Hoy es otro día, Helen aun no ha podido abrir la caja y cada dia que pasa es uno mas de incertidumbre, sin embargo ella y sus hermanas han encontrado maneras de distraerse un poco, ese día iban a ir a la playa y varios compañeros se habían apuntado entre ellos Bastian.
Últimamente Bastian estaba muy cerca de ella y la verdad es que agradecía los gestos que tenia con ella, le traía algunos dulces y pequeños detalles, decía que desde que la había visto estaba enamorado de ella y esperaba que pudiera darle la oportunidad de demostrárselo. Ella tenia sus dudas, no quería mentirle y mucho menos ocultarse a si misma, no ahora que sus poderes se fortalecían. Sin embargo siempre lo considero atractivo y jamás había tenido novio, Vika la alentaba a que se animara y Mary le pronosticaba un novisgo duradero. No es que estuviera segura pero últimamente Mary tenia demaciadas dudas y no todo era lo que predecía se cumplía, será que su poder esta a fallando desde el encuentro con la sombra, resulta inquietante.
Esa mañana había recibido un mensaje de Bastian pues hoy no podría ir a la playa por un problema familiar, además Ameli había salido temprano a arreglar un asunto relacionado con la casa pues la propietaria pensaba ocuparla.
Así que le pidió a Mary que pasara por ella pero no podía pues llevaría a Vika también, recordó que en una ocasión le pidió su numero a Lug para que le pasara las tareas de las materias a las que no había asistido así que le pregunto si podía pasar por ella e invitarlo tambien claro y efectivamente respondió muy rápido y aceptando la invitación, le pidió que pasara por ella pues ya era muy tarde.
Al llegar Lug subió por la vereda de escaleras hasta su puerta pero Helen al abrir la puerta se dio cuenta que había alguien tras de el, era una persona en túnica blanca con dorado.
-Al suelo!!!!-grito Helen mientras aventaba al intruso por los aires aunque este cayo de pie y regreso el ataque con un brillo amarillo de una intensidad muy brillante, tanto como el sol…y recordo su lectura de la noche anterior…
Helios era imaginado como un hermoso dios coronado con la brillante aureola del sol, que conducía un carro por el cielo cada día hasta el Océano que circundaba la tierra y regresaba por este hacia el este por la noche.
Helen por primera vez sintió miedo, por ella y por Lug que estaba atrapado en el fuego cruzado, sintió el destello de calor en el pecho pero paso a través de ella, como si su cuerpo se hubiera desvanecido y aparecido, pero mas bien como si se hubiera hecho un espectro translucido, Lug abrió mucho los ojos al ver lo que estaba sucediendo pero estaba muy quieto esperando otro ataque, El hombre de la túnica pareció también darse cuenta de lo sucedido y sin mas se esfumo entre luz brillante y humo blanco.
-Lug estas bien- trato de acercarse a el pero en su cara podía ver miedo y ella ya tenia experiencia en cuanto a que las personas temieran de ella asi que tomo una distancia prudente.
-¿que fue lo que paso?¿quien era ese… hombre?- valla a el tambien le dio la impresión de ser hombre, por la altura supongo
-no lo sé, no se que ha pasado-
-no me mientas por favor, mi madre me miente continuamente para protegerme, no lo hagas tu- valla parece que estaba de moda ocultarle cosas a sus hijos en estos días.
-yo se que nos conocemos poco pero de verdad me caes muy bien, quizá si te cuento algo de mi puedas confiar en mi porque lo que acaba de pasar no es normal- Helen tubo ganas de reír, nunca creyó que Lug tenia una personalidad debajo de tanta timidez, normalmente se limitaba a responder y actuar genéricamente.
-me gustaría que me contaras ¿quieres pasar? no muerdo- una sonrisa se asomo en la cara de Lug, jamás había notado sus ojos, uno era verde y el otro azul debajo de los lentes, se sintió culpable por solo hablarle cuando necesitaba algo y ni siquiera saber de que color eran sus ojos.
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