Capítulo 15

Damon

Maldita chiquilla, se veía tan dulce y angelical, desde que apareció en la boda vestida de negro no ha parado de desafiarme. ¿Quien se cree que es?

Cuando salió de la habitación no sabía dónde buscarla. Me daba miedo que algo le sucediera y los ineptos que nos acompañan no la vieron salir, increíble.

Llegó con un montón de bolsas de ropa y yo tan idiota voy y le pregunto dónde estaba. Cuando dijo que buscando amante me dio ganas de arrancarle la ropa y hacerla mía para que cada vez que alguien se le acerque solo piense en mí. Me controlé, porque era estúpido si la vi llegar con ropa es porque fue de compras.

Me quedé sin palabras cuando dijo que necesitaba ropa. Vino con una maleta que no es pequeña y ¿Necesita más? Pero rápidamente entendí las razones. Su madre compró ropa y empacó por ella y todo es para una noche de pasión, no hay nada para cada día.

Se supone que en una luna de miel la pareja hace el amor innumerables veces; nosotros discutimos solamente, no hay nada de cariño y mucho menos amor.

Salí furioso de la habitación, pensaba quizás verla con alguna prenda que me muestre que esconde debajo de su ropa pero me dijo que si me gustaban esas prendas las use yo.

No volví en horas, busqué alguien con quién descargar mí frustración y saciar mis deseos. Al salir de aquella mujer solo pensaba como sería estar con mí esposa, como sería su cuerpo, todo.

Llegué a la habitación y la vi. Durmiendo en un costado de la cama con un pijama horrendo y ridículo, más en esta época que hace tanto calor. Es increíble a dónde es capaz de llegar por no tenerme cerca y por temer que la haga mía a la fuerza.

Me acosté a su lado e intenté ver algo de piel pero ese pijama es súper cerrado, parece que se metió en una bolsa y la cerró. No quiero pensar en las otras prendas que compró.

Cuando me levanté ella ya se había duchado y vestido con algo que le quedaba peor que el ridículo pijama

No comprendo por qué no usa algo de su talla si siempre la vi hermosa. Pasó el día y llevo la noche, tenía fe en mí plan. Se colocó el ridículo pijama y se sentó a mirar su móvil.

Me decidí a estar con ella, se que siempre la cuidaron tanto que no ha tenido salidas y es más que obvio que jamás se ha emborrachado. Así que pedí una botella de champagne dulce para que lo tome sin darse cuenta de la graduación alcohólica que tiene.

-*Ven, vamos a tomar una copa juntos

-No gracias

-¿Me dirás que jamás has bebido?.Me he casado con una niña*- la molesté para que se tome la copa y no tardó en venir y mirar la botella con desconfianza.

Cuando la tomó intenté acercarme pero un fuerte dolor se estómago me lo impidió, debí correr al baño con una fuerte diarrea, nunca me había sentido peor. Estuve más de una hora sin poder salir del baño porque cuando creía que se me había pasado volvía nuevamente a tener dolores.