¡Que susto!

Comenzamos a bailar y allí, en aquel lugar, en compañía de aquel hombre tan increíblemente guapo me perdí, olvidé mi vida, olvide que era mi jefe, olvide que estaba en casa de sus padres, olvide todo.

comenzamos a beber de una manera desenfrenada, reíamos de cada chiste, de cada momento recordado, de cada intento de caída al bailar, simplemente reíamos.

De pronto sonó una hermosa canción de Maelo Ruiz " Regalame una noche" y comenzamos a bailar, Joel cantaba aquel disco muy cerca de mi oído y eso me hacía sentir un cosquilleo extraño en mi cuerpo, me sentía nerviosa, asustada pero al mismo tiempo estaba feliz.

Quedamos frente a frente, solo mirándonos fijamente y sin decirnos nada, solo contemplando nuestras miradas.

- Gracias por aparecer en mi vida, gracias por regalarme un poquito de tu tiempo y por ser esa base que me falta en este preciso momento.-

- Sshhh, no digas nada más Joel, no dañes este momento.- Y Dicho esto y con mis tragos haciendo efecto me acerque a él y bese su deliciosa boca hasta que nuestros cuerpos nos exigieron tomar aire.

- ¡Wow! no esperaba esto.- Dijo él con esa hermosa sonrisa dibujandose a la perfección en sus labios.

- Yo tampoco, pero la verdad es que tú me haces perder la cabeza y no entiendo porqué, si tú y yo somos prácticamente un par de extraños.-

- Bueno, en ese caso debo decirte que me encanta escuchar música, amo ver deportes, no me gusta el sushi, Manejo dos fundaciones una donde ayudamos a los niños con cáncer de todo tipo. y otra donde rescatamos animales maltratados y o abandonados, tengo una casa a las afueras de la ciudad y un apartamento aquí cerca y amo diseñar y construir enormes proyectos y me encanta ir al parque en la noche y contemplar todas las maravillas que se asoman en el cielo... Ese soy yo.-

- ¡Wow! A mí me gusta mucho diseñar, trazar, dibujar he ayudado en algunos proyectos pero ninguno propio aún, amo a mi familia, tengo una hermana que está medio loca y otra que está en la adolecencia, tengo un sobrino de 7 años que me enamora más cada que lo veo, amo cocinar, canto y bailo cuando me baño y no soy muy sociable, prefiero ver películas en casa y jamás me he enbrigado así que creo que contigo será mi primera vez.- Dije esto y comencé a reír de una manera extraña, definitivamente el alcohol me estaba haciendo efecto.

- Bueno yo creo que con esto ya solucionamos lo de ser... un par de extraños.

- Lo sé.-

Sin decir nada más volvimos a besarnos pero este beso se hizo más profundo, nuestras manos comenzaron a recorrer nuestros cuerpos y comenzamos a quitar nuestra ropa y a besarnos con intensidad y pasión, aquella noche y con esos tragos estába dispuesta a entregarme a ese hermoso hombre que me estaba volviendo completamente loca, cada beso, cada recorrido que el hacía en mi cuerpo con su lengua me desestabilizaba y me hacía arder de pasión.

Pero... cómo todo nunca es perfecto.

En ese preciso momento en que ya iba llegando a mi parte más escondida sucedió lo que menos esperaba.

- Joel, Joel ¿Que te pasa? dime ¿Que te está sucediendo?.¡ Maldita sea! -

- Alana no puedo respirar, me falta el aire, por favor toma mi teléfono y llama a Emiliano, dile que venga pero dile que no haga ningún ruido de alerta, solo dile que venga sin que nadie lo vea.-

- ¿Que? pero...-

- hazlo.-

Tome su teléfono y llamé a su hermano.

- Emiliano necesito que vengas a la cabaña pero oye no quiere que nadie te vea venir por favor solo te pido que te apresures.-

Bien, en el baño hay alcohol por favor humedece algodón y tráemelo.-

Se le dificultaba cada vez más respirar y estaba completamente pálido, los nervios estabas a mil, mi cabeza no razonaba si no lo necesario.

Justo en el momento en que Joel comenzó a oler el algodón Emiliano tocó la puerta.

Yo corrí a abrirla y en ese momento Emiliano se quedó viéndome bastante aterrado, desconcertado o más bien asombrado.

- ¿Que pasa?, no te quedes viéndome y entra a ayudar a Joel por favor.-

- Claro - Aclaro su garganta.- Claro que sí.-

Emiliano entro y comenzó a tomar el pulso de Joel, luego lo acomodo sobre la cama y saco de el bolsillo de la chaqueta unas pastillas y un inhalador aplicó eso y me pidió un vaso de agua el cual servi

rápidamente y se lo entregue, Joel tomó ese medicamento y de repente quedó completamente dormido.

- ¿Que le ha pasado? ¿Porque lo dejas dormir?.- Pregunté agarrando mi cabeza y moviéndome de un lado a otro.

- Tranquilízate estos bajones son normales, suceden cada que él tiene emociones fuertes, a demás el no debería beber pero hace un par de semanas ha venido haciéndolo constantemente, no se emborracha pero si bebe más de lo que su cuerpo puede tolerar.-

- ¿Pero está bien?.-

- Sí, lo estará.-

Luego de que el dijo eso me fui al sofá y me senté poniendo mis rodillas cerca mi pecho y tal vez a lo que mi cuerpo volvio en sí, comencé a llorar como si me hubieran arrancado un pedazo de piel.

- Oye, entiendo que todo esto que está pasando no lo esperabas nena pero debes calmarte, por tu bien y por el de joel.-

- Lo sé, disculpame es solo qué... nada de esto debió pasar, yo no debí estar aquí, no debí beber con él no...-

- Sshh, calmate, y vístete luego yo te llevaré a casa si.-

- ¿Que?... - En ese momento quería que se habriera la tierra y me tragará - ¡Hay por Dios!. Disculpame Emiliano en el momento de la angustia no analice lo que estaba pasando, lo siento.- Dije poniéndome rápidamente de pie y buscando mi pantalón y mi blusa.

- Tranquila, eres realmente bella y ahora entiendo porqué vuelves loco a mi hermano.-

- ¡Oye! guarda tus comentarios si.-

- Está bien.- Dijo sonriendo y viéndome correr por el lugar.

Era evidente que su cara de asombro al llegar fue porque yo estaba frente a él en solo ropa interior, expuesta a su mirada.

Luego de que me volví a vestir, agarre mi bolso y decidí salir.

- Oye ¿A dónde diablos vas?.- Dijo Emiliano agarrándome del brazo.

- Voy a buscar en que irme, yo no debo estar aquí, nada, escuchame bien Emiliano nada de lo que sucedió hoy está bien.-

- Ya te dije que yo te llevo, uno porque es de madrugada y dos porque estás ebria.-

- No estoy ebria, si bebí un par de tragos pero ebria no estoy okay.-

- Okay, pero déjame llevarte a casa.-

- ¿Y a Joel quien lo va a cuidar?.-

- Nadie, él estará dormido toda la noche y nada pasará igual si te tranquiliza llamamos a zara para que se quede con él.-

- Bien, la llamas luego de haber salido de este lugar.-

Fuimos hasta el estacionamiento y allí subí al auto de Emiliano, todo esto es una locura completa, tanta adrenalina no es buena para mí.

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