CAPÍTULO 11

TÍTULO: DEJARSE LLEVAR.

BURIAN--- ¿Y qué esperas? aún estás en deuda conmigo.

SONYA--- yo me retiro, con permiso señor.

BURIAN.

Sonya sé fue y sólo quedamos nosotros dos, la pequeña cachorra de garras afiladas sé quedó mansa, no tuvo palabras para refutar o reclamar nada.

BURIAN--- ven, vendrás conmigo y no quiero berrinches de niña malcriada.

FIORELLA--- no, no iré contigo maldito bastardo.

BURIAN--- ¿ porqué mierda te gusta todo por la fuerza.

( dije con el ceño fruncido)

Al terminar la conversación me acerqué a ella y la levanté en mis brazos, sus ojos me miraban fijamente y con reproche, pero nuestros labios de la nada comenzaron a comerse el uno al otro.

Ella enredó sus piernas en mis caderas, sus labios mordían los míos y mi cuerpo empezó a reaccionar.

Me separé de ella y la observé con curiosidad.

FIORELLA--- ¿Qué pasa? ¿no querías qué trabajara? voy a pagarte.

BURIAN--- no, ahora no, vendrás conmigo, y quédate tranquila, no me provoques o voy a follarte hasta qué ya no te quedé más aliento.

FIORELLA.

Luego de la discusión no sé cómo, pero terminé en los brazos del maldito bastardo, y al tener sus labios demasiado cerca de mi, sin siquiera pensarlo lo besé, nos fundimos en beso de lujuria, mordí su labio inferior, y mí cuerpo entero comenzó a calentarse al sentir su erección demasiado cerca de mí intimidad.

Por un momento mí mente viajó a los días anteriores, la imagen de su cuerpo desnudo llegó a mi, y me calentó aún más.

No sé en qué momento empezó o porqué, simplemente siento unos deseos incontrolables por su cuerpo.

Pero él muy bastardo tenía qué arruinarlo todo, el soltó mis labios, dejándome con ganas de más, el dijo qué iría con él y qué no lo provocará.

Pero mis ojos sé fijaron nuevamente en sus labios, y volví a besarlo.

Comencé a mover mi cuerpo\, el sentir su m*****o erecto motivaba mis más oscuros deseos.

BURIAN--- te advertí qué no me prevocaras.

( su voz sonó en un susurro sobre mis labios, pero sin separarnos.

Esté camino conmigo, ambos caímos en la cama, mí ropa fue arrancada y quedé en ropa interior, la cuál no tardó en abandonarme rápidamente.

Su rostro bajó, bajó allí y una electricidad recorrió mí cuerpo, su lengua sé movía causando grandes espasmos en mi, jale su cabello y lo apreté contra mis piernas, mi cuerpo se movía en un vaivén y groserías salían de mi boca.

Sólo pedía más, estaba viviendo algo nuevo, estaba sintiendo placer, los gemidos qué largué eran escandalosos, y más cuando su lengua succionaba mí clitoris y luego entraba en mi interior.

Solté su cabello y con mis manos tomé su rostro y lo levanté hasta tenerlo frente a mí, besé sus labios, y con mis manos saqué su saco, luego quité su camisa de un tirón, los botones volaron por el aire, su dorso quedó desnudo, me escabullí debajo de él, quite su pantalón y su erección se notaba debajo de su ropa interior.

BURIAN.

Todo pasó demasiado rápido, la tenía debajo de mi cuerpo después de terminar de darle sexo oral, y hacerla gemir como una perra en celo, me levanté y la acomodé dejándola en posición para gatear, quité lo ultimo qué me quedaba de ropa y poniéndome detrás de ella mí hundí en su ser, causando qué diera un grito, mis manos tomaron sus caderas y la ayudaron a moverse, fue lento, me movía despacio hasta qué me adapté a su interior, el cuál me apretaba volviéndome loco.

Hag, hag, gruñi acelerando mis movimientos, sus pechos sé movían con cada embestida qué le daba, la estaba fallando y ambos disfrutábamos del momento.

BURIAN, BURIAN, BURIAN.

Su voz gritó mí nombre varias veces, eché mí cabeza hacia atrás, y dando varias embestidas más, su cuerpo tembló, dando aviso de que tuvo lo qué buscaba, di una última embestida y gruni apretando los dientes, luego caí sobre su espalda, la cuál besé mientras más manos reconocían su piel caliente y sudada.

BURIAN--- ¿estás satisfecha?

FIORELLA--- eres un maldito idiota.

(Dijo con la voz agitada)

Sonreí en su oído y mordí su cuello, pero un golpe en la puerta jodio él momento.

BURIAN--- ¿quién mierda es?

( grité molesto)

MIYA--- soy yo, Miya, Vladimir me mandó a avisar qué club está cerrando y tú gente te espera en los autos.

Al escucharla me puse de pie, dando un salto de la cama, sentí cómo sí mí esposa me hubiese descubierto engañandola.

Me cubrí con la sábana y salí de la habitación.

BURIAN--- ¿ porqué te envió a ti?

MIYA--- ¿te divertiste?

BURIAN--- ¿porqué te envió a ti? contesta.