Desiciones

Alexander

Finalizando ya mi día en la empresa, estaba sentado mirando a través del ventanal la vista de la cuidad desde lo alto, con mis pensamientos en las próximas desiciones que debería tomar con respecto a mi vida, no me gustaba salirme de lo planeado, pero justo en este momento no tenía un plan, y eso me daba ansiedad, solo que lo que supuestamente tenía planeado ya no me resultaba agradable...

No quería apresurar una decisión con respecto a Stefany, ya que quizás todo lo que venía sucediendo era la adrenalina de lo nuevo, perder la seguridad de una relación por apostar a alguien que realmente no conozco ni me conoce, era dar un salto de fé, y no estaba seguro si era el momento o si estaba dispuesto a darlo.

Por otro lado, Anna, tenía todo lo que me atraía, una mirada dulce, un rostro hermoso, su aroma a jazmín, su personalidad era un misterio que me invitaba a descubrir, su forma de hablar tranquila y relajada, sus mejillas sonrojadas, su cuerpo... perfecto, ella entera y completamente perfecta a mis ojos...

Despertaba instintos en mi que no conocía... quería protegerla, no sabía de qué, pero necesitaba hacerlo, a la vez se mostraba tan resuelta, una mujer fuerte que lo que menos necesitaba de un hombre era su protección. La atracción que sentía hacia ella era como el imán hacia el metal, fuerte y segura ... en fin estaba jodido; nunca mejor dicho entre la espada y la pared.

Afloje el nudo de mi corbata, recogí mi teléfono y las llaves del automóvil, salí hacia el ascensor que me llevaba directo a la cochera, once pisos más abajo.

Luego de subir a mi automóvil, me dirigía a la casa de Stefany, iríamos a cenar, aunque no me entusiasmaba, los planes estaban hechos desde el día domingo, si bien no nos vimos, solo hablamos un rato en la tarde y quedamos en vernos.

Ya estacionado en la puerta de su edificio, le envié un mensaje para que bajara, no tenía ganas de bajar a recogerla, algo que no era habitual en mi.

Con la vista perdida en la calle, solo mirando la gente pasar, solo escuché un suave golpe en la ventana del acompañante, gire y ví a Stefany, no muy feliz; rápidamente quite el seguro de las puertas, subió algo molesta y confundida.

- Alexander Sahin!! que pasa contigo??!! te he enviado mensajes por la tarde que no respondiste y ahora llegas y ni siquiera bajas a recoger a tu prometida?? - dijo con una voz más chillona de lo habitual o por primera vez, prestaba atención a este detalle, pero lo que más me asombro fue la palabra " Prometida".

Abrí los ojos como platos, pero solo tome aire , y me relajé, debería esperar un poco para aclarar ese tema.

- Bebé, disculpa, este fue un día de locos, estoy realmente agotado y mi mente no funciona bien, prometo ser más cuidadoso lo próxima vez- dije poniéndome en marcha hacia mi departamento.

- Te lo perdono esta vez, Pero que no se repita, no es manera de tratarme!! a dónde iremos a cenar? Dijo mientras acomodada su cabello hacia un costado.

la observe de costado y note como miraba su reflejo en el espejo del automóvil, y por algún motivo desconocido para mí, me causó molestia.

- Iremos a cenar a mi casa, prepararé algo para los dos, y así estaremos más tranquilos, pensé que sería más agradable y más íntimo- dije con mi vista al frente, sin ánimos de voltear a verla, ya no entendía que pasaba conmigo.

- Jamás te he visto cocinar, sabes que tengo un paladar delicado; porque esto de repente?

- Stef, solo dame un respiro si? si te parece ordenamos que traigan Sushi, si no confías en mí... pero realmente necesito un poco de tranquilidad- y ahí está mi cabeza queriendo empezar a doler, y yo tratando de pasar los más apacible el momento.

- Sushi será..- dijo bastante inconforme.

Llegamos, le abrí la puerta para ayudarla a bajar e ingresamos al edificio tomados de la mano en silencio, saludé a mi portero, cosa que ella ni se molestó en hacer , y subimos al ascensor, mi departamento estaba en el piso 8, por lo que seguimos en silencio hasta llegar a destino.

Al abrir la puerta, ahí está el, mi fiel amigo, sentado con la mirada firme y al frente esperado para recibirme.

Chase

- Hola amigo!!! - dije mientras sacaba su cabeza y apoya na sus patas delantera encima de mi abdomen

- Como te has portado chico? me extrañaste?! seguí juntado con el y acariciándolo.

Stefany paso por nuestro lado, dirigiendose a uno de los sillones de la sala, dejándose caer en el.

- Tal parece te da más gusto de verlo a el que a mi- dijo resoplando.

Decidí dejar pasar por alto el comentario, realmente no estaba de humor para empezar una discusión.

- Stef, voy a cambiarme la ropa, porque no ordenas la comida mientras tanto, vuelvo en un minuto, dije dándole un beso en la comisura de los labios.

- Como digas, solo no tardes, a tu amigo no le agrado mucho- dijo señalando a Chase con su índice.

Me fui a mi habitación busque la ropa en el armario me di una ducha rápida, aunque más no fuera me relajaría un poco, con mis ojos cerrados bajo el agua, lo único que venía a mi mente eran los ojos de Anna, y aquel beso increíble.

Termine de cambiarme , fui directo a la cocina dónde ella me esperaba sentada en el banco del desayunador mientras revisaba su teléfono, saque un vino serví dos copas y me senté en frente de ella, que comenzaba a contarme su día de compras con su madre, spa y visitar a sus amigas, lo último que escuche o que preste atención ves que quería cambiar su automóvil y mi mente viajo a Anna otra vez... me preguntaba que estaría haciendo mientras trataba de parecer interesado en el relato de Stefany.

El portero llamo informando que nuestra comida había llegado, me levanté ignorando a Stef y fui a la puerta a recibirla.

Coloque los platos y la comida en la mesa, deje la botella de vino, imaginando que me haría más leve el momento, pero la pregunta de Stefany me hizo volver a la realidad.

-Entonces que piensas!?- me miro cruzando sus brazos sobre su regazo.

Estaba perdido... no sabia cuánto tiempo había pasado ni mucho menos de que seguía hablando, tenía que contestar rápido y algo creíble, así que improvise.

-Stef tienes que hacer lo que más quieras, no deberías pedir opinión- dije rogando a todos los santos, santas y vírgenes del cielo que no se diera cuenta.

-Pero bebé es que me gusta el Mercedes, pero pienso que puede que me quedé vulgar, ya cualquiera que cree tener un poco de dinero va por el- me miraba y hacia cara de niña inocente; genial dije para mis adentros, seguimos con el tema del automóvil, puedo con eso....

-Si a ti te gusta, está bien que importa que piense el resto, no se te vería vulgar, nunca.

-Solo dices para conformarme- dijo empezando a comer

- Stefany, has pensado que la vida va más allá de lo que la gente ve sobre nosotros? - pregunté con curiosidad, necesitaba saber su respuesta, porque significaba que más allá de su propia frivolidad, también hablaba de la mía, o de lo que yo no notaba.

- Bebé, nuestro mundo depende de lo que ven los demás, matarían por ser como nosotros, por tener lo que tenemos nos admiran o nos envidian, como sea, viven a través de nosotros- dijo encogiendo sus hombros con gran naturalidad.

- No puedo creerlo, todo este tiempo solo somos una imagen para el resto? eso hemos construido? - Dije algo molesto.

- Alex por favorrrr, no te hagas el ingenuo ahora, siempre ha sido así, si bien la fortuna de mi padre no se compara con la de tu familia, la unión de ambos nos hará aún más poderosos, además estamos hechos el uno para el otro, eres apuesto, yo soy bella... todo el que nos ve quisiera estar en nuestro lugar, somos perfecto el uno para el otro- explico con toda naturalidad.

- No me importa lo que piense el resto Stef, solo quiero una vida en paz y feliz- dije mirándola seriamente.

- Tu quieres estabilidad Alex, y es lo que ambos tenemos, tu empresa crece más cada día y tienes una mujer a la altura de las circunstancias. Sabemos que lo tú necesitas es cumplir con tus metas, y el orden te da seguridad, tu planificas y yo acompaño, como cualquier pareja poderosa, o acaso quieres ser como el odioso de Theo, sin pareja apareciendo en revistas del corazón luciendo como inalcanzable, porque hace lo que se le antoja, un egoísta que solo le importa la diversión, y no se preocupa por el día de mañana a quien dejara tremenda fortuna-

Yo no podía gesticular palabra, ella abiertamente me estaba confesando que solo importaba el dinero y el poder, lo demás no valía la pena, solo guardaba silencio y la miraba atónito.

- Solo son una familia de lo más vulgar con muchísimos millones, una de sus hermanas trabaja allí, está por pisar los 30 años y está soltera, seguramente será porque todos los hombres de su entorno saben que es una mujer corriente y hasta un poco vulgar- dijo como si fuera lo correcto y lo obvio, pero prosiguió muy convencida

- La otra, es casi insignificante, y carece de gracia, una de mis amigas me contó que trabaja para la policía o algo por el estilo, realmente tampoco importa, seguramente para estar cerca de muchos hombres que le presten atención, porque un hombre importante de negocios ni la miraría, es una insulsa- dijo limpiando su boca con una servilleta, y mirándome como si hubiese revelado una verdad universal.

Estaba tan molesto, mi furia llenaba mi cuerpo, como podía menospreciar a la gente de esa manera? a mis amigos? pero sobre todo a Anna, mi mandíbula estaba tensa, mi rostro rojo y mis manos en puño debajo de la mesa, tratando de mantener mi cordura y paciencia.

- Lo que intentas decirme es que Theo es un arrogante egoísta, Gabriela una vulgar y Anna una insignificante promiscua? pregunté alzando mis cejas- Ahh pero multimillonarios todos? estoy en lo cierto? me levanté caminando hasta la sala de estar con mis manos en los bolsillos.

Stefany se levantó y me siguió, cuando me detuve sentí como pasaba sus brazos por mi cintura rodeandome desde atrás.

- Exacto, solo que tú lo pasas por alto, porque eres demasiado ingenuo bebé, pero para eso estoy yo- Dijo apoyando de mejilla a mi espalda..

Me aleje bruscamente y la mire, deseando que de mis ojos salieran rayos láser y la fulminaran..

- Creo que me gusta mucho la gente arrogante, vulgar e insignificante- Dije alzando un poco mi voz, la que sonaba más gruesa por mi enojo- Es más creo que esto que tenemos entre los dos, ya no funciona, tú necesitas alguien más sofisticado a tu lado y menos ingenuo- dije seriamente tratando de guardar la compostura .

Ella me miro para luego soltar una carcajada, yo solo estaba estático mirándola, no comprendía si había perdido la cordura o pensaba que yo solo le hacía una broma.

- Alex, por favor, ya deja de decir incoherencias, soy lo que necesitas, nadie mejor que yo para estar a tu lado, nuestro matrimonio es inminente, todos saben que pasará más temprano que tarde- dijo queriendo acercarse a mi .

- QUE NO ERES MI PROMETIDAA!!! NUNCA PASARÁ!!! dije perdiendo los estribos y revolviendo con mis manos mi cabello, estaba fuera de mí, me sentía un idiota, nunca había visto esta mujer que tenía a mi lado, y culpaba al resto de no entenderla...

- Alexander Sahin!! entiendo que estás estresado y cansado, pero esa no es manera de hablarme, discúlpate ahora y mañana haré de cuenta que esto no ha pasado - dijo llevando sus manos a sus caderas como jarra.

- Y una mierda las disculpas!! Es que no entiendes!? no te quiero, no te amo, no me gusta esto que eres!! - dije señalandola de pies a cabeza.

- No funciona, no quiero esto, no puedo seguir contigo, esto que había entre nosotros se acabó, es lo mejor, queremos diferentes cosas y yo estoy seguro, no quiero ni de chiste lo que tú quieres- estaba tan enojado que ni siquiera toleraba su presencia, no me importaba si era hiriente, solo quería que se marchara de mi casa y terminar todo de una puta vez.

- ERES UN IDIOTA!!!! Y SIEMPRE LO FUISTE!!! PERO VOLVERÁS DE RODILLAS A MI!!! PERO TEN ESTO PRESENTE, JAMÁS, PERO JAMÁS PODRÁS ESTAR CON ALGUIEN MAS QUE NO SEA YO!!! ESO TE LO PUEDO JURAR!!! VAS A SUPLICAR!- gritaba como loca descontrolada, mientras tomaba sus pertenencias, para salir de mi departamento golpeando la puerta con furia .

Me deje caer en el sofá, cerré mis ojos y solté un fuerte suspiro, pensando, ya está se acabó, está decisión me daba tranquilidad, sentía que era lo correcto y no había vuelta atrás.

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