EPISODIO 9 "CANTAME ALGO PARA DORMÍR"

Al día siguiente Dénile ya estaba despierta acariciándo la cabeza del niño con gentileza, éste que estaba dormido encima de su brazo izquierdo, su respiración tranquila calmaba a la joven mujer viendo como su pecho subía y bajaba calmoso.

Está durmiendo bien, eso me alegra mucho pensó extrañamente complacida por el momento.

– Pobrecito éste niño a pasado por tanto, no me puedo imaginar que estará pasando en su cabecita — comentó desanimada — quisiera tener mis propios hijos ja, ja pero los hombres no me quieren, me tienen miedo. Mira esta chica quiere lo que una mujer normal quiere y eso es construir una familia con un hombre que la quiera y que la cuide; y sin que lo menosprecien. Pero quién querría una mujer con el cuerpo destruido, lleno de cicatrices y carácter más fuerte que ellos, los hombres son tan perfeccionistas cuando se trata de una mujer, bastardos primero deberían de verse a ellos mismos son peores que nosotras — manifestó enojada — Mira no seas como ellos cuando crezcas — susurró en el oído del niño

+ Toc, Toc +

— Adelante — entraron dos sirvientas y se conmovieron de la escena maravillosa que presenciaron de su señora, con las mejillas sonrojadas se miraron una a la otra sin poder creer que su señora se viera tan hermosa con un niño en brazos.

¡Le deseamos señora que tenga pronto un hijo! pensaron las sirvientas con fuerzas.

— Mi señora así parecen madre e hijo — habló emocionada unas de las sirvientas.

— Shhh, guarden silencio lo despertarán — respondió en voz baja.

— Lo lamentamos su señoría, disculpenos — costestaron los dos — mi señora es hora de vestirla por eso venimos —

— Ya veo, pero con cuidado no quiero despertarlo — dicho ésto las sirvientas la ayudaron a trasladarse a un sofa cerca de ahí y ellas empezaron a traer unos vestidos pero Dénile ladeo la cabeza en desaprobación.

— No lo harán, no me gustan los vestidos — dijo con cara de disgustó.

— Mi señora no puede usar vestimenta de hombres, esta herida no puede — manifestó la sirvienta llamada Leyla.

— No son vestimenta de hombres, además que tiene de malo estar cómoda — manifestó un poco enojada — No me van a dejar en paz hasta que lo acepte ¿Verdad Leyla? — Dénile le lanzo una mirada furtiva a la sirvienta llamada Leyla.

— Así es, su gracia — respondió la otra sirvienta llamada Bertha — además usar un vestido no te matará, solo por esta vez déjelo pasar — ella suspiró y al final acepto no aguantó las miradas penetrantes y emocionadas de esas chicas.

— Esta bien — dijo rendida.

— ¡Ya verás que quedarás estupenmente bella mi señora! — después de aceptar la vistieron con un vestido color azul cielo que caía desde la cintura como cascada y sus mangas que llegaban hasta el codo, y una cinta larga atada de costado en su cintura, la peinaron, dejaron su melena plateada suelta le gustaban cuando la luz del sol brillaba en ella dando de un color blanquecino a su cabello.

— ¿Acaso quieren venderme a un pervertido? — preguntó en shock por cómo se veía en el espejo.

— Tonterías mi señora, no diga eso — dijo Leyla en tono desaprobatorio por el comentario de su ama.

— Que bella — se escuchó una voz detrás de ellas, las tres giraron y notaron al peli blanco levantado de la cama con los ojos adormilado.

— Verdad que si — respondió Bertha con una sonrisa, al final ella se rindió le encantó ese comentario inocente proveniente del niño.

— Buenos dias cariño ¿Has dormido bien? — preguntó con una leve sonrisa.

— Sí — contestó en voz baja.

— ¿Tienes hambre? — preguntó de nuevo, el solo se limitó a asentir.

— Bien, Leyla, Bertha vistan al pequeño — ordenó pero el niño no quería ir con ellas — cariño escucha ellas te vestiran apropiadamente para que estes cómodo para que podamos desayunar juntos ¿que te parece? — dijo con las voz más calmada posible quería inspirar confianza en el.

— S-si — contestó tímido.

— Bien ve con ellas — al decir esto fue con ellas y de unos pocos segundos entró Dane a la habitación saludo a su hermana pero se quedó en shock cuando la vio vestida como una dama decente.

— ¿Quién eres? Y ¿Qué le hiciste a mi hermana? — preguntó burlon pero eso se acabó cuando Dénile le pateó con su pierna izquierda en la rodilla.

— Oh, ahí está — contestó adolorido, sin más se acercó a ella y la alzo en los brazos como una princesa y lo traslado al lugar donde tanto le gusta estar y ese era el invernadero.

La acomodó en la silla y los sirvientes procedieron a servirles el desayuno después de unos minutos el niño llego con la carita sonrojada. Él se acercó rápidamente a Dénile quien le estaba sonriendole y mostrandole una silla cerca de ella invitandolo a sentarse, desayunaron y tuvieron una conversación amena pero vergonzosa para el niño ya que se trataba de él, le decían lo lindo y adorable que se veía.

Después de tres semanas Dénile ya estaba curada y volvió a su rutina diaria se encargaba del ducado y los problemas de su gente pero siempre acompañaba al peli blanco jugando o entrenando con él.

Volviendo al presente.

— Mi señora ya esta lista — llegó diciendo Sofia.

— Bien muchas gracias Sofia ya puedes ir a descansar yo me encargo ahora — al decir esto ellos entraron a la otra habitación y el niño extendió los brazos hacía ella, Dénile sorprendida pero encantada con la acción de aquel pequeño ángel.

— Oh ¿Quieres que te alze? — preguntó feliz, el niño asintió, alzó al pequeño y esté le dijo.

— Podrías cantarme algo para dormir....claro si es que no te molesta — dijo abrazandose a ella.

— Claro que sí, haré lo posible para no sonar mal — respondió con una sonrisa acariciándo su espalda — aver esta canción siempre me la cantaba mi nana cuando era pequeña — sin más empezó a cantar.

🎶𝓘 𝓼𝓮𝓽 𝓫𝔂 𝓶𝔂𝓼𝓮𝓵𝓯, 𝓽𝓪𝓵𝓴𝓲𝓷𝓰 𝓽𝓸 𝓽𝓱𝓮 𝓶𝓸𝓸𝓷.

𝓕𝓲 𝓱𝓪𝓳𝓪𝓽 𝓽𝓮𝓽𝓱𝓪𝓼𝓼 𝔀𝓮𝓶𝓪𝓽𝓮𝓐𝓵𝓼𝓱.

𝓦𝓮𝓷 𝓰𝓮𝓮𝓽 𝓪𝓽𝓵𝓸𝓫𝓱𝓪𝓪 𝓪𝓷𝓪 𝓶𝓪𝓐𝓭𝓪𝓻𝓼𝓱.

𝓦𝓮𝓵𝓪𝔀 𝓮𝓷𝓽𝓪 𝓐𝓶𝓪𝓵𝓽𝓮𝓱𝓪 𝓫𝓪𝓪𝓭𝓮𝓶𝓪 𝓪𝓷𝓪𝓽𝓵𝓸𝓫𝓱𝓪𝓪 𝔂𝓮𝓫𝓐 𝓶𝓪 𝔂𝓮𝓷𝓯𝓪𝓪𝓼𝓱.

𝓘 𝓼𝓮𝓽 𝓫𝔂 𝓶𝔂𝓼𝓮𝓵𝓯, 𝓽𝓪𝓵𝓴𝓲𝓷𝓰 𝓽𝓸 𝓽𝓱𝓮 𝓶𝓸𝓸𝓷.

𝓕𝓲 𝓱𝓪𝓳𝓪𝓽 𝓽𝓮𝓽𝓱𝓪𝓼𝓼 𝔀𝓮𝓶𝓪𝓽𝓮𝓐𝓵𝓼𝓱.

𝓦𝓮𝓷 𝓰𝓮𝓮𝓽 𝓪𝓽𝓵𝓸𝓫𝓱𝓪𝓪 𝓪𝓷𝓪 𝓶𝓪𝓐𝓭𝓪𝓻𝓼𝓱.

𝓦𝓮𝓵𝓪𝔀 𝓮𝓷𝓽𝓪 𝓐𝓶𝓪𝓵𝓽𝓮𝓱𝓪 𝓫𝓪𝓪𝓭𝓮𝓶𝓪 𝓪𝓷𝓪𝓽𝓵𝓸𝓫𝓱𝓪𝓪 𝔂𝓮𝓫𝓐 𝓶𝓪 𝔂𝓮𝓷𝓯𝓪𝓪𝓼𝓱.🎶🎶

El niño empezó a dormitar y lo llevó a acostarlo pero el seguía aferrado a ella y entonces subió también sin dejar de cantar.

🎶𝓘 𝓼𝓮𝓽 𝓫𝔂 𝓶𝔂𝓼𝓮𝓵𝓯, 𝓽𝓪𝓵𝓴𝓲𝓷𝓰 𝓽𝓸 𝓽𝓱𝓮 𝓶𝓸𝓸𝓷.

𝓕𝓲 𝓱𝓪𝓳𝓪𝓽 𝓽𝓮𝓽𝓱𝓪𝓼𝓼 𝔀𝓮𝓶𝓪𝓽𝓮𝓐𝓵𝓼𝓱.

𝓦𝓮𝓷 𝓰𝓮𝓮𝓽 𝓪𝓽𝓵𝓸𝓫𝓱𝓪𝓪 𝓪𝓷𝓪 𝓶𝓪𝓐𝓭𝓪𝓻𝓼𝓱.

𝓦𝓮𝓵𝓪𝔀 𝓮𝓷𝓽𝓪 𝓐𝓶𝓪𝓵𝓽𝓮𝓱𝓪 𝓫𝓪𝓪𝓭𝓮𝓶𝓪 𝓪𝓷𝓪𝓽𝓵𝓸𝓫𝓱𝓪𝓪 𝔂𝓮𝓫𝓐 𝓶𝓪 𝔂𝓮𝓷𝓯𝓪𝓪𝓼𝓱.

𝓘 𝓼𝓮𝓽 𝓫𝔂 𝓶𝔂𝓼𝓮𝓵𝓯, 𝓽𝓪𝓵𝓴𝓲𝓷𝓰 𝓽𝓸 𝓽𝓱𝓮 𝓶𝓸𝓸𝓷.

𝓕𝓲 𝓱𝓪𝓳𝓪𝓽 𝓽𝓮𝓽𝓱𝓪𝓼𝓼 𝔀𝓮𝓶𝓪𝓽𝓮𝓐𝓵𝓼𝓱.

𝓦𝓮𝓷 𝓰𝓮𝓮𝓽 𝓪𝓽𝓵𝓸𝓫𝓱𝓪𝓪 𝓪𝓷𝓪 𝓶𝓪𝓐𝓭𝓪𝓻𝓼𝓱.

𝓦𝓮𝓵𝓪𝔀 𝓮𝓷𝓽𝓪 𝓐𝓶𝓪𝓵𝓽𝓮𝓱𝓪 𝓫𝓪𝓪𝓭𝓮𝓶𝓪 𝓪𝓷𝓪𝓽𝓵𝓸𝓫𝓱𝓪𝓪 𝔂𝓮𝓫𝓐 𝓶𝓪 𝔂𝓮𝓷𝓯𝓪𝓪𝓼𝓱.🎶🎶

Después de eso él niño ya dormido paro y se acomodo para dormir también.

Y así siguieron por un mes el le pedía que le cantara cada noche y ella encantada por su ternura siempre aceptaba.

(NOTA: la música que use es Elyanna: Talking to the moon me encantó esta música que lo puse en la novela, cuando estaba escribiendo esta música lo escuchaba mi hermana y se quedó pegada en mi mente que lo busqué y lo puse 🤣).

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