Capítulo 19: Una luna de miel soñada.

Andrés.

Si hace dos meses me hubiesen dicho que para navidad estaría casado y que sería el hombre más feliz del mundo no lo hubiese creído, pero hoy al abrir mis ojos y ver esta hermosa mujer que duerme a mi lado me doy cuenta que aceptar ser su esposo por navidad fue la mejor decisión que pude tomar en mi vida.

-Despierta dormilona, tenemos muchos lugares que conocer y pocos días para hacerlo- le digo acariciando su cabello.

-Y si mejor nos quedamos así abrazados y juntos los días que nos quedan- me responde dándome un beso.

-Ya llevamos dos días así cariño, y me encanta estar así contigo, pero hay algunos sitios que me encantaría que conociéramos juntos- le respondo.

-Esta bien a dónde vamos- me dice levantándose de la cama.

-Déjate sorprender- le respondo.

-Esta bien me voy a bañar-

-Espera será que hay un espacio para tu esposo en esa ducha- le digo acercándome a ella.

-Probablemente sí- me dice tomándome de la mano.

Un rato muy largo después, salimos de la casa de campo rumbo a Milán, aunque es conocida por ser el centro de los negocios, la moda y el glamour también tiene sitios muy bonitos y románticos para conocer en pareja.

Nuestra primera parada fue los Giardini di Villa Reale, Camila estaba impresionada con la belleza de estos jardines con espacios verdes muy bien cuidados, caminamos tomados de la mano por los senderos rodeados de vegetación, caminamos sobre los puentes que pasan por encima de los estanques donde habían patos y cisnes que alimentamos juntos, además había un pequeño templo dedicado nada más y nada menos que a cupido el dios del amor.

No lo niego, el lugar posee una atmósfera íntima y romántica, fue un sitio perfecto para empezar nuestro recorrido por esta hermosa ciudad.

Después de almorzar Camila quiso conocer el barrio de oro, no podíamos creer lo que veíamos, eran las calles más elegantes del mundo, repletas de tiendas de las marcas de moda más reconocidas, lo que más me llenó de asombro fue que Camila no quiso comprar absolutamente nada, está mujer es de otro mundo, creo que otra en su sitio hubiese salido llena de bolsas con compras.

Cuando vimos que faltaba poco para ponerse el sol decidimos visitar las terrazas del Duomo, están situadas a más de 70 metros de altura, rodeada de esculturas, estatuas y torres de mármol, el atardecer visto desde allí es increíble, hace que la ciudad se vea como un lugar mágico y se puede ver como una luz carmesí en el horizonte.

-Te gustó Milán mi amor- le pregunto de camino a la casa de campo.

-Me parece una ciudad preciosa, es maravillosa, y estando a tu lado es aún mejor- me responde.

-Que tal si eliges el lugar al que iremos mañana-

-Si tengo algo en mente pero no sé si estés de acuerdo- me pregunta

-Lo que la reina desee se hará- le respondo.

Al día siguiente…

Hoy vamos a visitar Venecia, aunque estamos en época invernal es una ciudad mágica que si estás en Italia tienes que visitar, además he escuchado que es el lugar perfecto para los recién casados.

Aunque hay acqua alta por el invierno, la ciudad se presta para ser recorrida y para visitar los lugares históricos, cada parque y plaza de este hermoso lugar.

Aprovechamos la baja afluencia de turistas para escuchar las visitas guiadas que hacen los habitantes de la ciudad donde cuentan la historia de esta romántica ciudad, también visitamos los mercados navideños y allí compramos algunos regalos para llevar a la familia y a los amigos.

Nos divertimos como niños, no saben la alegría que sentí al ver a Camila patinar sobre el hielo, hacer piruetas en la pista con una sonrisa en el rostro, es la imagen más bella que he visto en toda mi vida.

Para finalizar nuestro recorrido dimos un paseo en góndola por el gran canal.

-Cariño, si ves aquel puente que hay allá, se llama el puente de los suspiros- me dice Camila muy emocionada.

-Es muy bonito, pero porque mencionas ese principalmente- le pregunto.

-Es que cuenta la leyenda que si dos enamorados se besan al pasar bajo el puente su amor durará eternamente- me responde.

-Y eso es lo que quieres que este amor dure para la eternidad-

-Si eso es lo que más anhelo-

-Entonces hagámoslo- le digo besándola apasionadamente al pasar bajo el puente.

-Te amo- me dice al terminar el beso.

-No yo te amo más a ti, y aunque haya muchos que no crean en lo que dicen las leyendas te juro que el amor que siento por ti va a durar más allá de la eternidad-

Al regresar a la casa de campo Camila se quedó profundamente dormida, hoy habíamos vivido un hermoso día y estábamos un poco cansados.

Al llegar a la casa de campo baje a mi esposa cargada del auto y la lleve hasta la habitación, al sentir la cama despertó y sonrió.

-Perdona cariño me quedé dormida-

-No te preocupes amor-

-Miremos el celular quizás Eduardo se comunicó con nosotros-

-Si miremos- le digo entregando su celular.

-Hay muchas llamadas perdidas no sé qué pudo haber sucedido- me dice preocupada.

-Marcale a tu hermano, salgamos de dudas- le respondo.

-Eduardo que pasa todo está bien- pregunta Camila.

-No hermana, quisiera que disfrutaras tu luna de miel pero papá se puso mal y no quiere ir al hospital, temo que pueda sufrir un infarto pero tú sabes cómo es él de terco-

-No te preocupes vamos a buscar un vuelo para regresar hoy mismo a casa- le dice a Eduardo colgando el teléfono.

-¿Qué pasa cariño?, por qué estás tan preocupada- le pregunto

-Papá se puso mal, necesito estar con él, Andrés yo sé que nos faltan días para estar acá pero crees que podamos regresar hoy mismo- me dice con lágrimas en los ojos.

-Por supuesto amor, empaquemos nuestras maletas y vamos al aeropuerto, no llores mi vida todo va a estar bien con Adolfo, él es un hombre fuerte- le digo dándole un abrazo tratando de tranquilizarla.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***