¡Dile que estoy muerta!

Nicole y su amiga, platicaban a gusto, cuando de pronto se escuchó el timbre.

¡Debe ser el vecino, ya vuelvo! Julieta se levantó y al abrir, se sorprendió al ver que no se trataba de su vecino.

""¡Vengo por la Sra. Nicole!""

Al escuchar esto Nicole, se acercó a la puerta y reconoció al hombre de inmediato, se trataba del chófer de Rayo.

¡Dile a tu jefe que no estoy, dile que ya estoy muerta, dile que aunque, venga el mismo no me moveré de aquí!

Bajo el paraguas el chófer volvió como perro arrepentido, ya que la lluvia continuaba siendo intensa.

Thiago, escuchó con atención lo que le informó su chófer y de inmediato contestó.

<<¡Me está retando!>> El hombre esbozó una sonrisa un tanto maníaca, mientras salía del auto hecho una fiera.

¡Sr. El paraguas se mojará! Le grito el chófer.

A Thiago esto no le importo y continúo caminando bajo la fuerte lluvia.

El timbre nuevamente sonó y ante esto Julieta añadió.

¡Debe ser otra vez su chofer! Yuli se levantó para abrír nuevamente pero esta vez se sorprendió al ver de quien se trataba.

¡Ay... Dios mío, los ángeles se cayeron con la lluvia!

Yuli no pudo contener su comentario cuando vio a Thiago, mojado en la puerta.

Mientras que Nicole le grito desde adentro. “Qué le digas que estoy muerta” no pienso ir a ningún lado.

Instantáneamente, Thiago empujó a Julieta hacia un lado. "Quítate" Él no necesitó una invitación solamente entro como si nada.

Con el ceño fruncido se paró frente a Nicole y le dijo.

"Luces muy bien para estar muerta" ¡Anda levántate de inmediato!

Nicole, no salía de su asombro, jamás imaginó verlo frente a ella, supuso que solamente el chófer había llegado, pero verlo frente ella y mojado la dejo asombrada.

¡No quiero ir! La mujer se aferró fuerte a la silla, ella de verdad no quería ir a ningún lado con él.

¡Nicole, contaré hasta tres para que te levantes, si no lo haces luego no me culpes!

_¡Uno…!

“Ya te dije…”

¡Dos y tres…!

Thiago, no la dejó ni hablar. Él la sacó al hombro de lugar la palabra paciencia no existe en su diccionario.

<<¡Rayo, Bájame!>>

!Te advierto que si no lo haces gritaré lo más duro que pueda!

"Julieta, ayúdame por favor llama a la policía dile que un maniático me secuestro, dile que el demente piensa matarme"

Thiago, se dio la vuelta para advertir a Julieta.

!Ni se te ocurra hacer lo que pide!

Luego salió de ahí con Nicole en su hombro. <<¡Suéltame salvaje!>>

Ella arremetió a golpes en la espalda de Rayo, pero hombre parece no sentir nada.

Thiago, la bajó hasta que estuvo a un lado de la limusina, y al hacerlo dijo con disgusto.

<<¡No me importa cuan enojada estés!>> ¡Siempre tienes que volver a casa!

<<¡No, quiero ir!>>

Al terminar de hablar se escuchó un fuerte trueno y Nicole se asustó con el retumbo y de inmediato busco refugiarse en los brazos de Thiago.

Por la fría lluvia los labios de Nicole comenzaron a titiritar, al verla temblar como conejo, Thiago suavizó el tono de su voz y le preguntó con gentileza.

¿Te dan miedo los truenos?

<<¡Si y ahora también los Rayos!>>

Ella lo aparto cuando sintió el aliento de hombre casi en la nuca.

¡¡Ven vamos a casa!!

Thiago, la tomó de la mano y la ayudó a subir al auto, los dos estaban mojados de pie a cabeza, y Nicole, trataba de no moverse para no mojar más los asientos de vehículo.

Al percatarse de incomodidad de Nicole, el hombre le dijo. ¡Relájate para mañana temprano la limusina estará como nueva!

“Toma para que te seques” Thiago le pasó una toalla, en ese momento la mirada de Nicole se clavó sobre el rostro del hombre no podía creer lo amable que estaba siendo con ella.

¡Si me sigues mirando de esa manera pensaré que te enamoraste de mí!

<<¡No digas estupideces!>>

"Solo me preguntaba ¿cómo es que de pronto cambiaste tanto?

¡No hables de eso!

Solamente pórtate bien y no me hagas enojar. Thiago no sabía como abordar ese tema con ella por lo que evadió la conversación.

Cuando llegaron a la mansión, él se dirigió directo a su habitación, esperaba que su esposa lo siguiera pero ella nunca apareció, ante eso decidió darse una ducha mientras, ella se decidía a subir.