Capítulo 11

- ¿Quien es usted?, ¿donde estoy? - pregunto aquella chica seriamente, pues aunque tenía un poco de miedo no lo dejaría mostrar, eso fue lo que le dijo su maestro en sus primeras lecciones cuando entró al bajo mundo

- Jajaja, tienes carácter, eso es bueno, y respondiendo a tus preguntas, me presento, mi nombre es Lía Mancini y estas en mi mansión

- ¿Mancini? - pregunto la chica sorprendida pues ella había escuchado a su maestro hablar sobre una

mujer de apellido Mancini, quien en poco tiempo se

había hecho respetar tanto en el mundo de los

negocios como en el bajo mundo

- Así es, bueno yo ya me presente, creo que lo

correcto sería que también te presentaras - dijo Lia y tomó asiento en uno de los sofás que estaban en al habitación, su postura era elegante y perfecta

- Mi nombre es Eira Dubois - dijo la chica

- Dubois, ¿ese no es el apellido del candidato a la presidencia, Belmont Dubois? - dijo Lia con una ceja alzada poniendo algo nerviosa Eira

- Bu...bueno eso no es ver...verdad, hay mu...muchas personas con ese apellido - dijo la chica

- Si, en eso tienes razón, tal vez te creería si no fuera porque el señor Belmont esta esperando afuera de esta habitación- dijo Lia mientras se paraba para caminar hacia la puerta por la cual entró un hombre de unos 29 o 30 años, de cabellos negros y ojos del mismo color, dicho hombre se apresuró a ir junto a Eira para abrazarla y revisar que estuviera bien

- ¡Eira!, que alivió verte bien - dijo el hombre dando un suspiro de alivio mientras volvía a darle otro abrazo a la chica

- Eh, ma...maestro - dijo la chica un poco incómoda al ser abrazado por su maestro ya que él no duele ser muy cariñoso

- ¿Si?

- ¿Po...podría solta...soltarme, por favor? - dijo la chica para que después aquel hombre la soltara

- Lo siento - dijo poniéndose de pie y poner su apariencia sería

- ¿Quien diría que el tan serio político Belmont sería tan sentimental cuando de su alumna se trata?, ya veo porque la trataron de atacar, ella es su punto débil señor Belmont - dijo Lia con una sonrisa burlona dirigida hacia aquel hombre quien solo la miró seriamente para después decir

- Y el suyo son aquellos dos chicos ¿verdad señorita Lia?, por eso su sobrino sufrió un atentado la

semana pasada

- Que buen informado está, creo que debería

despedir a uno que otro empleado de me equipo, pero tiene razón son mi punto débil, pero también mi punto fuerte

- Jajaja, si usted lo dice, dejemos esto hasta aquí, mi alumna y yo nos retiramos, y gracias por los

cuidados que le dio, esto lo recordaré, y si necesita mi ayuda no dude en pedirla - dijo Belmont para después retirarse de aquella habitación junto a Eira quien se fue después de agradecerla y despedirse de Lia

- ¿Tía está segura que podemos confiar en ellos? - pregunto Dante mientras salía detrás de una de las columnas que estaban dentro de la habitación

- Si, lo estoy, se que nos serán de gran ayuda, ya lo verás - dijo Lia mientras se acercaba a una de las ventanas de la habitación que daba a la salida de la mansión, viendo cómo Belmont le sonreía para después decirle adiós con la mano y subir a su auto y salir de la propiedad

- Si usted lo dice - dijo Dante quien también estaba viendo por la ventana

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