El beso

Natalia estaba segura que no hizo nada para enojar a Emanuel. No se imaginaba que él, le había estado esperando por tantos años.

Los preparativos estaban listos para la asociación, decidieron iniciar pronto el negocio, solo esperaban que el papá de Emanuel llegue para no dejarlo solo en la casa.

Fue una tortura para Natalia esperar no entendía que le pasaba a Emanuel la evitaba y casi no la miraba. Emma solo le gozaba a escondidas de él.

Finalmente llego Fernando Gutierrez el padre y esposo.

No había cambiado nada saludo a su esposa con mucho cariño se veía cansado cuando vio a Natalia dijo.

—Angel!!!.

Lo hizo más incomodo y Natalia no pudo evitar mirar a Emanuel se miraron por una milésima de segundo, pero para ellos pareció un poco más...

Trato saliva y voleto a ver a Fernando que la abrazo...

—Hola hermosa...

—Hola, no cambiaste nada—.Lo alago.

—Eres muy amable.

Entonces ya podían ir al extranjero. Emma estaba muy emocionada por ir de viaje con Natalia con lo buena que era Natalia todo avanzo muy rápido, aun así Emma tenía que regresar, solo la acompaño por un par de mese.

Natalia tenía que quedarce para supervisar y contratar gente y todo lo que necesitaba el hotel para empezar el funcionamiento del mismo en el extranjero se tuvo varías proposiciones de asociaciones con agencias de viaje e imversionistas, fue todo un éxito, estuvo allá por casi cuatro años.

Por sus veintinueve, aun le confundían con una muchacha del colegio, desde que le paso empezó a vestir un poco más serio con trajes y tacones, que solo le ayudaba un poco pero ya no la trataban como una muchacha fuera de lugar.

Cuando volvía a su casa después del trabajo tuvo un sorpresa Raul la esperaba.

La abrazo como si no le hubiera visto en años.

—Hola, como estas ya no llamaste.

—Pero si nos vimos en navidad.

—A si, ya lo recuerdo creo que me estoy haciendo viejo —.Se quejo.

—De viejo no tienes nada.

—Claro que tengo ya soy abuelo pero no se me nota no crees? —,dijo en tono burlón su hija Amanda estaba embarazada y tendría a su bebe este mes.

—Si, tienes razón no se te nota.

Se rieron.

—La vine a ver y aprovechando que están en la misma ciudad vine aquí.

—Un café?—. Le ofreció.

Entraron a su casa le paso la taza de café.

—Hija estuve pensado, mira Amanda se casó y va tener un hijo y me preocupo por ti —le dijo muy serio.

—Que quieres decir.

—Jamas conocí un novio tuyo, jamas supe de alguien que te guste y que yo sepa no fuiste a ninguna fiesta con tus compañeros siempre estas trabajando... hija quiero que ahora te ocupes de ti...

—Raul no se que decir... pero no me interesa esas cosas.

—Pero date una oportunidad deberias intentarlo sal conoce personas...

—Raul entiendo que te preocupes pero...

—Escucha yo te amo hija y te acepto como eres si tienes gustos diferentes yo te acepto...

—Que? —.Le interrumpió —Raul no soy lesbiana me gustan los hombres —y se rio de él.

—Entonces hay alguien que te guste?—. Pregunto curioso.

Natalia no quiso pensar en eso.

—No solo se que no soy lesbiana —respondio perdida en sus pensamientos que era Emanuel pero se sentía mal por eso y se avergonzaba.

—Por cierto Emma quiere verte.

Como adivinando lo que pensaba hablo Raul.

—No seas grosera deberias ir a verla no se vieron desde hace unos meses se quejo conmigo, ella te quiere mucho lo sabes cierto?—. Hablo mientras se levantaba del sillón.

—Si papá lo se.

—Bueno llámame cuando estés allá.

Le dio un fuerte abrazo un beso y se fue.

Dejo todo listo al gerente del hotel le encargo todo esa misma noche.

Se preparo para el viaje a la ciudad de la costa sentía muchas ansias.

Emma le esperaba en el aeropuerto como siempre muy elegante y llamativa además de eso gritando.

—Nataliaaa...!!! aquí!!! aquí!!!.

Todos la miraban pero a ella no le importaba, tanta fue la emoción de Emma que contagio a Natalia quien corrió y se abrazaron saltando y gritando. Las miraban como un par de locas.

Natalia estaba feliz de estar ahí tendría unos días libres y seria genial estando con Emma.

Llegaron al la lujosa casa de la playa y no había nadie quien las reciba, Natalia estaba ansiosa por verlo pero no había nadie, entrando a la casa lo buscaba con la mirada, fue tan obvia que Emma se dio cuenta.

—Fernando volverá en la noche y Emanuel...

Se detuvo esperando el contacto visual de Natalia, puso su bolso en el sillón, se dio cuenta que se paralizó al escuchar de él continuo para tranquilizarla.

—Emanuel fue de campamento con sus compañeros de equipo, volverá el Lunes.

Faltaban dos días Natalia suspiro y se sintió mal por sentir esas cosas por alguien mucho menor pero su corazón latía más rápido cuando oia de él.

—Ha pasado mucho tiempo—.Hablo sin pensar.

—No pongas esa cara —,le dijo Emma acariciándole em brazo —.Tenemos una fiesta aquí, tenemos que ir de compras.

Se emociono.

—Siempre tienes fiestas?—.Le pregunto.

—Esta fiesta es diferente a las que organicé antes.

Dijo haciendo brillar los ojos.

—Quise salir de mi zona de confort y decidí que la fiesta sea de disfraces.

—No te parece muy infantil?.

—Oh!!! No lo había pensado así —dijo tomándose el menton —pero ya es tarde la fiesta es el domingo.

—Enserio pusiste fiesta de disfraces?.

—Si les explique que esto se trataba de no ser reconocidos ¡a todos les facino le temática!.

—Pero es...

—Solo tu dijiste esas cosas—la miro entristecida.

—Hey... no no...

Y la abrazo.

—Ok vamos por un disfraz para ti —dijo rapido con el mismo brillo en sus ojos.

Estaba un poco cansada pero Emma valía es sacrificio.

Fueron a muchos lugares nisiquiera dejo que se probara otros disfraces que no sean de ángeles, Emma no le dejaba ni opinar si a ella no le gustaba, no y punto.

Encontró un vestido blanco largo con escote en la espalda y tirantes tranparentes era de una tipo de tela delgado, ligero y suelto que resaltaba los atributos de Natalia, Emma definitivamente lo compro, sin que siquiera Natalia se viera en el espejo.

Fueron en busca de un par de alas y un antifaz cuando vio las alas, "ni loca me pondré eso", se dijo en su mente pero Emma decia que era perfecto estaba tan feliz que Natalia le dijo.

—El punto es que no me reconozcan?.

—Correcto —confirmo Emma alcanzandole un antifaz blanco con pelusas adornada con gritales, se lo probo "con esto nadie me reconocera".

El esperado día llego, desde muy temprano Emma andaba agetrada pero nada se le salia de control. Después de medio día Emma empezó con el ritual para alistace para ir a la fiesta mientras que Natalia dormia.

—Por Dios...!!! Natalia mira que hora es...

La despertó de una.

Emma ya estaba lista muy hermosa como siempre con su disfraz de la época victoriana con un vestido verde esmeralda muy pomposo en sus manos llevaba un antifaz con plumas que le hacia juego al vestido.

—Wauuu...

La alago Natalia frotándose los ojos.

—Vístete —le dijo poniendo el vestido y el resto del disfraz en la cama —.No mejor ve a bañarte.

La saco de su cama y la empujo a la ducha.

—Como me haces esto —le dijo un poco frustrada.

—Perdóname...

—No te puedo esperar... pero mandare a alguien por ti.

—Ok.

—Fabricio esta aquí. (Fabricio era el estilista de Emma). Le pediré que se encargue de ti.

Y le cerro la puerta del la ducha.

Natalia se vistió y Fabricio la ayudo encantado con su belleza.

Llego al lugar donde se suponía que era la fiesta, el chófer la ayudo a bajarse del coche y la acompaño a la entrada, allí el portero la miro asombrado le abrió la puerta, ya en el recibidor no sabia a donde dirigirse, muy apenada recorrió el lugar algo perdida escucho música y gente hablado, riendo, cantando, se acerco y las puertas se abrieron de par en par.

Alli era la fiesta, camino muy despacio ya que tenía que bajar un buen trecho de escaleras para llegar a la pista de baile donde ya asían los invitados, al notar la presencia de Natalia la gente se callo y un reflector la atrapo que la acompañaba mientras bajaba las escaleras todo en un silencio incómodo para ella.. ya casi por las últimas gradas un arlequín se le acerco y la ayudo a bajar, no la solto y la llevo con Emma fue un alivio verla.

Ya junto a Emma la fiesta volvió a cobrar vida.

—Tu si que sabes como llegar a una fiesta —le molesto Emma.

—No lo preparaste así?—.Pregunto el arlequín a Emma.

—No, pero me encanto.

Natalia reconoció al arlequín se trataba de Fernando.

—Emma tenías razón la fiesta es un éxito la gente se divierte y mira la variedad de disfraces —le alavo Natalia.

En ese momento un hombre disfrazado de un faraón se acercó a Fernando y le pidió permiso para bailar con Natalia, quien acepto.

Natalia se paso de mano en mano, bailando riendo y no recordaba ya con cuantos había bailado.

La música paro se detuvieron y Emma se acerco.

El hombre con el que bailo le agradeció quiso despedirse con un beso en la cara pero al último momento se arrepintió.

—Emma estoy cansada necesito aire...

Le dijo un poco agitada.

—Amo que te estés divirtiendo —la tomo de la mano y la llevo a un balcón de la parte de atrás que daba con un jardín muy lindo, ahí apenas se oía la música.

Se saco el antifaz para secarce un poco, la estaba pasado muy bien y ya quería volver.

—Tengo mucha sed —dijo Emma —Voy a tomar algo tu quieres?.

—No estoy bien —respondio Natalia.

Se quedo allí sola sentada mientras se masajeaba su pies sobre el tacón para volver a la contienda se puso el antifaz se disponía a levantarse.

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