir de ahí tengo una vida sexual activa y no me arrepiento de lo que he vivido, jamás me he enamorado porque nadie es suficiente para mí, todos tenemos necesidades y yo busco satisfacerlas.

Otra gran influencia en mi vida son mis primos, pues son mayores que yo y gracias a ellos descubrí muchas cosas de mí, como hombre veo que perdemos la cabeza fácilmente por mujeres, sin embargo, de ellos aprendí que hay que estar sobrios de todo, que debe haber un balance en todo.

Hay que ser inteligentes, si quieres triunfar debes estar un paso más adelante que todos, siempre muestra la imagen que quieres que tengan de ti, jamás bajes la guardia por el alcohol, deja de lado los vicios porque no te permiten disfrutar la vida, nadie te debe persuadir, no te bases en las opiniones de otros, busca descubrir la verdad por tu cuenta, siempre debes ser impredecible para que nadie pueda intuir tus movimientos y lo más importante es que nadie debe saber quién realmente eres, así nadie podrá descifrar tu vida.

Se supone que todos deben estar de acuerdo con la buena imagen que doy, aunque he comenzado a descubrir excepciones, de ese lado esta ella y eso me pone ansioso porque debe tener una idea clara de mí por lo cual no sé cómo lo hizo, es transparente su desconfianza y molestia por mí.

¿Será que todo ese odio lo pueda ocupar en la cama?, mis gustos sí que han cambiado, aunque ¿me domara ella o seré yo?, ¿ya habrá estado con mujeres?, ¿seré el primero?, esas preguntas constantemente rondan en mi cabeza, pero ya debo dejar de pensar en ella.

Me despido de mi padre y bajo del auto porque ya llegué a mi destino.

Ahí está esa chica que deseo, la veo y camina muy rígida, esa rigidez la ayuda a verse imponente eso sin contar su mirada, hoy va de falda, sin embargo, no se ve cómoda con ella, sus brazos sí tienen musculatura, pero no exagerada, y noté algo que no había visto, la chica tiene un tatuaje en su brazo, no es muy visible, es una palabra, pero no logro ver que dice, entonces debe ser mayor de edad, yo todavía tengo diecisiete, ¡ahora ya hasta me gustan mayores!, dejé de mirarla porque su amiga la “niña” que se llama Melissa me observó y sonrió, tuve que corresponderle.

No sé, no creo llegar al lado de Lila por su actitud, sin embargo, sí puedo llegar al lado de su amiga, aunque no la quiero ilusionar, no tengo ganas de ser un desgraciado, mi reputación está bien cuidada, aunque si me hago su amigo tal vez funcione, tal vez y ahora sí, se acerca Lila.

En el receso me dediqué a buscar a su amiga, había decidido ser su “amigo”, a decir verdad, fue más fácil de lo que pensé, quería hablar con ella a solas y ya tenía un plan.

Jamás lo ocupe porque esa chica se encargó de mentirle a sus amigas, no les digo, lo fácil aburre, bueno es mejor así, para que perder mi tiempo.

Solo tengo cinco minutos, para ¿qué querías verme?, dijo con una voz dulce, la neta no le sale y no me agrada, pero ese no es mi problema.

Tranquila, creí que te quedarías más tiempo.

No, no puedo, si Lila se entera me mata. Se nota lo nerviosa que esta, no obstante, ¿por qué mete a Lila?

¿Qué pasa con ella?, dije tranquilo, aunque ya quiero saber todo.

Lila no quiere que… no terminó de hablar porque se quedó callada y sorprendida, luego sonrió como una

niña tierna, bueno, acepto que esa sonrisa sí le sale. Ella está mirando a alguien que se ubica detrás de mí, apostaría que es Lila y voltee.

Bingo, es esa linda chica que quiero para mí, le sonreí, aunque ella me ignoró, solo mira a su amiga, supongo que la niña quería correr por el miedo.

Escucha Lila, no es lo que piensas.

Estaba tan metido en mis pensamientos que no analizaba las palabras de la chica miedosa, hasta que dijo “no es lo que piensas”, ¿Qué piensa ella de nosotros?

Tranquila, ve con ella, no pasa nada, le dije a la niña para que se fuera con su amiga, mejor por mí si supone que quiero conquistar a su amiga.

Ella levantó el rostro, se nota la ira que trae, Melissa la tomó de los brazos y la alejó de mí, se la llevó y solamente sonreí, ella tiene las manos hechas puños, tal vez sí me hubiera pegado de no haber intercedido la niña.

Se ve hermosa como siempre, pero por qué se enojó, ¿será que está celosa?, no lo creo, debe ser otra cosa.

Me fui a mi salón porque estamos en receso, al llegar pude sentir un poco de paz, porque en este momento hay pocos alumnos, me coloqué mis audífonos, esas canciones que suenan profundas me transportan a un lugar donde puedo estar cómodo.

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