confesión y cena

Muchas gracias por traerme joel.-

- para mí ha sido un gustó, pero permíteme yo te abro la puerta por favor.-

- Gracias.- conteste con algo de pena.

Él bajó del auto y se dirigió para abrir la puerta y ayudarme a bajar, lo que me deja siempre impactada es que cada que su piel tiene contacto con la mía siento esa electricidad en mi vientre, en mi mente, en todo mi ser.

Me acompañó hasta la entrada de mi casa y allí me entrego mi bolso.

Ni cuenta me dí de que él llevaba mi bolso ¡Santo cielo! con este hombre al lado todo se me olvida caramba.

- Bueno te dejo sana y salva en la entrada de tu casa señorita Alana.- Dijo sonriendo con algo de picardía.

Y realmente me encanta verlo así.

- Muchas gracias señor, pero no sé si...- Aclare mi garganta y por supuesto sintiendo que mi rostro enrojecia dije: - ¿Gusta pasar y beber algo antes de retirarse?.-

- Bueno, una copa de vino más no me hará daño.-

- Genial, pasa por favor.-

Entramos y yo descargue en el sofá mis cosas y procedi a servirle una copa a mi jefe.

- ¿Y la tuya?,¡Oh vamos nena! no vas a dejarme beber solo este último trago verdad.-

- Está bien, beberemos este último trago del día.-

Serví mi trago y me acerque a él, chocando nuestras copas sin un motivo específico para brindar.

- Tienes una casa bellísima, se siente ese amor de hogar.-

- Así la dejaron nuestros padres pero estamos en proyectos para remodelar todo, está es una casa muy grande para mi hermana y para mí, pero queremos agrandar más los espacios.-

- Bueno es una excelente idea, ¿Y en cuanto tiempo inician con la remodelación?.-

- Está programada para dentro de un mes, pero debemos buscar a dónde iremos mientras tanto y aún no hemos hecho nada, esto nos tiene algo estresadas pero sé que nos acomodaremos pronto.-

- Bueno, tal vez yo pueda echarles una mano, ¡Bueno! si tu me lo permites.-

- Muchas gracias Joel, claro que si necesito de tu ayuda sin duda alguna te llamaré.-

Terminamos entre charla nuestras bebidas y yo decidí quitar mis zapatos para poder entrar a la cocina y verificar que había en la nevera para poder preparar. Nao llegará en un rato y yo le prometí que prepararía la comida.

- Voy a ver qué puedo preparar de cenar, mi hermana es muy comelona, pero la verdad detesto que pida comida, habiendo que preparar en casa es mejor y más saludable.-

- Tienes razón, a mi también me encanta cocinar, pero por el trabajo muy pocas veces lo hago, aunque Emiliano tiene empleada, el si es muy perezoso.-

- ¡¿viven juntos?!.-

- Si, desde hace año y medio estamos viviendo los dos, querían que estuviera con mis padres pero la verdad no me gusta sentirme inútil.-

- Disculpa que te lo pregunté pero, ¿Porqué dices eso?.-

- Bueno Alana...- Aclaro su garganta y su rostro cambio. pasó de verse serio a verse agobiado, dolido, con miedo tal vez.- Yo siempre fui muy juicioso con mi salud y según yo me cuidaba lo suficiente pero hace año y medio en un evento familiar sufrí un desmayó, luego de eso me trasladaron a la clínica y allí me hicieron una cantidad de exámenes y al final me dijeron que tengo cáncer en la sangre.-

- Dios, pero... ¿Estás en tratamiento verdad?.-

- Si, pero esto no me ha ayudado mucho, la enfermedad está muy avanzada y aunque la tengo controlada se que pronto no estaré.-

- No digas eso Joel, mira que los milagros existen, además en este tiempo hay muchas maneras de combatir esa enfermedad.- Agarre su mano al decir eso y la verdad fue inevitable no abrazarlo, no sé porqué pero está noticia me estaba afectando demasiado.

- Nunca le había contado esto a nadie, los únicos que saben son mis padres y hermanos, pero no sé porqué contigo si me sentí seguro de hacerlo.- Dijo apretándole más fuerte contra él.

En ese momento no dije nada más, solo sé que estuvimos por mucho tiempo abrazados.

Naomi.- Pero bueno, ¿Acaso hoy es el día de los abrazos?.-

Nos soltamos de inmediato y reímos fuerte al escuchar a mi hermana hacer ese comentario.

Joel - Señorita Naomi discúlpanos, solo estábamos...-

- Naomi - Abrazándose ya lo sé, lo vi.-

Alana - ¿Como te fue Nao, que tal estuvo tu día?.-

Naomi - A mi igual que siempre, nada nuevo, pero dime tú ¿Como te fue en tu primer día?. Bueno, aunque debo deducir que con tan grata compañía te tuvo que ir más que bien.-

Alana - Deja tus comentarios para después.-

Joel - Yo creo que me voy, gracias por el vino Alana, y gracias por tu compañía.-

Alana - No te vayas, quédate a cenar por favor, es lo mínimo que puedo hacer ya que te ofreciste a ser mi chófer.-

Naomi - Si Joel, quédate, mira que Alana es la mejor cocinera que existe.-

Joel - Bueno, siendo así no puedo despreciarles su invitación, pero con una condición. Yo te ayudo a preparar la cena.-

Alana - Está bien, aunque... De acuerdo.-

Naomi - mientras ustedes disfrutan de la cocina yo iré a mi cuarto, tengo una reunión y a penas termina bajo.-

Decidí preparar una deliciosa ensalada rusa, es algo fácil de hacer así que aliste todo para cocinar y luego preparar.

- ¿Te parece si yo te ayudo con la papa?.-

- ¡De acuerdo!, así nos rinde un poco más, Nao debe estar muerta del hambre.-

- Bueno, yo te retrasé y por eso estoy aquí para ayudarte.-

- Gracias Joel, debo ser sincera, realmente me agrada tu compañía, además ¡Debes sentirte halagado! yo jamás permito que alguien ingresé a mi cocina.-

- ¡Ah bueno! pero... ¿Han habido muchos chicos que han querido ayudarte en la cocina?.-

- Jajaja, bueno siendo honesta ninguno.-

- Okay, ahora sí me ciento completamente halagado.-

Entre charla y charla terminamos de preparar la cena y alistar la mesa para poder disfrutar de la cena.

- Subire a buscar a Nao, permíteme un momento por favor.-

- por supuesto.-

Bajamos y nos sentamos a cenar, en completa calma y como si nos conociéramos de mucho tiempo atrás.

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