Clases.

Narra Luna Maseratti........

1 mes después......

Abro mis ojos, el sol deslumbra por todos lados y lo que antes era mi celda se convirtió en mi habitación, la cual era hermosa, Dante la había mandado a remodelar para mí, según Augusto había comprado lo mejor del lugar.

No había nada que me gustará más que los hermosos ventanales, siempre llenaban de luz mi habitación.

Augusto: Señorita Maseratti.

La voz de Augusto se escuchó y camine hacia la puerta para poder abrir.

Luna: Dime.

Augusto: El jefe le manda estos papeles.

Luna: En dónde está el?.

Augusto: Se marchó muy temprano para el trabajo.

Ese hombre era en verdad un misterio, jamás se encontraba en casa y no era posible saber en dónde se encontraba.

Luna: De acuerdo, me pondré a trabajar.

Intenté cerrar la puerta pero su voz me detuvo.

Augusto: Espere, hoy por la tarde la llevaré a un lugar.

Luna: A un lugar?.

Augusto: El jefe me ordenó que la llevara a una clase de tiro, quiere que aprenda a utilizar un arma.

No entendía nada, usar un arma no era nada del otro mundo, pero evidentemente al no atinarle al tiro de la última vez no era la mejor en eso.

Luna: Bien, trabajaré, te veré en la tarde.

Cerré la puerta de la habitación y comenze a hacer mi trabajo, unas cuantas horas despues me sentí agotada y decidí tomar una ducha para después arreglarme.

Fue así como me encontraba en la camioneta con Augusto dirigiendo me al campo de tiro.

Augusto: Es sencillo, solo tiene que prestar atención.

Luna: Y si no es indiscreción, por qué tu jefe quiere que aprenda?.

Augusto: El jefe Russo tiene muchos enemigos, y no quiere que algún día la dañen, es por eso que quiere que aprenda.

Luna: Si se trata de mi propia seguridad no me negare.

Entonces la camioneta estacionó y Augusto me abrió la puerta para salir, éramos las únicas personas en el lugar, solo estábamos nosotros y los de seguridad, entonces un señor mayor con demasiado parecido a Dante se acercó hacia mi, por un momento supuse que era su hermano gemelo, pero el se veía mucho mayor.

Marco: Hola luna, mi nombre es Marco.

Dijo mientras tomaba mi mano y la besaba.

Luna: Quiero suponer que es un Russo.

Marco: Oh no, soy hermanastro de Enzo Russo, ocea el tío de Dante.

Luna: Mucho gusto.

Marco: Dante quiere que te aprendas a defender, sabes algo sobre defensa personal?.

Luna: En verdad muy poco.

Marco: Bien, hagamos una prueba.

El se colocó en posición de lucha y yo lo hice de igual manera.

Marco: Bien, golpeame lo más fuerte que puedas, no midas tu fuerza.

Yo hice lo que aquel hombre me había dicho, lanze un fuerte golpe hacia su estómago haciéndolo quedar sin Aire, entonces el cayó al pasto, corri hacia el junto con Augusto y lo levantamos.

Marco: Demonios, dijiste que sabías muy poco, tenía baja la guardia.

Luna: La realidad es que tome algunas clases de pequeña, pero jamás lo retome.

Marco: Por lo que veo será más fácil de lo que imaginé.

Seguimos practicando por unas cuantas horas, hasta que la hora de usar el arma llegó.

Marco: Bien, esto es algo más serio, y se que de esto aún no sabes completamente, hoy aprenderás a apuntarle a una persona directo a la cabeza sin fallar.

El me entregó el arma y me hizo dar un tiro a la cabeza de aquel cartón en forma de humano, solo tenía que mostrarle lo poco que sabía, entonces lo hice, le apunte directo a la cabeza y dispare, entonces le di en la nariz.

Luna: No soy la mejor.

Marco: Aprendes rápido, se que no será complicado.

Entonces el se colocó de tras mío y me ayudó a apuntarle a aquel muñeco y después de unos intentos lo logré, lo intenté de nuevo y lo logré, entonces lo practique durante un largo tiempo.

Narra Dante......

Mi camioneta estacionó y baje de ella, aquella pequeña zanahoria se encontraba disparando sin piedad, mientras hacia pedazos aquel muñeco que estaba de frente a ella. Camine hacia mi tío que vigilaba que no se hiciera daño y lo hablé.

Dante: Tío.

Marco: Dante, dónde has estado.

Dante: Mucho trabajo, necesitaba estar al día, como van las clases?.

Marco: Que pretendes con esto? que la niña te mate?.

Dante: No tío, quiero que mate a todos los que la dañen, ella no tiene una persona en la vida que la quiera y muchos intentarán dañarla.

Marco: Eso ya no te consierne.

Dante: Eh pagado por ella.

Marco: Bromeas?.

Dante: Lo siento, pero aquel hombre me vendió a su hija sin piedad, no podía permitir que se la llevará.

Marco: Y tú quién diablos eres para querer cuidarla.

Dante: Basta, no más regaños, ahora ella lleva las finanzas de mis empresas, y necesito que se aprenda a defender, ella maneja mucho dinero.

Marco: Esto acabará mal Dante, ella es una buena muchacha.

Ignore por completo las palabras de mi tío y camine hacia aquella mujercita que disparaba sin parar, le toque el brazo y ella giro de inmediato apuntando me con el arma.

Dante: Quieres matar al hombre que te proteje?.

Ella me miró y sonrió, sus hermosos oyuelos aparecieron de nuevo, ese día lucía particularmente hermosa.

Camine hacia alguna de las rocas del lugar y me senté, ella me siguió mientras sonreía sin parar.

Luna: Es raro verlo.

Dante: No me hables así, me siento muy viejo.

Luna: Lo siento.

Dante: Y si se que no había estado para nada en casa, pero eso cambiará, estaré más seguido, es solo que tenía mucho trabajo.

Luna: Es raro estar sola, mis días son aburridos.

Dante: Te prometo que saldremos, te llevaré al centro comercial, mañana por la mañana, se acerca el halloween, deberías comprar algo para la casa.

Era extraño ver cómo aquella pequeña se emocionaba tanto por mis palabras, ella corrio hacia mi y me abrazo muy fuerte, después se dió la vuelta y fue a continuar con sus clases, sin duda me encantaba hacerla feliz.

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