DESTINO INCIERTO

1- EN LA FIESTA

Esta obra se inspira en hechos y personas reales, pero se ha ficcionalizado con fines creativos.

Se han cambiado nombres, personajes y detalles para proteger la intimidad y mejorar la narración.

Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, o con hechos reales es pura coincidencia y no es intención del autor.

El autor y el editor no garantizan la exactitud de los acontecimientos ni la representación de los personajes, y no se hacen responsables de ninguna interpretación errónea.

Esta historia se proporciona "tal cual", y las opiniones expresadas son las de los personajes y no reflejan los puntos de vista del autor ni del editor.

...Cap .1- En la fiesta....

Mia era una chica de primero de secundaria, soñadora como todas las chicas de esa edad, ella soñaba con su príncipe azul.

Una tarde después de la escuela se encontró con Cindy la hija de unos amigos de sus padres.

Cindy le dijo que su hermano Enrique tendría una fiesta para celebrar su cumpleaños y la invito.

Ella no creyó que la dejarán ir, pues sus padres eran muy estrictos con ella, pues era la única hija mujer de tres hermanos, Darío mayor que ella y Andrés el mas chico.

Sin embargo, Enrique y Cindy eran hijos de unos viejos amigos de sus padres y para su sorpresa, si le dieron el permiso.

Mía fue muy contenta a decirle a Cindy que si le habían dado permiso para asistir al festejo.

Pero no sabía como ir vestida ya sue era su primer fiesta entre jovenes, Cindy le dijo que se vistiera casual, pantalon y blusa, pero que se pusiera muy bonita ya que vendrían algunos amigos de su hermano.

Ella asintió con la cabeza y se retiró a su casa para arreglarse ua que había un amigo en especial que era muy guapo y ella siempre lo miraba cuando coincidian en casa de Cindy.

Después de unas horas salió de su casa y se dirigió a la casa de Cindy donde sería la fiesta.

Al llegar vio que había muchas chicas y chicos, todos mayores que ellas, pues Enrique era algunos años mayor.

Ella solo quería asistir a una fiesta sola y que no fuera familiar, ya que jamás la dejaban ir a ese tipo de fiestas y conocer a otras personas.

Mía y Cindy comieron de todos los bocadillos y pasteles que había preparado Ana para el festejo de su hijo.

A ellas no les interesaba de lo que platicaran los chicos grandes, ya que por lo regular no entendian casi nada.

En realidad Cindy la invito solo para no estar sola entre chicos y chicas que no conocía.

Después de un rato llego Julio, el mejor amigo de Enrique, era un chico guapo, vestía un pantalón casual negro y una camisa blanca.

El tenia el cabello negro, ojos cafe, pestañas largas y bien definidas, los labios gruesos y apetitosos, una sonrisa preciosa.

Mía y Cindy quedaron embobadas ante la presencia de aquel chico ya que en la escuela, casi todos sus compañeros eran iguales o asi los miraban ellas, no podían dejar de admirarlo.

Después llego Cecy la vecina de la casa de enfrente de Cindy y se la presentó.

_Hola, me llamo Cecy.

_Yo soy Mía, mucho gusto.

Al ver que por fin llegó Julio, Enrique lo estiró del brazo y le dijo.

_Te estábamos esperando ¿Porque tardaste tanto?

_Ya sabes desde que mi papá se enfermo, mi mamá es más exagerada con los permisos.

_Lo bueno es que ya estas aquí, vente vamos al patio con los demás.

Juntos salieron al patio para comenzar a convivir, después de un rato decidieron hacer juegos ente ellos.

Después de varios juegos quisieron jugar uno donde se ponían los hombres frente de las mujeres y giraban una botella.

Antes de girar se decía el castigo, pero faltaban dos mujeres, a Ceci se le ocurrió invitar a las dos chiquillas que habían estado escondidas viéndolos jugar durante la fiesta.

_No, claro que no.

Dijo Enrique.

_Ellas son muy pequeñas para estos juegos y ustedes suelen ser muy molestos y cargados con los castigos.

_Anda solo seran besos y bofetadas, es más las colocamos en las orillas para que no les toque nada solo para completarnos y hacerlo mas divertido.

_Esta bien, pero hay de ustedes si se pasancon ellas.

Dijo el, no muy convencido, ntonces Ceci fue por Cindy y Mía, les medio explicó de que se trataba el juejo y luego las acomodó. Comenzó el juego.

A Cindy le tocó dar una bofetada a un primo suyo, pero a Mía no le tocaba nada, de igual manera ella estaba muy contenta, pues no solo estaba jugando con chicos mas grandes y guapos, dino que tambien estaba sentada casi frente al chico guapo y no paraba de mirarlo.