capítulo 10- el comienzo de todo

Ya era otro día, Alice envía a Hilda a averiguar si el rey paso la noche con Eleonor, pues necesita estar segura, no quiere tener que planear una manera que lo hagan. Mientras Hilda hace su encargo, ella ha salido a practicar con la espada, los últimos días ha estado yendo un maestro para enseñarle, uno que le pidió a su padre que mandará, por suerte su carta si llego ante el Marqués, aquella vez; más tarde, Hilda regreso, confirmando que vieron a Eleonor salir de la residencia del rey, Alice sonríe por saber eso, al fin sucedió, ahora solo le toca hacer su parte para que la saquen de una vez del palacio.

Aldo ese mismo día estaba arrepentido por haber pasado la noche con Eleonor, pues ha roto la promesa que le hizo a Alice, Eleonor se disculpa muchas veces, antes de irse, pero, aún así, lo hecho, ya no se puede remediar, solo espera que Eleonor no quede embarazada, pero sabe, que Alice se va enterar de lo que ha pasado. Llama al mayordomo, para decirle que envíe una medicina anticonceptiva, para Eleonor, al menos no va permitir que quede embarazada. En la residencia de Eleonor, ella celebra el haber pasado la noche con el rey, ahora solo le queda tener esperanza de quedar embarazada, de ese modo, tendrá la oportunidad se ascender a reina y sacar a Alice del palacio.

Dos días después, Aldo procura buscar a Alice, encontrandola, practicando con su maestro de espada, la chica ya ha avanzado en su entrenamiento, pues esta en un duelo con aquel maestro, aunque es ella quien termina perdiendo, Aldo aplaude acercándose a Alice.

- es usted increíble, lady Alice. Nunca espere verla practicando la espada.

- majestad. Hay muchas cosas que no sabe de mi ¿necesito decirme algo? Creí que no volvería a verme después de aquella discusión.

- yo, comprendo el porque esta enojada, creo que he sido muy injusto.

Alice sonríe, solo mírenlo ahí, diciendo todo eso, porque es bastante obvio que se siente culpable por haber dormido con Eleonor, hasta ese punto, seguramente ya hablo con esa chica para que hacerle saber que no debe decir nada aún, Eleonor debe estar furiosa, pero se mantendrá en silencio hasta que se entera del embarazo.

- agradezco que diga eso, pero realmente, sigo insistiendo en que esa mujer debe irse. Así sea su amiga, a mi, no me da buena espina.

- comprendo que la ve como rival, pero, yo...

Ahora mismo el rey, ya no puede jurar que nunca pasará la noche con Eleonor, porque lo ha hecho y por lo visto, Alice no se ha enterado de nada, por supuesto, espera que siga así, ya que la fecha acordada para el matrimonio, se acerca y no quiere que todo se vea arruinado por un error.

- ¿que sucede majestad? ¿Esta todo bien?

- si, solo espero que todo mejore entre nosotros, ya que dentro de poco, seremos marido y mujer, como siempre hemos querido.

- por supuesto majestad, pero prometa que a lady Eleonor, la mantendrá lejos de nosotros, aunque no la pueda sacar del palacio, puede evitar que ella se pasee por todo el palacio.

- lo haré, no dejaré que ella este ante su presencia.

Aldo le toma de ambas manos, sonriendo, pero Alice sabe porque ha aceptado esa petición, debe ser porque se siente culpable de lo que ha hecho. Alice procura sonreír, que el rey crea que ella, no sabe nada.

- me hace tan feliz majestad.

Alice ya le abraza apoyando su barbilla en el hombro del rey, este le corresponde, alegre de que finalmente, estarán bien. Durante ese tiempo, nuevamente comenzaron a verse seguido para comer juntos o simplemente salir a caminar, Eleonor estaba furiosa por eso y más cuando se le prohibió entrar al palacio principal, el Duque Dumas no estaba de acuerdo, pero el rey alegó que como Eleonor es una concubina, no puede pasearse como si fuese algo más; todo iba perfectamente, hasta que Eleonor sufrió un desmayo, entonces Alice fue a verla junto con Aldo, el médico les da la noticia, en ese momento, Alice suelta la mano de Aldo, mientras el médico felicita al rey, pero, puede ver la mirada de decepción de Alice, ella se alegra de poder ser buena actriz, antes de que pueda decir algo el rey, Alice sale corriendo de ahí, pero, en su camino a su residencia, ella sonríe, finalmente, esta llegando el momento de salir de ese palacio, sin que afecte demasiado a sus padres, pues, si ella fuese quien rompiera el matrimonio, sería una gran ofensa a la familia real.

Aldo ordeno que cuidarán de Eleonor, mientras que él iba por Alice, pero al llegar a su residencia, ella se negó a abrir las puertas de la mansión, debe hacerse la sufrida; por otro lado, Eleonor estaba feliz, ahora con ese embarazo, tiene muchas más posibilidades de ganarle a Alice y tal vez la boda que estaba era de la albina, sea ahora la suya.