El ascenso

Estas palabras dichas por el director a Leonor la hicieron sentir vergüenza, por lo que Leonor, bajo la vista, estaba muy avergonzada al darse cuenta que nunca hizo nada por aprender más, con voz baja y sin subir la mirada respondió con voz entre cortada.

¡Me doy cuenta, que no estoy calificada para este puesto, me disculpo y tratare de mejorar!

Después decir eso,

Leonor se levantó de la silla que se encontraba frente al gran escritorio de cristal, y del hombre que imponía respeto, apenada por su pésimo desempeño en toda su entrevista, actitud que no paso desapercibida por el director, sin decir nada dio la vuelta y camino acercándose a la puerta.

El hombre que había estado enfrente de ella la miraba con aire de superioridad y con una voz profunda, fría y fuerte le dijo.

¡No te di permiso de retirarte!

Esto hizo que Leonor se parara en seco y se diera vuelta para verle... ¡Disculpe señor yo creí que ya había terminado! Dijo Leonor con lágrimas en los ojos y su voz era casi un susurro.

El director le respondió.

¡No! Aún me queda una pregunta más por hacerte.

¿Conoces a la joven que trabaja en el departamento de diseño?

¡Ella siempre se va mucho después de la hora de su salida!

Leonor al escucharlo, recordó que algunos meses atras había llegado una chica nueva a ese departamento, y había escucho algunos rumores sobre ella de otros compañeros, decían que todo el mundo se aprovechaba de aquella joven, solo por ser la nueva, siempre salía tarde por terminar el trabajo de otros, incluso llegó hacer algunos reportes de su mismo jefe.

Leonor tardo un poco en responder, y cuando lo hizo fue con voz su temblorosa.

¡No la conozco muy bien señor!

Ella tiene poco que se incorporó a ese departamento y al parecer ella no es muy sociable.

¡Eso es todo puedes retirarte!

Te daré mi respuesta ahora a esta entrevista, en este momento y así no tengas que esperar más.

Quiero decirte que eres insuficiente para el cargo de secretaria de presidencia.

¡No cumples con los requisitos!

Esas palabras hicieron que Leonor saliera lo más rápido que pudo de aquella oficina, con lágrimas en los ojos y sintiendo un dolor intenso en lo más profundo de su corazón por sentirse tan tonta por no cumplir con los conocimientos para el cargo.

En la oficina del director.

El señor Eduard Sokolov llamó al Jefe de Recursos Humanos el personal mente.

¡Si diga!

Respondió el señor Octavio Ramírez

El director, Eduard Sokolov le hablo con voz fría y determinante

¡Quiero que haga venir de inmediato a Dirección a la nueva joven que trabaja en el departamento de Diseño!

Dicho esto, colgó el teléfono sin esperar respuesta.

El señor Octavio Ramírez estaba muy asombrado no sabía que pensar, ella era la nueva.

Esa joven se había encargo en hacer algunas de sus actividades, también hizo algunos de los reportes de otros jefes, todos lo sabían pero como ellos no se lo habían solicitado, ninguno dijo nada.

¿Cómo era que el Director pudiera saber de esto?

Se preguntó el hombre ¿Será a caso que quiere despedirla?

El jefe de recursos humanos dejó de pensar y se dirigió directo al departamento de diseño para buscar a Aurora Taylor.

Cuando la vio bien, se dio cuenta que era muy hermosa, joven y excelente en su trabajo, se acercó a ella y le dijo...

¡Nuestro Director la espera en su oficina deje en este momento lo que esté haciendo y valla inmediatamente para allá.

Al escuchar esas palabras Aurora se levantó inmediatamente con cara de confusión, su corazón latía a mil por hora, no podía comprender porque era requerida en Dirección, sentía una angustia, ¿será que la despedirán? ¿Tal vez había hecho algo mal? O ¿Quisas, alguno de sus compañero se quejó por no entregar a tiempo alguno de los trabajos anteriores?

Todas esas preguntas pasaron por la mente de Aurora, mientras ella se dirigía hasta la Dirección.

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