Capítulo 8 Contrato y vivienda

David

Comencé a trabajar, llegué puntual a la empresa, unos quince minutos antes para tener tiempo de instalarme en mi nueva oficina.

Si creí que mi primer día de trabajo sería fácil, me equivocaba y como. La empresa era un gran desastre.

Los contadores anteriores hicieron un trabajo pésimo, ineficiente y demasiado desordenado de manera que no lograba entender absolutamente nada.

Debí dirigirme a la oficina del jefe y pedir toda la documentación de meses anteriores para poder hacer todo el trabajo anterior de los demás contadores inútiles.

La hora del almuerzo pasó para mí sin darme cuenta metido entre papeles y documentos. La hora de salida fue el mejor momento del día.

Llegué a mi pequeño apartamento de alquiler con un gran dolor de cabeza y agotamiento que no sentía hacia mucho. Mi estómago rugía, demasiadas horas sin comer llevaba. Busque comida y nada había más que un trozo de pan. Sería mi cena junto a un café y me iría a dormir

Al día siguiente me desperté, me di una ducha y me dirigí a la empresa a seguir acomodando el desastre pendiente que sería mi compañero al menos veinte días.

Los rumores comenzaron a circular entre hombres y mujeres acerca de que volvería la hija del señor Stevens. Estaban un poco ansiosos al respecto y no entendía los motivos. Según los hombres porque era una mujer bellísima y ahora que estaba en proceso de divorcio la pretendían y las mujeres porque es intimidante y exigente. Yo no podía opinar al respecto aunque mi curiosidad por conocerla estaba presente.

Transcurrieron dos semanas de trabajo y ya era poco lo que me quedaba por hacer, el señor Stevens era muy bueno conmigo y bastante paciente al respecto. Entendió perfectamente que demorara y se culpó a si mismo por haber permitido contratar gente ineficiente.

Una foto en el escritorio de mi jefe llamaba mi atención cada día, algo familiar tenía pero no lograba identificar. Su mujer era muy bella y la notaba familiar pero más una pequeña niña regordeta muy sonriente. Era bella pero bastante sencilla para provenir de una familia tan adinerada.

-Mañana llegará mi hija a la empresa, estoy seguro de que se entenderán muy bien los dos. Cuando vea tu trabajo estará muy satisfecha

-Eso espero señor. Ya estoy casi terminando esto y al fin podré tener todo en orden

-Que bueno David porque voy a retirarme cuando salga el divorcio de mi hija que creo que no demorará y necesito que todo esté perfecto para que ella asuma el control de la empresa

-Tendre todo perfecto cuando eso suceda señor, pierda cuidado

-Tendré todo en orden cuando eso suceda señor. Espero que su hija este conforme con mi trabajo

-Descuida, eres bueno en lo que haces. Iba a ofrecerte un contrato por doce meses. No tiene sentido tenerte en periodo de prueba teniendo en cuenta tus habilidades y dedicación. Eres joven pero te desempeñas mejor que varios mayores que tú

-Muchas gracias señor, no lo defraudaré

-Tendras vivienda gratis próximamente porque a nuestros empleados le ofrecemos apartamentos que se encuentran cerca de aquí. Ahora están trabajando en el que será el tuyo, pintandolo y arreglando algunas pequeñas cosas

-Muchas gracias señor

La sonrisa en mi rostro era enorme. Tenía un mes más antes de que me desalojaran del apartamento donde vivía y si que era un gran alivio tener dónde vivir al menos por un año y no pagar renta, lo cual me garantizaba ahorrar un dinero.