Cap. 12 Matrimonio consumado

La hermosa mujer tendida en la cama empezó a jalar su bata buscando refrescarse un poco, dejando su cuerpo desnudo sobre la cama.

        Maldita sea… cuanto tiempo mas me va a torturar este calor _ Luna protestaba en voz alta para después morder su labio inferior, excitada y acalorada no sabia que hacer hasta que dejo de divagar por un momento y recordó las explicaciones de salud sexual de Drixi, la mejor manera de masturbarce.

Luna nunca lo había hecho, no por mojigata si no por perezosa y desinteresada, esta era la oportunidad de aliviar su calentura de alguna manera.

Comenzó a pasar sus manos por sus senos hasta encontrar sus pequeños y vírgenes pezones erguidos, la sensación hizo que su espalda se arqueara, mientras su mano derecha bajaba hacia su intimidad.

Esta vista candente hizo que la manzana de Adán de Krathos ruede varias veces, sintió que su boca estaba seca y no pudo evitar acercarse más a la cama, una necesidad morbosa lo incitaba a mirar más de cerca. 

La vista que tenia ante él le recordo el sueño de la noche anterior, era ese vestido rojo sangre que arrancaba de su cuerpo lechoso dejandola totalmente desnuda como la tenia en este momento “podria tomarla ahora, es mi esposa de todas formas” sus pensamientos lo traicionaba, no se dio cuenta en ese momento que no estaba pensando en Amalia, desde la noche anterior que solo pensaba en lo que este pequeño angel hacia y no hacia.

Por inercia se acercó aún más a la cama mientras Luna gemía intentando darse placer a sí misma, Ella aún estaba ajena al intruso que la observaba con deseo, intentaba buscar se autosatisfacción pero para una novata por muy excitada que este le costaba reconocer sus puntos más sensibles, abrió los ojos de repente y pudo ver la figura alta cerca de la cama mirándola, lo que la saco un poco de su bruma e intentó ponerse lo más sobria posible, trato de taparse pero sus fuerzas habían desaparecido, se acurruco tratando de cubrirse pero solo se veia mas encantadora.

        E..eres Krathos…. ¿Qué haces aquí? lárgate, sal de aquí… Ella intentaba ser amenazante pero su voz no ayudaba, era un tono más coqueto que imponente.

        ¿Te sientes mal? te puedo ayudar, depende de ti..._ Krathos se acercó más a la cama, aunque su mente le decía que aparte esa cómoda de la puerta y salga ahora mismo su cuerpo no tenía intenciones de alejarse de ella, la quería tomar ahora, la necesitaba, su auto control había salido por la ventana sin despedirse.

        No te acerques, alejate pervertido, ¿cómo entraste?_ Luna estaba asustada no podía pasar por lo de antes pero la bruma estaba volviendo y la sacó de la cordura enviándola a la lujuria que la envolvió de nuevo.

        Ya que no puedes decidir por ti misma voy a ser bondadoso y te voy a ayudar _ El hombre alto y fuerte se acercó a ella jalando de su tobillo la atrajo a su lado y la posicionó debajo de él.

Ella no se negaba, cuando sintió el cuerpo del hombre sobre ella, se puso más aliviada, sentía que era un gran cubo de hielo, solo quería refregarse a él, tenía un aroma embriagante, había una mezcla de frescura con hormonas masculinas que la envolvían, ella rodeó la cintura del hombre con sus piernas mientra lo rodeaba con los brazos del cuello.

Él la miró fijamente observando cada detalle del lindo rostro de su esposa, sus mejillas sonrojadas la hacían ver adorable y apetecible.

        ¿Quién soy?_ el pregunto con voz ronca y gruesa

        Krathos, eres el maldito Krathos _ ella murmuró con la mirada borrosa.

La comisura de los labios de Kratos se alzaron en una sonrisa maléfica, se inclinó y la besó ferozmente, su beso era exigente, demandante, metió su lengua en su boca explorando toda su dulzura, la besó hasta dejarla sin aire, cuando la soltó Luna jadeaba tratando de respirar, mientras ella se recuperaba el se quito la ropa en segundos, volvió a besar sus labios pero fue bajando con besos húmedos por su su cuello haciéndola gemir, mordisqueo suavemente su clavícula y tomó con sus manos sus senos masajeandolos y luego llevó su boca a ellos para devorar sus erguidos pezones, lo que hizo que la espalda de Luna haga un arco por el placer que sentía.

Pasó su boca de un pezón al otro lamiendo chupando y mordisqueando sus pequeños y rosados pezones, haciéndola gemir cada vez más, mientras mordía apasionadamente su cuello su mano se posó en la zona de su clítoris y empezó a masajear hasta que la hizo gritar de placer.

Mientras ella estaba sumergida en su orgasmo él puso su miembro completamente erecto en la entrada de Luna que estaba húmeda y totalmente lubricada para él, con un empuje entro aun no totalmente haciendo que ella haga una queja, él frunció las cejas al sentir la estrechez, la presión era intensa, “es virgen pero ¿los rumores de sus amantes?” él se desconcertó pero no pudo pensarlo mucho, Luna empezó a gimotear de dolor, antes de que su esposa se eche para atrás el término de hundirse dentro de ella, un quejido más fuerte detuvo la acción.

AY.. duele, me duele mucho sacalo, es muy grande _ sollozó Luna mientras unas lágrimas salían de sus hermosos ojos.

Pequeño ángel relájate, el dolor va a pasar, te acostumbraras a mi tamaño, la próxima vez no dolerá tanto _  él le susurraba al oído, su tono era amable y tranquilo.

Unos minutos después que él besara sus labios y limpiaba sus lágrimas con los pulgares Luna ya no sentía tanto dolor ya que se iba reemplazando por placer, ella instintivamente movió las caderas pidiéndole a él que empiece follarla, él obedeció embistiendo primero pausadamente para aumentar el ritmo paulatinamente.

Ella empezó a gemir de placer mientras él gruñía en momentos por la satisfacción de la estrechez de su esposa, ambos se sumergieron en la lujuria.

Krathos devoró a Luna un par de veces más después de su primer asalto haciéndola gritar de placer, ya casi amaneciendo ambos cayeron rendidos en un sueño profundo.

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