capítulo 3- rechazo

Una mañana más ha llegado, desde que renació en ese mundo, a procurado anotar todo lo que recuerda, el primer detalle que ha cambiado, es el hecho de que el día anterior, Eleonor la visito, cuando eso no debería suceder, pues Alice solo se había escondido en su mansión, durante dos días y después de eso, Aldo la visitaba para explicarle el porque tuvo que aceptar a Eleonor como concubina, entonces, la situación no encaja, ya que para haber renacido en el cuerpo de Alice, ella debía haber muerto, algo que obviamente no sucedió en la novela, nisiquiera recuerda que haya ocurrido algún atentado contra ella, pregunto a las doncellas y solo le han dicho, que se había desmayado.

- ¿que haré ahora? ¿Habrá una manera de volver a mi mundo?

Alice deja salir un suspiro, solo recuerda el momento de su muerte y en como vio todo oscuro, luego, despertó ahí, en ese mundo. Su doncella, Hilda le dice que el rey la busca y que esta en la sala esperando, Alice le agradece, pero, deja esperando un rato más a ese hombre, recuerda perfectamente la novela y odio que al final, la protagonista regresará con ese rey infiel.

Después de casi media hora, es cuando fue a la sala, al verla, Aldo se puso de pié y se acerco, tomando sus manos entre las suyas.

- Alice, lamento todo lo que ha pasado, pero, la aceptación de una concubina, fue solo porque el consejo real, así lo quiso.

- no necesito explicaciones, pero tampoco me pida que sea comprensiva.

Alice aparta las manos y pasa a sentarse en un sofá pequeño para no tener a ese hombre sentado a su lado.

- se que estas molesta, pero, ya se lo paso, no debiste agredir a lady Eleonor, ella tampoco tiene la culpa.

- ¿agredir? No se de que me habla, pero, si es así como lo cree, no me interesa.

Alice solo cree que ese rey es un estúpido, creyendo las cosas que esa tal Eleonor le dice y por lo visto, ya se invento una agresión.

- no se trata de que yo lo crea, vi el golpe en su mejilla, no sea dura con ella, además prometió que ella permanecerá lejos de nosotros.

- ¿golpe? Ya veo, no me interesa su promesa, lo creeré, cuando lo vea. Majestad, si no tiene más que decir, me retiro, quiero estar a solas.

Alice se puso de pié y sin esperar respuesta alguna, paso a salir de esa sala, aunque Aldo le estuviese llamando. Aldo se retira, suponiendo que aún sigue enojada, pero, ya debería estar preparada para algo así, pues el rey anterior había tenido concubinas, las cuales ya han sido enviadas fuera del palacio cuando el rey enfermo y ahora, solo la madre de Aldo, la reina, es quien se dedica a cuidar de su esposo, los medios hermanos de Aldo, siguen con el título de príncipes, pero ninguno tiene derecho a heredar, por lo que no se han creado conflictos, si la reina solo hubiese tenido hijas, entonces cada hijo de las concubinas, tendría derecho a luchar por el trono, pero como es el caso, deben vivir pacíficamente.

Eleonor había enviado a Saly para averiguar si Alice ha sido regañada, pero al parecer, no hubo más que rechazo de Alice hacía Aldo, aún parecía enojada con él, pero a Eleonor le enoja saber que Alice no fue regañada.

- necesito hacer algo diferente...no dejaré que ella gane.

- si me lo permite ¿y si, logra dar a luz al primer hijo de su majestad? Usted estaría en ventaja, la corte real podría estar de su lado.

- Saly eres una genio, tengo que acercarme a su majestad, ahora que esa estúpida prefiere estar sola.

Es hora de prepararse, sin duda, debe aprovechar el momento y si Alice se enojo cuando entró de concubina, todo se acabará cuando se enteré que esta embarazada del rey. Alice por su parte, estaba en el balcón de su habitación, calculando por las fechas, sabe que dentro de tres meses se anunciará que Eleonor esta embarazada, así que su plan es dejar que todo fluya como debe, con la diferencia, que ella, piensa cambiar el final y de ninguna manera, se piensa quedar con el Rey.

Finalmente Alice, decidió salir de su mansión, pronto Eleonor y Aldo son informados de esto, por lo que, el primero en ir a verla, fue Aldo, estaba feliz de que nuevamente podrían pasar el tiempo juntos y continuar con todos los planes para la boda; al llegar al palacio principal, Aldo al encuentra bebiendo el té en el jardín, feliz se acerca, pero, puede notar que la expresión de Alice al verlo, era de indiferencia.

- lady Alice, me alegra tanto que haya salido de su encierro.

- no puedo estar encerrada de por vida. Pero, salí porque me gusta ser libre, no porque haya perdonado.

- pero...lady Alice, usted sabe, que es normal que un rey tenga concubinas, la diferencia es que le he prometido a usted jamás estar con ellas.

- ¿ellas? De modo que debo esperar a ver muchas más. Creo que solo se ha arruinado mi día.

Deja su taza sobre la mesa y se pone de pié, diciendo que debe salir, pues quedo de visitar a su madre. Alice espera, pasen rápidamente los meses para poder irse lejos de ese chico.

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