" una aventura en la carretera"

En la carretera todo estuvo muy tranquilo pero Natalia estaba preocupada por Emanuel ya que no había dormido bien.

—Dejame conducir —le pidió Natalia.

—No estoy bien.

Le dijo muy tranquilo ya no se notaba el cansancio.

—Pero si te sientes que no puedes más solo dime porfavor —le hablo mirándolo tratando de ver alguna señal de cansancio.

—Todo esta bien —hablo fresco y le sonrio.

Pasaron dos horas conduciendo.

Natalia quien había dormido bien toda la noche aguantaba el sueño y sin poder más se durmió.

Emanuel lo noto de inmediato llegaron a la estación de servicio, tubo miedo despertarla así que cargo combustible, compro hamburguesas, agua y algunos golosinas para combatir el sueño, Natalia dormía como un tronco ya que no sintió nada.

Siguió conduciendo, hasta que Natalia sintio un delicioso olor papas fritas, mayonesa... se le hizo agua la boca trago saliva lo que la despertó, abrió los ojos y el olor era real siguió el olor con la nariz.

Se miraron, Emanuel le había dado un mordida a la hamburguesa tenía la boca llena y conducía con en sola mano, trago lo que tenía en la boca puso su hamburguesa en la piernas y dijo.

—Esta es la tuya —,dijo pasandole la suya aun conduciendo, mientras que a Natalia no entendía lo que pasaba.

—Que?.Pero como...

Le recibo.

—Te dormiste no quise despertarte.

Hablo volviendo a levantar su hamburguesa.

—Dormi mucho? —.Dijo sin darle mucha importancia revisando la bolsa.

—Si más o menos.

—Deberíamos parar para comer no crees? —.Viendo lo incomodo que era para él.

—No. Es perdida de tiempo.

Dijo antes de darle otra mordida.

—Bueno lo decía por ti —confesó.

Natalia se disponia a comer.

—Quiero papas —hablo.

Natalia no le dio importancia y comia feliz, cada mordida lo disfrutaba al máximo.

—Quiero pasas! —dijo un poco después más fuerte.

—Come tus papas —respondió molesta con la boca llena.

Lo miro y él tenia la boca abierta "aaa"... Emanuel esperaba.

Natalia estaba confundida...

—Que pasa contigo dame papas!! —dijo sin dejar de mirar el camino.

Sin decir nada Natalia busco las papas se lo puso en la boca, Emanuel recibió muy contento mientras que Natalia estaba roja hasta las orejas.

—Ponle un poco de salsa —pidió.

Natalia asi lo hizo y cuando ella estuvo a punto de comer.

—Alimentame, aaa.

—Yo también quiero comer espera un momento. Reclamó.

Pasaron diez segundos.

—Por que tardas!! —se desespero.

—Estabas comiendo sólo por que quieres que ahora te de, de comer —se enojo.

—Pero que imprudente eres podríamos chocar —se defendió —,tienes que darme.

—Pero siquiera déjame comer tambi...

—pero tardas demasiado —la interrumpió.

—Entonces orillate —exigió.

—Eres mala.

Se enojo.

Una discusión interesante.

A Natalia se le paso el apetito, se sintió mal por lo que sucedio.

—Abre la boca —le pidió.

Y sin dudarlo lo así lo hizo Emanuel muy contento aunque él le seguía reclamando he incluso pidió una mordida de la hamburguesa de Natalia ambos disfrutaron mucho esta experiencia.

***

Desde muy lejos se podía divisar la villa de los padres de Emma.

Natalia no se imaginaba que vivian en una villa en el campo así que lo vio de lejos y pensó que seria muy lindo vivir así ya estaba en sus planes una villa así en el campo.

Siguieron acercándose la casa era más grande y más hermosa de techo naranja y paredes blancas, que con la luz del sol parecía que resplandecia.

Paró el auto en las puertas de esa hermosa villa, toco timbre desde el auto, Natalia estuvo muy sorprendida.

—Si?.

Respondio una vos que era muy familiar.

—Mamá ya estamos aquí —contesto.

De inmediato se abrieron las puertas.

Entraron, toda la entrada era un jardín de rosas y en frente de la casa había una fuente que hacia perecer estar en el paraíso.

Emma salió corriendo a recibirlos hermosa como siempre este lugar le sentaba excelente.

Emanuel salió del coche primero y su madre lo abrazo como si no se hubiera visto en años.

—Hola amor —le dio muchos besos en el rostro mientras que él se agachaba para abrazar a su madre.

—Cariño.

Fue con los brazos abiertos donde Natalia se abrazaron un largo rato hasta que Emanuel entro a la casa.

—Como les fue? —.Pregunto Emma.

—Todo bien.

Repondio encanchandose en el brazo de Emma.

—Emanuel no te hizo enojar?.

—No. Él es muy bueno.

Emma le miraba con picardia pero Natalia se hacía a la tonta.

Entraron a la casa y todo era rustico muy hermoso el olor de las rosas invadía dentro la casa, bastante reconfortante.

—Ven te presento a mi madre —la llevo.

Subieron un las escaleras y fueron a la habitación principal parecía un palacio rustico.

Emanuel ya estaba ahí, abrazaba a una señora alta delgada y rubia se podía ver una mecha blanca de canas en su ordenado cabello, muy elegante.

—Mamá ella es Natalia, Natalia mi madre Victoria. Les presentó Emma.

—Señora buenas tardes soy muy amiga de Emma es un gusto conocerla.

Se acerco y le dio la mano, la señora la miro con desprecio.

—Emma me hablo mucho de ti así como Emanuel desde que era un "niño" —hizo énfasis en la última palabra.

Natalia regreso la mano ya se había topado con personas así, ya sabía más o menos que hacer.

—Espero que cosas buenas —hablo Natalia con un tono más rigido.

Victoria la miro sorprendía pero no fue muy evidente el ambiente se empezó a tensar.

—Como sea lo que es que escuche sobre ti —se sento en la cama —estoy un poco cansada.

—Entonces la dejo descansar comprermiso.

Se retiro Natalia al cerrar la puerta vio a Emanuel que miraba muy serio a su abuela, cerro la puerta.

Bajo a la gran sala, el lugar se combertia horrible para Natalia y se preguntaba "Que hice para caerle tan mal?, nisiquiera me conoce". Ya quería irse de allí.

Espero al rededor de media hora ahi, hasta que apareció Emma, fue con Natalia.

—Cariño lo siento no creí que se portara así, nisiquiera te conoce —le dijo hagarrandole de las manos.

Sentía tanta comodidad con Emma ahí.

—No te preocupes nadie es una joya para gustarle a todo el mundo —lo acepto.

—Cariño eres un ángel no lo olvides, mamá solo esta ciega por la edad —dijo más relajada y riendo un poco.

La llevo al jardín de rosas del frente de la casa en medio había una mesa con una sombrilla puesta para el almuerzo, tomaron asiento y la servidumbre empezó a llevar la comida.

Natalia esperaba que lleguen todos a la mesa pero Emma empezó a comer. Natalia no se atrevia a tocar el plato.

—No tienes hambre?.

—No tenemos que esperar...

—Ooo... no Emanuel se fue a descansar, le llevaran el almuerzo a su cuarto, mi madre esta muy avergonzada que fingió estar indispuesta, mi papá fue a jugar golf con los Mendez, así que solo somos tu y yo.

Natalia estaba mucho más tranquila y comio feliz.

Después del almuerzo Natalia pregunto.

— A que hora tenemos que partir para que no sea muy tarde.

—Ya quieres irte? —. pregunto triste.

—Si eso dijo Emanuel —.No lo dijo pero quería salir de ahí.

—Mmm... ese chico no dejo las pasantias..

Penso Emma.

—Tenía que dejar las pasantias? — pregunto curiosa Natalia.

—Si. Se exige demasiado no las necesita todos le dijeron que no necesita pasantias —Emma suspiro —es un genio tuvo proposiciones de trabajo por un proyecto que diseño en el colegio lo premiaron, no les importaría que este iniciando su carrera universitaria.

—Waauuu... —dijo Natalia sin darce cuenta.

—Se parece a ti.

La miro con cariño.

Natalia recordó lo agetrada que solía estar cuando terminó el colegio y empezó la universidad.

—Eres una buena influencia para Emanuel. Le hablo con sinceridad.

—Pero que no se exceda como lo hice yo —dijo bromeando.

—Díselo tu a ti te escuchara, yo hablo hablo y no me escucha.

Natalia había olvidado que queria irse de ahí.

Caminaron por el jardín era como estar en el paraíso en medio de variedad de rosas.

—Ya sabes quién es aquel hombre misterioso?. Emma importuno la paz de Natalia no lo había olvidado.

Suspiro recordando todo lo que paso, y el deseo de saber quien es.

—No lo sabes??!!—.Grito Emma —yo que tu publicaba la foto en el periódico con una buena recompensa para encontrarlo.

Natalia se reía de ella.

—Tal vez es mejor así y nos volvamos a encontrar cuando sea el momento perfecto —perdida en sus recuerdos.

—Tienes razón tal vez esta más cerca de lo que crees.

—Por que lo dices.

—Cariño el mundo es un pañuelo no escuchaste esa expresión? —.Disimulo Emma.

La llevo otra ves dentro de la casa y Natalia recordó que no quería estar ahí.

—Emma estoy un poco incomoda aquí —dijo avergonzada.

—Cariño deja que te conozca y te amara como yo, es un poco difícil pero no es mala —.Suplicó por su madre.

La llevo al cuarto dónde se quedaría esa noche parecía la habitación de una princesa.

Emma dijo que iría a comprar algunas cosas.

Natalia se dio un baño y quiso dormir, pero no podía estaba muy incomoda ahí, salió de ese cuarto quería ir al jardín explorar aquel hermoso ya que le hacia olvidar la incomodidad.

Camino sin poder encontrar la escalera a la sala se perdió en la mansión camino un poco desesperada y encontró una puerta más pequeña, que las que había en la casa estaba en el borde de los enormes ventanales lo abrió y bajaba una gradas, estaba un poco oscuro, ahí encontró algunos utensilios de limpieza, quiso regresar pero algo le llamaba a la puerta del otro lado de las gradas, la abrió y entro mucha luz ahí habia un pasillo muy largo y un pequeño patio con una fuente en medio y un árbol de cerezo en césped, como sacado de una pintura.

Camino recto por el pasillo había otra puerta medio abierta.

Salió y encontró el jardín de la parte de atrás de la mansión una variedad de flores y un montón de mariposas de brillantes colores Natalia estaba como niña queriendo tocar las mariposas explorando el lugar encontró un camino de piedras estuvo más aliviada si seguía el camino ya no estaría perdida.

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