El Día Que Cambió Mi Vida

Capítulo 1 Antes del día que

Narrado por Natalie.

-. Quién soy actualmente no es ni la sombra de quién solía ser, es increíble como un evento puede cambiar el curso de tu vida de la noche a la mañana, en mi caso llamo a ese evento “el día que”, si bien no soy de esas personas que creen en el destino escrito en piedras o ese tipo de cosas jamás pude preveer que me sucedería algo así, pero ya no hay vuelta atrás mi burbuja ya se rompió, el castillo de la vida perfecta que construí en mi cabeza se derrumbó al punto que hoy veo mi futuro en tinieblas y debo recomenzar a reescribir mi historia.

Para poder entrar de lleno a hablar del día en cuestión, relataré un poco sobre mí. Soy la menor de dos hermanos, cuando éramos niños solíamos ser inseparables a pesar de tener cinco años de diferencia, mi hermano Alex y yo compartimos momentos felices, recuerdo a Mamá con su cara de falsa molestia en las mañanas a la hora del desayuno, cuando Alex bromeaba sobre la formas extrañas de los hotcakes de mamá, además de sus exóticas figuras eran duros como rocas; Pues definitivamente la cocina no era la fortaleza de mi madre, igualmente como no tener presente las excursiones planeadas siempre unas horas antes de salir por papá, en su mayoría terminábamos en los lugares más singulares comiendo comidas de dudosas procedencias a la orilla del camino pero donde disfrutábamos un montón. Crecimos en Saranac Lake una pequeña villa ubicada en los condados de Essex y Franklin del estado Nueva York caracterizada por poseer un hermoso entorno natural.

Mis padres, Cristina Ruiz, una linda Venezolana que aunque chaparrita tenía un cuerpo de infarto y Jacob Smith, caucásico atractivo de ojos color miel alto y Estadounidense, se conocieron en un viaje que habían hecho él por negocios y ella por turismo, al final decidieron radicarse en dicho lugar enamorados de su hermoso y tranquilo paisaje natural, alejado de lo que venían acostumbrados en la gran ciudad y donde aún viven, aunque nunca cumplieron con el estándares que exigía la sociedad en ese entonces, pues nunca se casaron y después de diez años de convivencia decidieron emprender caminos diferentes, sin embargo continuaron siendo los mejores amigos, Alex y yo siempre contamos con su apoyo incondicional en todo momento, cosa que para los demás fue difícil de entender como una familia podía ser tan unida estando juntos pero no revueltos como mamá le decía, yo diría que el éxito de tan singular relación dependía en gran medida de la sinceridad que caracterizó comunicación en la conexión de mis padres además de esa neguentropía que alejaba el caos de nuestro loco pero muy amoroso sistema familiar.

En mis días de universitaria fui una completa nerd introvertida viviendo en la gran ciudad, donde compartía un pequeño departamento con mi amiga Sara e hija de doña Lucia nuestra vecina y mejor amiga de mi madre. La personalidad de Sara es completamente opuesta a la mía aunque siempre respetó mi forma de ser y manera de pensar, ha de ser por eso que nuestros días de convivencia fueron tan buenos. A mis 22 años me titule como administradora de empresas y año y medio después termine mi Magister desde ese entonces trabajo como asistente en jefe en el área de Administración en V&V una importante cadena de joyerías al nivel mundial con sucursales en las principales ciudades de Europa, América y Asia.

V&V fue el lugar donde conocí a Roberto Montalvo, Español de nacimiento pero criado en Norteamérica desde muy corta edad, delgado pero con musculatura definida de 1.80 de estatura, rubio de ojos azules y labios delgados y provocativos, puedo confesar que no es mi tipo, no me mal intérpretes es un hombre guapo muy atractivo que dejaba babeando a más de una en la oficina, pero en un inicio lo vi como un colega más, es contador de 30 años de edad, al principio fue un tanto insistente para salir en plan de algo más que amigos, pues mi primera impresión fue de Casanova, ya que note una que otra miradas con otras compañeras de trabajo, persistió por más de un mes para concretar nuestra primera cita, siempre queriendo impresionar con sus conocimientos e inteligencia, en ocasiones un poco arrogante, y sé que tal vez peque siendo un poco generalizando pero que hombre no es así, recuerdo que la primera semana me llevo una Rosa días tras día al trabajo, la siguiente semana cambio de estrategia y cuando yo llegaba a mi lugar de trabajo ya tenía una bebida calientita acompañadas de unas magdalenas recién horneadas compradas en mi cafetería favorita y que mujer se resiste ante semejante detalle, como iba descubriendo de apoco mis gustos ayudaba a sumar cada vez más puntos en su misión de conquistar mi atención y si bien había comenzado con una puntuación con treinta puntos por debajo del rango base, pues el día que nos presentaron lo había cachado coqueteando con Sandra la recepcionista recién contratada y Ava la morena del departamento de publicidad y marketing.

No obstante su perseverancia y pequeños detalles lograron llamar mi atención ya después de cuatro semanas entre flores, desayunos y coqueteos ocasionales no me pude negar a darme la oportunidad de conocernos un poco más. Pasados unos seis meses de novios un domingo que compartíamos en mi departamento para ese entonces un mes de abril me propuso matrimonio de la nada, no negare que al principio pensé que solo era por interés de llegar rápido a tercera base, pues hacía un tiempo le había pedido que me tuviera paciencia pues aún no había tenido relaciones sexuales con otra persona y quería mantenerme así hasta el momento después de casarme, ya sé que algunos pensaran que es una idea un poco ridícula y arcaica o que mis padres influyeron de alguna manera, pues al contrario papá y mamá (después) de haber cumplido mis dieciséis una tarde después de llegar del high school, había tenido la tan incómoda charla de ETS y planificación de natalidad, acompañadas por supuesto con un souvenirs con una cajita llena de condones y anticonceptivos orales. Pues si así de drástica es mi mamá, No obstante yo me incline por llegar virgen al matrimonio o al menos no tener coitos sino con quién estuviera segura que compartiría mi vida en una relación estable.

A pesar de eso no creo que un hombre se esfuerce tanto solo por llegar a la cama con una mujer y después de dos meses nos casamos en una ceremonia sencilla donde solo asistieron un par de amigos del trabajo y pocos familiares; aunque mis padres al principio se opusieron por la rapidez de nuestra decisión, terminaron aceptando mi determinación de casarme, (aunque) no lograron desarrollar un vínculo tan estrecho con Rogelio siempre han respetado su punto de vista aunque difieran de ello. Por otro lado el inicio de mi enamoramiento con Rogelio fue el detonante del distanciamiento con Alex quién se casó con mi amiga Sara y ahora cuñada con quien mantuvo un noviazgo de cuatro años antes de tomar la decisión de unir sus vidas en matrimonio, ellos aún viven Saranac Lake, muy cerca de la casa de nuestros padres y doña Lucia. Ambos arquitectos muy reconocidos en ese lugar; aunque mi hermano y yo siempre fuimos muy cercanos nunca logro llevarse bien con mi actual esposo, mi hermano nunca me dijo por qué siempre tuvo una postura tan inflexible para con él, pese a esto yo conservo las esperanzas que un día puedan llevarse bien.

A pesar de eso y contra todo pronóstico yo siempre creí en los felices para siempre, la casita de vallas blancas y la familia feliz; Roberto fue el primer hombre que me tomo en serio para formar un vínculo amoroso, porque no darme la oportunidad con él.