"...tengo que salir de aqui".

Al día siguiente Natalia despertó se aseo y bajo a la cocina.

Karina preparaba el desayuno.

—Señorita Natalia buenos días —saludo muy jovial.

—Buenos días Karina, Emanuel?—.Pregunto.

—Salio esta mañana muy temprano.

Le dijo ajetreada con la comida.

—Te dijo a donde?.

—No solo dijo que estaría aquí a medio día.

Desayuno y paso toda la mañana con Karina estaba muy cómoda y feliz.

Ya medio día así como dijo llego Emanuel solo tenía las llaves del coche y nada más.

Almorzaron los tres juntos, Emanuel no le dirijia la palabra Natalia solo hablaba con Karina fue incomodo para ella.

Natalia cansada con la actitud de Emanuel agradecio por la comida y subió a su cuarto.

Pateo todos los muebles de su cuarto muy enojada, "ahora que le pasa", de hecho en su cama y pataleo un rato.

Toc toc toc.

—Entra Karina! —.Grito Natalia.

—Seguro? —hablo Emanuel detrás de la puerta.

Natalia corrió a abrir la puerta estaba despeinada.

—Que pasa, que ya no me hablarías? —.Le dijo enojada.

—Quisiera pero tengo algo que hacer.

Le enseño la medicina para curarle, y entro al cuarto.

—Lo harás tu? Enseñale a Karina como hacerlo. Propuso.

—Karina ya se fue a—hablo fresco —siéntate.

—Nooo —se negó.

—No seas infantil.

Perdió la paciencia la hizo sentar se dispuso a desabotonar el piyama, Natalia lo sujeto lo más duro que pudo.

—No hagas eso, te harás lastimar de nuevo.

La llamó la atención poniéndose de cuclillas en frente suyo.

—No quiero que me veas —confesó Natalia sonrojandose.

—Solo será la quemadura —la tranquilizo con vos suave —solo vere la quemadura.

La miraba dulcemente era la primera vez que veía a Emanuel desde ese ángulo asia abajo este hombre es real? Se preguntaba anonadada de la belleza de Emanuel.

Le solto las manos, continuo desabotonando que sus manos lo hicieran a Natalia le puso muy nerviosa.

Emanuel fue muy cuidadoso que no se viera nada más que la herida.

La curo con la ayuda de cotonetes, muy delicado, Natalia lo miraba como hechizada de tanta belleza, la cara de concentración de Emanuel era de otro mundo, al ser cociente de que esta tan cerca de sus pechos se agito lo que fue evidente para él.

—Todo bien?, ¿Te lastime? —.Se preocupo.

Natalia solo sacudió la cabeza al tener muy cerca la cara de Emanuel y trato de contener la respiración.

—Listo —dijo inspeccionando su trabajo, le abotono, cuando terminó vio a Natalia muy roja mirando a un lado.

—Sanara pronto, todo se ve bien —dijo poniendose de pie —te dolió?.

Natalia solo sacudio la cabeza.

—Eso es perfecto.

Recogio la medicina y se fue.

El corazón de Natalia no se tranquilizaba tubo que poner la mano el pecho para calmarlo.

Se hecho en la cama y susurro.

—tranquilo no enloquescas...

Se tapo la cara con las manos sentía tanta dependencia de verlo, escucharlo tenerlo cerca, pese a que estaba en la misma casa no era suficiente. "Que me pasa", "¿estoy enloqueciendo por Emanuel?" Al solo pensarlo su corazón perdía el control.

"... tengo que salir de aqui".

El sol resplandecía en plena tarde afuera las olas del cantaban sin césar, y Natalia encerrada en su cuarto con la ansiedad de ver a Emanuel, más bien era una mezcla de verlo y no verlo.

Se atrevió y salió de la habitación, busco en la cocina no había, busco en toda la casa e incluso en la habitación del él mismo, perdiendo la vergüenza, pero no había.

Entristecida regreso a la cocina saco un poco de helado y quiso ir afuera a la terraza y vio ahí afuera a Emanuel hablando por teléfono muy sonriente de adentro Natalia no podía escuchar lo que decía, se quedo parada viendolo, él se dio cuenta que estaba ahí, sin soltar el teléfono se acerco y le abrió la puerta.

—No puedes estar en el sol.

Le dijo a Natalia, le agarro de la mano y la llevó a donde estaba la sombrilla.

— ...entonces mañana esta bien, hablamos con más calma.

Colgo el teléfono.

—Que paso? —.Pregunto Natalia.

— El equipo de basquet vendrá mañana tendremos una reunión.

Le contó Emanuel.

—Son tus amigos, eso es genial!!.

—Solo espero que se porten bien —preocupo Emanuel.

Natalia se rio de él y dijo.

—Deben ser muy divertidos, tienes mucha suerte.

—Solo espero que venga el equipo y ningun extra. Le robo un poco de helado.

—Extra?.

Emanuel hizo un gesto de desagrado.

—Ya entremos no puedes estar mucho tiempo fuera —le metió rapido a la casa.

Vieron películas hasta que anochecio pidieron pizza para cenar.

Natalia veía muy concentrada el final de la película ya mostraban los créditos.

—Pero que paso con la mujer...

Quizo hacer un comentario sobre la película, pero Emanuel estaba dormido.

Natalia al principio lo dudo se acerco efectivamente estaba dormido, "¿como alguien podía dormir así?". Sentado muy derecho. Natalia quiso empujarlo para acomodarlo y duerma más cómodo pero el movimiento lo hizo dormitar se recostó en las piernas de Natalia las utilizo como almohada sujetándolas con un brazo por debajo.

Dormía tan profundamente que no quizo molestarlo es más estaba feliz de tenerlo ahí, podía ver, sin ser juzgada cada centímetro de su rostro, sus hombros, su ancha y curvada espalda de pequeña cintura, que daban lugar a un formado trasero, a través de los pantalones de podía notar las largas piernas firmes y finalmente sus desnudos pies, esa imagen era un lujo de admirar para Natalia.

Estuvieron así pos casi veinte minutos.

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