EPISODIO 10 " RUMBO AL IMPERIO CRECENT"

De vuelta al Imperio Sapphire.

Después de que los causantes fueran ejecutados por secuestró e intento de asesinato hacía la familia real, keyran volvió al palacio para proseguir con el plan para ir al Imperio Crecent sin que ellos dudarán de su visita.

En el estudió

— Setian dame papel y pluma — pidió sentándose en su sillón.

— Aquí está su majestad — contestó el mayordomo inclinando hacía él lo pedido.

Setian siempre tan diligente pensó asombrado de su mayordomo principal ¿Quién sabe de dónde sacó lo que le pedí?

— ¡Keyran piensa antes de actuar! — entró diciendo el Marquéz preocupado.

— Y ¿Desde cuando no lo he hecho? Marquéz Lamonique — respondió con el ceño fruncido — No me digas que hacer, además por eso estoy haciendo esta carta al Emperador de Crecent — sacudió el papel mostrándole la carta.

— Y ¿que le escribirás? — preguntó más calmado.

— Voy a proponerle un tratado de paz — replicó con suma seriedad.

¿ Un tratado de paz? pensó confundido.

— Si eso nos ayuda a poder infiltrarnos y encontrar al chiquitín no estaría mal estar de buenas con ese reino — dijo pensando más en la propuesta — después de todo el Imperio es grande y prospero nos traería muchos beneficios — terminó convencido — me agrada, pero que vas a proponerle ¿Comercio? ¿ Minas? —

— Aún no sé, tiene ser que algo que nos una a ellos y que no sea fácil romperlo — contestó pensando en ello — estoy tan cansado de esto — puso su dos manos en la mesa y se recargo en el.

— Qué él decida — se enderezó y empezó a escribir, un minuto después entregó el sobre con el sello real en el y se lo dio al ayudante de él — envía esto al Emperador de Crecent — el ayudante hizo una reverencia al recibir la carta.

— Como ordene su Majestad, con su permiso me retiro — hizo una reveriencia mas y salió del estudio.

— Espero que acepte — suspiró cansado — Después de las disputas que sufrieron los dos Imperios, espero que acepte lo que le estoy pidiendo — recargo su antebrazo encima de su rostro.

— Y si no lo hace ¿qué harás? — se puso nervioso de la respuesta que le daría.

— Comenzaré una guerra contra el Imperio Crecent — dijo lo más calmado posible.

— Sabía que dirías eso — se tocó la frente masajeando su sien — no todo en el mundo es guerra — se cruzó de brazos — ¿ Acaso no sabes que el Imperio Crecent tiene cuatro generales muy poderosos? y uno de ellos es un ducado de Sangre — keyran lo miró por el rabillo de sus ojos incrédulo por la tonta historia que le estaba contando su amigo — Además se dice que ese ducado es el más aterrador. Dicen que albergan demonios —

— Si no quieren darme a mi hijo iniciaré una guerra así sin más, quiero de vuelta a mi hijo Ang ¿Entiendes mi desesperación?— manifestó con el semblante oscuro — o me volveré loco es la uníca cosa importante que tengo en la vida — con lo último dicho se oscureció sus ojos azules.

— Lo sé y lo traeremos de vuelta no te preocupes por eso el niño es fuerte, si tiene tu carácter e inteligencia — contestó con firmeza — así que hazme el favor de irte a dormír no soporto ver tu cara demacrada pareces un muerto viviente — denoto con preocupación.

— Bien, aunque no creo que duerma pero al menos descansaré un poco — dicho ésto se levantó y fue hacía una puerta y la abrió, esa puerta llevaba a una pequeña habitación con cama no tan grande ni tan pequeño, era perfecto para descansar del trabajo cuando quisiera.

— Hahh — suspiro con pesadumbre.

De vuelta en el Imperio Crecent

Habitación del Emperador

+Toc ,Toc+

— Adelante —

— ¿Qué pasa que tienes en la mano? — preguntó curioso — No me digas es una carta de nuestra querida Archiduquesa — comentó animado.

— No, su majestad es de alguien inesperado — contestó seriamente.

— ¿Inesperado? ¿ De quién es? — preguntó desconcertado.

— Es del Emperador de Sapphire — respondió con seriedad, el Emperador asombrado extendió su mano, el sirviente puso la carta en la palma del Emperador.

— Hee, una carta de él si que es inesperado — comentó divertido — A ver que dice nuestro inesperado carta, por cierto llegó en un Halcón mensajero ¿Verdad? — él sirviente asintió

— Así es, su Majestad — contestó , sin más el Emperador empezó a leer, unos segundos pasó y terminó la carta.

— Vaya, vaya no sabía que el Emperador de Sapphire pensaba en esto, que gracioso. Pero es algo bueno — esbozó una sonrisa maliciosa — Bueno hay que prepararnos para la llegada de un importante invitado — se dijo así mismo alegre — Veremos que nos dice — después tomó una campanilla haciéndola balancear y este emitía un sonido.

+ Tíntín, Tíntín +

Unos minutos espero y llegó un sirviente era el ayudante del Emperador.

— Su Majestad, me necesitaba — dijo después de entrar a la habitación.

— Toma papel y pluma hay que responder una importante carta que llegó hace un momento — contestó alegre.

— Lo que usted diga su majestad — respondió con una reverencia tomo papel y pluma, así empezó a escribir lo que el Emperador le dictaba y al terminar le dijo que lo pusieran en el lomo del Halcón.

— Así será más rápido, estoy emocionado — dijo con gran satisfacción.

— Cómo usted diga su majestad —

— Ya te puedes retirar — dijo moviendo ligeramente la muñeca.

— Sí, con su permiso majestad, me retiro — el ayudante llamado Elias se retiró de los aposentos de su señor.

De vuelta en el Imperio Sapphire

4 dias después _ Estudio del Emperador

— Cuando tardará en llegar el mensaje ya paso cuatro días — comentó yendo de aquí para allá desenfrenado

— Podrías por favor calmarse, me estás mareando — dijo cansado el Marquéz — Se que estás ansioso porque ya conoces el paradero del pequeño príncipe, pero no tienes que estar así —

— Así es su majestad por que no se sienta, ni siquiera a tocado su desayuno — habló el Capitán preocupado.

— Si ya sé, pero si no hago algo me volveré loco — dijo sentándose y recargarse sobre la mesa.

— Ya lo est.. — antes de terminar fue interrumpido por el mayordomo exaltado.

— ¡Su majestad! — entró exclamando trayendo un sobre en la mano, sin que dijera de quién era Keyran saltó encima de su escritorio y arrebató la carta de la mano de Setian, éste la habrío y la carta decía que le daba el permiso de ir al Imperio para discutir los pro y los contra del tratado de paz y poder llegar a un acuerdo.

— ¡Bien! — exclamó entusiasmado — ustedes prepárense para ir al Imperio Crecent — ordenó y ellos asintieron.

— Entonces con su permiso iremos a prepararnos — respondió el Capitán diendo una leve reverencia.

— Llevaremos unos cuantos hombres con nosotros y los cazadores sombras — Comentó el Marquéz — por si son necesarios — keyran asintió

— Si, esta bien preparen todo partimos al alba — ellos asintieron y salieron del estudió.

El Emperador estaba un poco aliviado ya que quizás podría reencontrarse con su hijo al fin, después de dos meses de tortura y desesperación por no encontrarlo ahora tenía esperanza de nuevo.

Falta poco hijo, ya veras que te encontraré y mataré a los bastardos que te tocaron pensó enojado este emitía un aura asesina Los torturaré hasta que se arrepientan de haber nacido arrugó la carta y la lanzó lejos de él.

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