Ebrio.

Narra Dante.....

Augusto: Es un placer verla salir de casa.

Ella sonrió y sus hermosos hoyuelos aparecieron.

Luna: El placer es para mí, pensé que era una prisionera.

Dijo mientras reía, y yo no pude evitar fruncir el seño.

Dante: Demonios Maseratti, jamás lo fuiste.

Le dije un poco molesto.

Luna: Pero no puedes negar que ese era el plan.

Entonces entramos en una pequeña discusión que ella termino acabando.

Dante: El plan era liberarte de......

Entonces el silencio se hizo y esa discusión se dió por terminada.

O por lo menos eso pensé, hasta que ella hablo.

Luna: de mi padre, lo sé.

Dijo mientras soltaba el brazo de Augusto y caminaba un poco más adelante.

Augusto: Jefe, no soy experto, pero creo que la hizo enojar.

Lo mire con mucho enojo y con el dedo le indique que se alejara de nosotros, entonces camine rápido hacia ella y la tomé del brazo.

Dante: No te alejes.

Luna: No huire.

Dijo molesta.

Dante: Eso lo sé, pero es por tu seguridad.

Ella se detuvo y me miró.

Luna: Se cuidarme.

Me enojaba su demandante voz, no estaba acostumbrado a que nadie me hablara de esa manera, pero aquella pequeña me retaba sin temor alguno.

Entonces la tomé más fuerte del brazo y la acerqué a mi.

Dante: Eso es lo que crees, pero existe gente que te puede dañar.

Ella se arrebato de mi y entro a aquella tienda de adornos, Augusto corrio tras de ella y yo me quedé de pie en la puerta mientras me sobaba las sienes.

Augusto: Señorita espere.

Luna: Demonios, ya les dije que no huire.

Augusto: No se trata de usted, es solo que el señor Dante tiene muchos enemigos.

Luna: Y crees que yo les importo?.

Augusto: Ellos dañaran a todos los que el señor Dante ama.

Narrador.......

Sus ojos se abrieron como dos platos enormes, era más que obvio que aquella indirecta le había llegado muy profundo.

Luna: Bien, gracias por protegerme.

Camino hacia la puerta donde Dante se encontraba sobándose aún las sienes y lo tomo sorpresivamente de la mano.

El la miro con mucha sorpresa, entonces ella le dió una ligera sonrisa y le dijo.

Luna: Entremos, no quiero estar sola.

El no pudo evitar sentir ternura por aquellos ojos que lo miraron con mucha compasión, pero sin duda le confundia demasiado el cambio de actitud tan drástico que ella tenía.

Camino con ella hacia la tienda, tomo uno de los carritos y comenzaron a caminar juntos, el compro todo lo que ella quería, sin duda el dinero era su mínimo problema, ella estaba de verdad muy emocionada, así que justo después de pagar todo lo que tomaron se dirigieron a casa para adornar todo.

Narra Luna......

Al llegar el me abrió la puerta del auto y yo corrí a mi habitación a ponerme ropa más cómoda para poder adornar todo.

Corri escaleras abajo e intente buscarlo, pero de nuevo el no estaba, así que acomode cada adorno en su lugar, unas horas después había terminado, esa enorme mansión estaba preciosa como nunca lo había estado, de aquellos hermosos ventanales colgaban telarañas y luces naranjas, todo era hermoso, entonces mi estómago rugio, caí en cuenta que no había comido nada desde la mañana antes de salir al centro comercial, entonces mire por los ventanales y Vi que la noche había llegado, camine hacia la cocina y una de las empleadas me ofreció prepararme una ensalada, acepte y abrí el refrigerador para tomar las cosas y ayudarla a picar, entonces escuché como la puerta de madera de la entrada principal, se abrió de golpe y fue golpeada fuertemente para cerrarla, corri hacia la sala y tome el arma que se encontraba en la parte trasera de mis shorts.

Apunte y camine muy lentamente, entonces aquel hombre de verdad ebrio que estaba parado en la puerta me hizo enfurecer.

Dante: piensas dispararme?.

Luna: Imaginé cosas malas, tal vez que querían entrar a robar.

El se acercó hacia mi y me tomo de la cintura mientras pegaba su frente a la mía, su aliento lleno de alcohol llegaba directo a mis fosas nasales. Entonces el me miró de pies a cabeza y se mordió el labio de abajo.

Dante: No deberías andar por toda la mansión vestida de esa manera.

Luna: Tan solo es un conjunto.

Dante: Pues me encanta.

Dijo mientras pasaba sus labios por mi mejilla tan solo rosandola.

Dante: Así como tú me encantas, luces hermosa con lo que sea que uses, pero luces mucho mejor sin ropa.

Entonces por sus palabras sentí mi piel erizar, pero al mismo instante lo odie, jamás olvidaría el día que estube a punto de entregarme a él y simplemente se alejo al enterarse que era virgen, pero no permitiría que pasará de nuevo, así que me monte en su cintura y lo tome del cuello, lo ví directo a los ojos y sonreí con un poco de malicia.

Dante: Que es lo que haces.

Dijo el asustadizo Russo.

Luna: Hoy me harás tuya.

El intento bajarme y entonces yo me aferre más a él, yo de verdad lo deseaba y no estaba dispuesta a aceptar un no como respuesta.

Dante: Detentó porfavor.

Era extraño escucharlo suplicar, cuando el siempre era el que daba las órdenes.

Luna: No quiero Dante Russo, quiero que me toques.

El me tomo sin más opción, tocó mi trasero y bajo el tirante de mi pequeño top, entonces uno de mis cenos quedó por fuera.

Dante: Me encantan esos piercings, pero odio a la persona que te toco para hacerte los.

El claramente se refería a los piercings que adornaban mis pezones.

Luna: Tranquilo, yo misma me los hice.

Entonces el me miró muy extrañado.

Dante: Por que lo hiciste?.

Luna: Mi pasatiempo favorito era llevarle la contraria a mi padre, y esto casi lo mató.

El dió una carcajada, eso en verdad era muy extraño, no era para nada común que el lo hiciera, pero tal vez su ebriedad lo ocasionaba.

Dante: Puedo?.

Dijo muy picaro.

Luna: Por favor.

Entonces el tomo mi ceno y muy lentamente le pasó la lengua, Entonces di un pequeño brinco sobre el, la humedad de su lengua me hizo sobresaltar.

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