UN DIA AGITADO

Los supervisores estaban preocupados por Luna y Valentina. Ya había pasado una semana desde que ellas no fueron a trabajar y ni siquiera avisaron.

Las cosas se estaban poniendo peligrosas. Claudia no contaba con la idea de que alguien la investigara y mucho menos con dos muertes que no estaban planeadas.

Tenía que buscar una manera de desviar el tema de ellas dos para que dejaran de hablar e investigar su paradero.

En el otro lado de la ciudad, estaba Renato esperando respuestas de Claudia. Ya habían pasado siete años desde que no sabía de su paradero.

No le preocupaba su hija o si la estaba pasando bien o mal. Él solo no quería testigos de la muerte de Laura y mucho menos a alguien como Claudia.

Ella era una persona que podía romper su máscara y revelar su verdadero ser. La clase de persona que era realmente. Si se enteraban de ello, no iba a poder quedarse con la herencia. Ya de por sí, para él era difícil tratar de fingir que quería encontrar a su hija delante de sus padres. Y más hacer creer a todos que estaba de duelo por la muerte de Laura, a pesar de que ya habían pasado años.

Aquella máscara que estuvo construyendo por años iba a ser expuesta si no encontraba a Claudia en ese instante.

Terminó el día de trabajo. Todos ya se estaban yendo hacia sus casas. El sol ya se había ocultado y la noche ya estaba dando la bienvenida a todos los presentes.

Claudia llegó a la casa donde estaba Roberto. Al llegar, lo primero que hizo fue ir al sótano para ver cómo se encontraba su invitado, ya que era el primero de seis.

ㅡ Veo que la estás pasando muy bien, pero me pone triste que estés aquí solo. Tranquilo, pronto te traeré compañía ㅡ dijo Claudia.

ㅡ ¿Qué quieres decir? ¿A quién vas a traer, Claudia... CLAUDIA? ㅡ

Ella tan solo se fue, escuchando sus palabras de fondo. Aunque al escucharlo, la llenó de satisfacción saber que la está pasando mal. Pilar sentía rara a Claudia.

Desde que empezó a trabajar en la compañía, notó un cambio repentino por parte de su hija.

Solía salir tarde del trabajo y al ser así, se iba a otro lugar que llegaba como a media noche.

Al llegar a casa, se bañaba para luego dormir. Eso le preocupaba, tenía miedo de que un día saliera y ya no regresara, al igual que su hija Camila.

ㅡ Mamá, ¿todavía estás despierta? Ya es muy tarde ㅡ dijo Claudia.

ㅡ Estoy preocupada, Claudia. Estás llegando muy tarde a casa últimamente ㅡ, respondió Pilar.

ㅡ Lo siento, no volverá a pasar -se disculpó Claudia con Pilar, dándole un fuerte abrazo por lo sucedido ㅡ

Conversaron un rato acerca de sus trabajos y otras cosas, y al estar ya cansadas, se fueron a su habitación a dormir.

Claudia, ya estando en su cuarto, aprovechó para mandar un mensaje a la empresa a través del celular de Luna y Valentina, en el cual decía que tuvieron que irse de viaje por una emergencia familiar y que disculpen por no haber avisado antes.

También aclaró que se van juntas por sus hermanos, que son esposos, y que tuvieron un accidente. Así que, por ser familia y estar en una situación delicada, ambas viajaron a ver a sus respectivos hermanos.

Claudia realmente esperaba que se la creyeran y dejaran el tema en el olvido.

Al acabar con ello, pasó a lo siguiente. En su poder tenía la laptop de Roberto, en la cual encontró muchas cosas muy interesantes que podrían hundirlo.

《 Con esto confirmo que eres una completa escoria y que no mereces estar vivo 》pensó Claudia.

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