Cap. 18 Los Roman y los Salavert.

No se como explicar esto a mis querubines pero mañana iremos a pasar la tarde con los Roman y tiene que saber que estarán con su familia paterna.

        Niños, mañana iremos a ver a la familia de papá y conocerán a sus abuelos y tíos además que posiblemente a su papi _ Alana miraba a sus querubines que abrieron sus ojos como platos y sus boquita hicieron una O en conmoción.

        Mami, hubieran empezado por ahí, de verdad queremos conocer a papá y nosotros estábamos esperando este momento _ Sofía habló emocionada mientras Matheo asentía y Rebeca sonreía por la noticia.

Alana no podía evitar ver la personalidad de sus hijos que eran tan diferentes, Rebeca era una mandona y se posicionó en la pirámide del poder y Matheo era el poder tras el poder, era callado cauto y prudente además de ser sumamente desapegado igual que su padre, pero su Sofía era como ella, Sofía era caritativa y siempre pensaba en sus hermanos antes que en ella misma y los incluía en cualquier actividad que sea divertida.

Alana llevó a los niños de compras ya que querían llevar regalos para sus abuelos y tíos y especialmente papá papi y Alana no los detendría de ninguna manera así que sucumbió a sus encantos.

más tarde cuando acostó a los niños y se fue a su habitación se dio cuenta que una pequeña cabecita se asomaba por la puerta y era su hijo Matheo quien la miraba fijamente sin decir nada.

        Matheo, que pasa mi príncipe ya debería dormir _ Alana le pareció raro que su hijo haya dejado a sus hermanas durmiendo.

        Mami quiero hacerte una pregunta _ Matheo se acercó a su mama para subirse a sus faldas y acurrucarse en su pecho.

        Dime mi principe ¿qué pasa? _ Alana estaba sospechando que sería una charla difícil.

        ¿Por qué papá se fue por tanto tiempo? y además recién aparece e incluso nosotros tuvimos que venir a buscarlo hasta aquí y el ¿acaso nos ha buscado? _ Alana se sorprendió por esta pregunta y aunque sabía que Basilio si la había buscado él tampoco sabía nada de los niños así que no podía echar el peso de todo sobre él.

        Cariño, papá es un hombre importante y si nos ha buscado pero le costó encontrarnos y ahora él quiere verlos y está feliz que estén en la misma ciudad así que no te pongas a la defensiva _ Alana solo esperaba que se lleven bien con su padre.

        Bien, pero si él no va a cuidar a esta familia ten por seguro que yo lo hare mami, por eso soy el hombre de la casa. _ Alana se quedó muda, era ese hijo suyo muy sobreprotector y además muy confiado en sí mismo.

Alana beso la cabeza de su niño quien ya se estaba durmiendo en su regazo y con cuidado lo cargo para llevarlo a la cama.

Al día siguiente Jimena estaba ayudando a Alana y a los niños aunque no estaba contenta con esta socialización con los Roman pero no podía contradecir a su amiga que estaba decidida a que sus hijos conozcan a su familia paterna.

Cuando todos estuvieron listos Alana confiaba en Don Celso quien envió un auto para recogerla y a los niños así que dejó a Sean en casa y no quería la reacción despectiva de Jimena y se subió sola con sus tres querubines con dirección a la Mansión de los Roman.

Cuando Alana llegó en la puerta estaban todos los Roman esperando a sus queridos niños, los herederos de todo lo posible que han conseguido la familia y los primeros nietos volviendo locos de amor a sus abuelos.

        Alana querida, bienvenida, trae a los niños, mira qué hermosos son _ Lidia habló sonriente y con un poco de humedad en la mirada, esos hermosos niños eran sus adorados nietos y la madre era esa niña dulce y cálida que conoció por casualidad.

        Buen dia a todos, esta hermosura de ojos grises es Rebeca, esta belleza de ojos verdes es Sofia y ese jovencito guapo y elegante es Matheo, niños ellos son sus abuelos Celso Roman y Lidia Roman _ Alana señalo a los Roman y sus niños los miraban expectante.

        Mira que hermosos son mis nietos, vengan a saludar al abuelo que los ha estado soñando desde hace tiempo _ Celso abrió los brazos agachándose y como abejas a la miel los niños corrieron a su abuelo quien les daba una sensación de cariño y confianza.

Alana levantó la mirada y vio a Basilio salir y ponerse al lado de Sandra mientras veía detalladamente a los niños, Basilio tenía una mirada suave cuando los contemplaba pero la que se robo su corazón inmediatamente fue Sofía, era el vivo retrato de Alana cuando era niña y tenía esa energía dulce y llena de bondad como su madre haciendo que el corazón del hombre se regocije de alegría.

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