Bienvenida.

Hoy es mi primer día en el campus, todos los novatos de primer año estábamos en la explanada principal, mi papá estaba junto al abuelo y los profesores.

Buenos días jóvenes, bienvenidos, el equipo Tornado les da las gracias por confiar en nosotros para recibir el mejor entrenamiento para pilotear, recuerden que al final de 3 años se van a seleccionar los dos mejores pilotos para representarnos en el torneo anual de aeronaves a nivel mundial. Esperamos lo mejor de ustedes.

Todos aplaudían.

Estoy orgulloso de ser hijo de Massimo, se que tengo que esforzarme para que el este orgulloso de mi, le dije que no comentará que soy su hijo.

Así que me inscribí como Román Norths que es el apellido de mi madre biológica.

Al principio Dayana se molestó, pero le dije que ella siempre será mi madre, pero no puedo olvidar los primeros años de mi vida con mi madre biológica, la verdad mi mamá era una mujer amorosa, ella siempre me contaba historias de un príncipe atrapado en un planeta.

Se que si Paul no la hubiera matado ella se llevaría muy bien con Dayana.

Algo que tenían en común es que ambas son muy cariñosas, cuando era pequeño mi madre me decía mi osito.

Las clases eran difíciles, pero me di a notar rápido, contestaba las preguntas, muchos me miraban con odio. Así es está escuela, no es normal como otros colegios, todos los que están aquí tienen un objetivo en tres años ser pilotos del equipo Tornado.

Al final de año tienes la oportunidad de participar en 3 torneos, en lo que llegan los nuevos novatos.

Muy bien chicos ahora les mostraremos las instalaciones, decía la profesora.

Esta es la biblioteca y estos son los trofeos que se han ganado, miraba los trofeos y entonces vi una foto de mi padre con su trofeo en manos.

También estaban los padres de Dayana, esa foto le encantaría, pensé.

Su madre era muy parecida a Dayana, solo que ella era más alta que su mamá.

Un chico se me acercó.

- Esa se parece a Dayana McLarn, o es su mamá aquí dice Daysi McLarn.

- Si es su madre.

- Si la tuviera en frente le robaría un beso, es muy hermosa.

Yo me reía.

- Soy Kalim Falkn

- Soy Román Norths.

- ¿Eres un cerebrito, verdad?

- ¿De que hablas?

- Amigo sabes demasiado de aviones.

- Algo, dije serio.

Caminamos por todo el campus, mire a lo lejos a mi madre, bajaba del auto, espero no se le ocurra hablarme, o me va arruinar mi estancia en el campus.

Todos corrían cuando ella se dirigía a la oficina de mi padre.

- ¡Dayana por favor!, gritaban.

Ella se tomaba fotos con todos.

- Vamos amigo, yo quiero una foto con Dayana.

- No lo sé.

- Ven me jalo del brazo.

- ¡Yo quiero una foto!, gritó Kalim.

Mi madre me miró y sonrió.

- Si claro.

Ella me abrazo y abrazo a Kalim.

- No quieres mi autógrafo niño, decía sonriendo.

- No gracias, dije serio.

Kalim me golpeó.

- Disculpa Dayana, es un tonto. Pero yo sí quiero

Mi madre tomo el plumon y le dio su autógrafo a Kalim.Se giro y me dejó su autógrafo en mi espalda.Yo me quedé inmóvil cuando sentí a mi madre rayando mi camisa.

- Fue un placer chicos.

Todos se reían de mí.

- ¿Que me puso?.

- No seas modesto se que te agrado, besos Dayana.

- Que humillante.

- ¿No te agrada Dayana?, decía Kalim.

- Claro que me agrada, soy su fan, le dije mientras me colocaba la chamarra.

Mis padres salieron tomados de la mano de la oficina.

- Hay que lindos se ven dijo una chica a mi lado. Dicen que tiene un hijo de nuestra edad a de ser muy guapo, me encantaría conocerlo.

Kalim la miraba

- A de ser un presumido, imagínate sus padres son famosos, debe tener todo lo que desea el principito.

Yo no decía nada, pero me daba gusto que nadie me reconociera, si lo único que aumente fueron unos lentes.

Cuando llegue a casa mire a mi madre enojado.

Ella me miró enojada. 

- Mamá, no es justo. 

- Lo siento bomboncito, pero que rechazaras mi autógrafo, me dolió.

- Pero lo hice por qué no quería molestarte. 

- Pues me hubiera encantado que mi hijo me pidiera mi autógrafo. 

- Mamá, por favor. 

Mi padre solo se reía. 

- Hoy te irás a la cama sin postre, se marchaba enojada. 

- ¡Mamá!

- Ya Román recuerda que tú madre te ama y ahora está un poco sensible por el embarazo. 

- Si lo entiendo. 

-Agradece que no te dijo bomboncito en público.

- No por favor, habla con ella. 

- Ok lo haré. 

Los meses fueron pasando sin ningún problema, mamá lloraba los últimos meses de su embarazo, todos tratábamos de consentir sus antojos y mimarla.

Me hice amigo de Aria es la chica que se muere por conocer al famoso hijo de los Tornado. No le dije que soy ese famoso hijo por qué no quiero que me trate diferente, comenzamos a ser amigos un día que competiamos en la alberca, ella es una excelente nadadora y ganó todas las competencias yo quedé en segundo lugar, ella se acercó y me dio la mano, eres un gran rival Román, sabes algo me caes mal pero desde hoy seremos amigos.

No entendí ni una palabra de lo que me dijo pero al día siguiente se sento almorzar con kalim y conmigo. Sacó toda su comida y nos repartió.

- Ok, mi mamá me mandó fruta, jugo, café, waffles, huevos, pan con mermelada… No quieren ayudarme.

- Siempre te manda tu mamá tanta comida.

- Si, dice que debo estar bien alimentada, el único problema es que lo tengo que tirar no puedo comer tanto.

- ¿Por que tienes problemas alimenticios?, decía kalim

- No tonto yo cuido mi peso, pero mi padre dice que estoy muy delgada a ella le encanta que tenga peso de más, dice que si no subo de peso jamás tendré hijos.

Kalim se carcajeaba.

- Yo te ayudo, le dije sonriendo.

- Gracias amigo.

- Tu mamá cocina rico.

- Si ella trabaja en un bufete.

- Y quién de tu familia pilotea.

- Nadie

- Entonces solo veías las carreras y decidiste pilotear.

- Creo que si.

Kalim la miraba diferente, creo que le gusta.

Ella lo miro enojada.

- Que me miras, quieres comer, adelante amigo. Aunque te resiste de mi, puedes comer lo que quieras.

- No quise reírme, pero tienes un hermoso cuerpo, no se por que tu madre quiere más en ti.

Ella nos enseñó una foto de su familia

- Estas son mis hermanas.

Eran chicas muy bonitas, con enormes caderas y se miraban con cuerpos más voluminosos y ella a su lado era un palo. Era su expresión, decía soy un palo.

Creo que Víctor tenía razón, las chicas sufren con la comida.

Después de ese día no comías nada más, solo la comida que Aria traía.

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