DECLARACIONES 2

Nos quedamos abrazadas un largo rato, en el que me siento mejor por tener a mi mejor amiga y luego del largo abrazo vamos directo a mi habitación. Estamos sentadas en mi cama, como siempre. Extrañaba ver sus inocentes ojos para su edad con su pequeña cabellera rubia, que ilumina mis días en la universidad y en mi vida entera.

—Circe te extrañe mucho. —Le digo, mientras nos sentamos en mi cama.

—Y yo a ti Al ¿Qué rayos te paso? —La expresión en su rostro cambia entre seria y divertida.

—Circe creo que me llego la adolescencia—Circe me regala una radiante sonrisa, sabe que bromeo y su reacción les quita todo el peso innecesario a mis acciones bastante malas.

—Bueno creo que tienes razón Al, pero fue demasiado loco lo que hiciste. Tu papá estaba tan preocupado, tienes que pedirle perdón y hacer todo lo que quiera por muchooo tiempo para que te perdone.

—Lo sé Circe, lo intente. —Empiezo a mover la pierna porque sé que hice mal ayer. — Solo que las cosas se complicaron y terminaron mal. Todo se enredó y de pronto me encontré reclamándole sobre mi madre y... —Circe levanta sus manos indicándome que pare.

—Espera me perdí ¿Tu madre? ¿No era «Esa»? —Levanta sus cejas haciendo énfasis en «Esa», bueno ahora también la llamo madre.

—Sí, ese es el asunto Circe, salió el tema de mi madre mientras me hundía en mis acciones. —Recordando todo lo que paso ayer, veo claramente como arruine todo. — Se llamaba Dasha y papá no la olvido, me dijo que ella fue la única mujer a la cual amo... Circe papá lloro. —No le cuento que yo fui la causante de eso con las palabras tan hirientes que dije, pero supongo que lo deduce Porque ¿Por qué más lloraría mi papá?

— ¿Tu papá lloro? —Ahora se ve confundida y afligida, ella también quiere a mi papá, él es bueno conmigo y mi amiga.

—Si Circe, todo se complicó y no sé cómo arreglarlo. —Me da una mirada llena de determinación.

—Pídele perdón, el señor Luis es la persona más buena que conozco. —No puede ser ¿Por qué uso la palabra «Señor»? Eso solo lo usamos para hacer énfasis que hicimos algo mal con un hombre (Compañero, amigo, vecino, papá, etc.)

— ¿El «Señor» Luis? Vamos Circe, llamándolo así me haces sentir más culpable. —Me recuesto dramáticamente en mi cama y miro al techo. Realmente yo si se cómo arruinar las cosas a lo grande.

—Es justo lo que buscaba Al, actuaste irresponsablemente. Puedes ser mayor edad y todo lo que quieras sin embargo aún vives en casa de tu papá. Pero, en fin …—Hace un mohín y toca la punta de mi vestido. —¿Qué llevas puesto?

—Pues misión perdón papá. —Le regalo una de mis miradas más tristes, Circe ríe. Y mira su reloj mientras me acomodo en la cama.

—Al creo que tendrás que irte a tus practicas ya son 7:30 am y solo tienes 30 minutos para llegar. —Entro en pánico, se me olvido la hora, cojo una cartera, me hago una cola de caballo alta. Me pongo unos zapatos de tacón, Circe y yo bajamos corriendo.

Me despido de Juana, Circe me acompaña y ambas subimos en un taxi.

Y cuando ya estamos a medio recorrido al fin me permito respirar con normalidad, si lograre llegar a tiempo, me recuesto en el asiento y me doy cuenta que tengo sueño. El cuerpo me duele por el viaje y la mala noche pensando en lo que cause.

—Al tengo algo que contarte. —Giro mi cabeza para verla y veo a Circe un poco nerviosa y juega con sus manos.

— ¿Qué me quieres contar? ¿Me invitaras a almorzar? —Me emociono como una niña.

— Al me avisas cuando salgas de la oficina. —Circe sabe lo ansiosa que soy, tiene que adelantarme algo.

—Por lo menos dime si habrá comida. —Le doy una mirada inocente esperando a que me adelante algo.

—No te diré nada, esperare tu llamada. —No me contara nada. Que linda forma de castigarme.

Circe me empuja fuera del taxi cuando llegamos al edificio en el cual se encuentra la oficina donde hago mis prácticas. Me despido de ella y voy corriendo lo más a prisa que el vestido y mis zapatos me permiten.

La mañana transcurre sin mucha novedad, a la 1 pm llamo a Circe para que al fin me diga lo que tenía que contarme.

—Ya saldré, dime donde nos vemos. —Meto mis cosas en mi cartera, la verdad suelo ser muy desordenada, solo sé que todo debe ir dentro de la cartera y estará bien.

—Al estoy fuera de la oficina, aquí te espero.

—Ya salgo. —Corto la llamada, recojo mi cartera, me despido y salgo de la oficina. Circe esta fuera, nos saludamos con un beso en la mejilla y me lleva a un pequeño restaurant, me alegro por qué no tengo mucho dinero me gaste todo en mi viaje, un viaje del cual no me arrepentiré a pesar de todos los problemas que causo en mi tranquila vida.

Noto a Circe un poco... ¿Nerviosa? ¿Otra vez? No lo creo.

— ¿Qué te traes entre manos Circe? —Circe voltea muy rápido, me sienta en la última mesa del restaurant y me arrincona. Me quedo anonadada viéndola actuar de esa manera.

—Bien pues, Al esto es toda tu culpa. —Me quedo con la boca abierta, voy a responderle y me calla.

— Cuando desapareciste estaba tan preocupada y él se ofreció a ayudarme así que ahora es mi enamorado. —Me quedo sin entender nada.

—Woo, espera ¿Qué? Circe ve más despacio, ¿Tienes un enamorado? —Me quedo con la boca abierta, esto debe ser una broma.

—Si Al—Me quedo en blanco, las dos tenemos o mejor dicho teníamos una inexistente vida amorosa, nos dedicamos por completo a nuestros estudios. Me va a dar algo.

— Al, me ayudó mucho cuando desapareciste intento localizarte, nos acercamos mucho el uno al otro y ayer antes de que aparecieras me lo propuso y acepte.

— ¿No es una broma? ¿Entonces tienes enamorado? —No puedo creerlo.

Circe me mira tan alegre, toda ella desborda felicidad, seguro es un chico tan lindo y bueno como ella. Circe se merece lo mejor.

—No es una broma Al, quería que fueras la primera en saberlo y ... —Circe no estaría tan nerviosa por contarme eso, ambas sabíamos que en algún momento eso podría pasarnos a cualquiera de las dos y yo estoy muy feliz por ella.

— ¿Y? —Las ansias me pueden, sé que hay algo que no me está contando.

—Y bueno también la primera en conocerlo. —No le veo nada de malo a eso, yo también quiero conocerlo. Podríamos organizar una salida o algo. — Él está en camino.

— ¡¿Qué?! ¿Ahora? —Me da algo, yo no quiero conocerlo despeinada y sin arreglarme.

—Si. —Circe se encoge de hombro como pidiendo disculpas y recién me doy cuenta de lo bien arreglada que esta. Tiene una blusa café nueva que combina con sus zapatos y hasta se puso brillo labial.

—Circe te mato, ¿Ahora? Recién lo conoceré. El chico ayudo a buscarme, que vergüenza. —Pongo ambas manos en mi rostro, moriré de vergüenza.

—En realidad ya lo conoces lleva algunos cursos con nosotras. —Retiro las manos de mi rostro y la miro. — Lo siento Al, pero quería que lo conocieras en otro lugar que no fuera la universidad y esto forma parte de tu compensación por desaparecer de esa manera.

No me lo creo ¿Me hará sufrir el resto de mi vida por lo del viaje? Suena su teléfono Circe contesta muy contenta. Luego su sonrisa se desvanece y corta diciendo que lo volverá a llamar, una parte de mi desea que le cancelara y así poder conocerlo después. Así también el asunto del viaje se va enfriando y todos estarán más tranquilos y yo también.

— ¿Qué pasa Circe todo bien? —¡Oh no! Circe pone su cara de estar en apuros.

—Al me vas a matar, Jhonathan viene aquí con unos amigos.

— ¿Jhonathan?

—Sí, ese es su nombre. Me dijo que se encontró con unos amigos y bueno ellos también querían conocerme así que están en camino. —Esto es una broma, tiene que serlo. Circe me toma de las manos y me mira asustada.

—Al no puedo hacer esto sin ti, son sus amigos y no quiero estar aquí sola. Por favor Al. —Nunca dejaría a Circe sola y menos en esta situación. Pero me siento avergonzada y a la vez quiero matarla.

—Maldita sea Circe—Me paso una mano por mi cabello. — Está bien, me quedare. —Circe me abraza y vuelve a marcar a Jhonathan. Estos son los sacrificios que una hace por amistad, hay me debo ver como una loca despeinada, ni siquiera quiero verme en un espejo.

Pedimos un sándwich y vamos comiendo. Circe termina por sentarse frente a mi dando la espalda hacia la puerta y las ventanas. Creo que nota lo nerviosa que estoy y me cuenta que conoció a Jhonathan en su trabajo. Cuando se vieron hubo algo y desde entonces no se pudieron separar. Después se dieron cuenta de que estaban en la misma universidad y en el mismo ciclo.

Comienzo a interrogarla.

— ¿Fue amor a primera vista? —Pongo ambos codos en la mesa y la miro fijamente esperando su respuesta.

—Diría que fue más como un hechizo. Aun no lo amo, Jhonathan tiene que ganarse mi amor. —Me da una sonrisa de suficiencia, es algo que nos prometimos, no amar a cualquiera hasta que se gane nuestro corazón.

— ¿Así que solo te gusta? —La observo muy atenta para no perderme ninguna de sus reacciones.

—No solo me gusta, me encanta. Él están … uff , tienes que conocerlo. —Me quedo con la boca abierta, Circe se ruborizo.

— ¿Con ese uff a que te refieres? —Circe hace mímicas en su estómago, seguro Jhonathan tiene un buen cuerpo. —Chica sucia.

Nos reímos a carcajadas las dos somos unas locas, veo por la ventana que llegan motos y de ellas bajan tres chicos al estilo punk . Me quedo mirando como tonta cuando se quitan los cascos todos son guapos, pero hay uno que me atrae más. Es la primera vez que me atrae un extraño, ahora entiendo cuando dicen que se enamoran por la calle. Todos tienen pinta de tipos malos así que solo miro con discreción. Que sensación más extraña, muevo mis hombros.

Uno de los chicos saca su teléfono y parece llamar a alguien. Circe toma su teléfono voltea y mira en dirección a ellos, levanta la mano y el chico le devuelve el saludo.

—Al, Jhonathan ya llego. —Me quedo mirando como tonta cuando los tres chicos entran en el pequeño restaurant, el aire parece esfumarse. Qué vergüenza que Jhonathan sepa de mi locura, no creí que tuviera amigos tan guapos, ahora desearía haber ido al baño a arreglarme un poco.

Se aproximan a nuestra mesa, Circe saluda a Jhonathan él tiene el cabello castaño hasta el cuello con risos rebeldes y una barba que le sienta bien sin hacerlo ver muy mayor.

Comienzan las presentaciones. Circe habla primero.

— Jhonathan, ella es Aleix es como mi hermana. —Jhonathan se acerca y me da un beso en la mejilla.

—Circe me hablo mucho de ti Aleix. Soy Jhonathan. —Jhonathan me sonríe amigablemente.

—Gusto en conocerte Jhonathan. —Le dedico la mejor de mis sonrisas, después de todo es el enamorado de mi mejor amiga y sabe de la locura que hice.

—El gusto es mío. —Me sonríe una vez más, parece un poco nervioso. Me alegra saber que no soy la única que se siente así, las cosas que hacemos por nuestra Circe ¿Nuestra? Mmm parece un chico bueno, creo que no tendré problemas en compartir a mi mejor amiga. —Bueno ellos son Juan y Renato. Son mi segunda familia. — Circe los saluda a cada uno. Y yo hago lo mismo. Juan es un poco más alto que los demás, sus ojos son negros azulados y su cabello es negro con algunos reflejos claros, su barba lo hace ver muy maduro. Lo que más me atrajo de él fueron sus ojos, hacen que sienta un vacío en mi estómago. Renato tiene cabello negro con un corte militar muy lindo y sus ojos son cafés al igual que los míos No miro mucho tiempo a ninguno me siento un poco apenada, los tres parecen entrenar.

Me hace querer ir al gimnasio, aunque no dejare de comer. Amo mis rollitos y amo comer. Además, tampoco soy tan gorda, soy una chica normal. Creo que demasiado normal al estar junto a ellos, los sacaron de alguna revista o que. Y cómo es posible que no me percatara de ellos en la universidad.

Todos nos sentamos en la mesa y hablan muy animosos, nadie parece notar que estoy más nerviosa de lo normal. No hablo, aún tengo esa extraña sensación en el estómago. Circe se integra bastante bien y bueno Jhonathan parece cuidarla mucho, se muestra muy atento con ella. Proponen ir a dar un paseo y acepto no de buena gana ya que no estoy vestida para la ocasión, pero no quiero que Circe se sienta mal.

Antes de salir del restaurant voy a los servicios. Me miro al espejo e intento arreglar mi cabello, pero fracaso, es todo un desastre. Me dispongo a regresar a la mesa cuando Renato se me cruza.

—Nuestros amigos hacen buena pareja. —Dirijo la vista a nuestra mesa.

—Si, se ven muy bien juntos. —Renato me mira y sonríe, su sonrisa es tan radiante. Hace que me sienta cómoda hablando con él.

— Jhonathan es un tipo rudo, aquí entre nos, nunca creí que se interesaría por nadie. Pero Circe lo logro, ella es increíble. —Sonrío ante su comentario, mi mejor amiga ya se ganó a los amigos de su enamorado, estoy feliz por ella.

—Lo sé, Circe puede robarse el corazón de cualquiera. Es una gran persona, espero que Jhonathan sepa cuidarla. —Si no se las verá conmigo, aunque parezca muy fuerte yo soy capaz de hacer cualquier cosa por las personas que me importan.

—Sé que lo hará, se ve muy enamorado. Por cierto ¿Te parece si yo te llevo en mi moto? —Ni siquiera sé dónde es el paseo.

—Claro. —Respondo intentando sonar amable y divertida ¿Cómo diablos se supone que me suba a una moto con mi vestido y con tacones? Esto será un desastre.

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📌Estoy reescribiendo los capítulos y cambiara el orden, por lo que les pido que NO se adelanten a mis actualizaciones. Los nuevos capítulos tendrán la numeración al final, así que aún no lean los capítulos que están con la numeración al inicio.

PD: Recuerden que las imágenes de los personajes son referenciales.

Jhonathan: Enamorado de Circe.

Juan: Amigo de Jhonathan

Renato: Amigo de Jhonathan

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