CAPITULO 4 - NO SOY NIÑERO

una vez instalada la señorita Evans, subí al último nivel a hablar con mi tio Antonio. No somos familia de sangre porque fui adoptado por mi Abuela Antonieta pero me he acostumbrado a decirle tío. Sin embargo no entiendo porque me a puesto a supervisar a esa cría.

solo le pedí un favor, que ni yo mismo me explico porque lo hice.

Buenos días Elena- avísale a mi tío que estoy aquí

Elena era una de las secretarias más antiguas de las empresas Cipriani y le tenía un gran cariño.

Adelante joven- me indico Elena

-Buenos días tio- le saludé mientras tomaba asiento

-Buen día Nicolás. cuéntame en que puedo ayudarte ahora?

-ya instale a la nueva directora de finanzas. -,le dije sin ánimos

-me parece muy amable de tu parte. - me respondió con una sonrisa

-lo que no logro entender es porque enviaste mi oficina al piso de abajo? -le reclamé

-veras Nicolás, fue idea tuya contratarla.

-Pero no tengo porque ser su niñero - lo interrumpí

-yo no estoy diciendo que seas niñero de nadie. simplemente trabajarás de ahora en adelante con esa mujer te guste o no. - me dijo en tono reprobatorio

-soy el segundo al mando de esta empresa no puedes...

-sigues siendo el segundo hasta que yo me retire Nicolás. Que te quede claro - me dijo casi que gritando - si no tienes nada más que decir, te voy a pedir que te retires.

me levanté indignado y humillado por la forma en que mi tío me trataba, salí tirando la puerta detrás de mi.

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tenía mucho en que ponerme al día, habían estadísticas que estaban desactualizadas. otros meses ni siquiera tenian las finanzas completas. esto era un verdadero desastre.

Lorena fue de mucha ayuda, sin darnos cuenta ya había pasado la hora de comer.

-Disculpe señorita Evans puedo retirarme a almorzar algo la verdad es que....

-si Lorena por favor... disculpa que olvide por completo tu hora de almuerzo anda tranquila y regresa en una hora. -la interrumpi, me sentía la peor jefa del mundo como habia olvidado que te debía dejar a la chica ir a almorzar.

-si quiere le traigo algo para que tambien coma.- me ofreció con una gran sonrisa.

-ok, me parece perfecto mientras terminaré de colocar todos los informes al día. -le informe

apenas salió de la oficina entro de nuevo.

-que se te ha olvidado ahora Lorena? -Pregunte sin levantar la vista del computador.

-que sexy se ve una mujer tan trabajadora- me dijo Nicolás llamando completamente mi atención.

-que haces tú aquí? a caso no sabes tocar? - le dije indignada

-soy tu jefe no necesito tocar para entrar las veces que me dé la gana- su tono de voz de jefe seductor cambio a uno de jefe gruñón en cuestión de segundos.

-necesito que tengas todo en orden para mañana en la tarde porque hay que mostrárselo al Director de las empresas. -y diciendo esto se marchó.

no sabía que le estaba pasando a ese hombre, sus cambios de ánimo me estaban dando dolor de cabeza.

trabaje sin descansar toda la tarde, comí un poco del almuerzo que me trajo Lorena, presiento que ella y yo nos vamos a llevar de maravilla.

al hacerse las 5 de la tarde Lorena se ofreció a quedarse conmigo un rato más pero le rechace la oferta. yo me quedaría una hora más para terminar unos balances y saldría enseguida.

-hasta mañana señorita- se despidió Lorena

-hasta mañana Lorena- la despedí

pasado un rato alguien abrío de nuevo la puerta

-no piensas irte?- dijo Nicolás asomando su cabeza.

-te mandaron a vigilarme- le dije en tono burlón

-yo no soy niñero de nadie- me dijo muy enojado mientras cerraba la puerta de un golpe.

no sé que le pasaba, solo intentaba jugar con él. a las 6.40pm ya tenia un fuerte dolor de cabeza. así que deje todo lo más ordenado que pude cerré la oficina y salí hasta el pasillo donde estaba el elevador.

al abrirse las puertas observé a unos ojos esmeralda llenos de mucho cansancio.

-Señorita Evans, trabajando hasta tarde? - me preguntó

-heee... si Señor!- no sabía porque cada vez que lograba estar cerca de mi padre me llenaba de muchos nervios.

-deberia descansar, no va a querer terminar como yo - lo dijo en un tono lamentable

-como así señor? - le pregunté

-cosas mías señorita, no me haga caso- me dijo soltando una cálida sonrisa.

al llegar a la planta de abajo nos despedimos y cada uno se fue por su lado.

-Hasta mañana papá- dije en un susurro.

tome el teléfono y llame a Marian, me puse al día con todo lo de la empresa y le conté de Nicolás. Que gracias a él estaba dentro de la empresa.

-Amiga y está bueno, buenísimo, es un dios griego? dime en qué nivel está?

-bueno la verdad es que.... si está buenísimo y tiene unos ojos color azul que cada vez que me ven causan en mi una sensación extraña...

-no me digas que te gusta ese Dios griego- me dijo soltando una fuerte risa.