EL PRINCIPIO DEL FIN 3

Sus ojos negros me miran llenos de amor, y yo hago lo mejor para poder devolverle la mirada con el mismo amor, pero las lágrimas que amenazan con volver a salir me lo impiden. Hipo un poco en mi intento de calmarme, siento que todo está mal en mi vida.

—Mi niña. —Me dice Juana con su voz tranquilizadora.

—Juana dije una estupidez. —¿Cómo solucionare esto?, soy una estúpida. Juana me sonríe y al hacerlo las arrugas en su rostro se marcan más, pero su sonrisa infunde en mi un poco de tranquilidad.

—Luis, tu papá ahora necesita un tiempo a solas.

—Le dije cosas horribles Juana. — No debí decir eso. Sus arrugadas manos tocan mis mejillas y limpian mis lágrimas.

—Lo oí mi niña, tu papá ahora se siente un poco mal, las cosas que le dijiste no fueron muy agradables. Cuando uno habla tiene que tener cuidado, las palabras hieren más que los golpes. Él te adora así que solo dale su espacio. —Sé que Juana tiene razón, papá me adora y me lo ha demostrado siempre, solo que nunca lo había visto llorar y menos por mi culpa. Eso hace que me sienta aún peor, el solo se dedica a cuidarme y yo solo le causo disgustos y preocupaciones.

Y hay otra cosa.

—Juana esa mujer, se llamaba Dasha. La mujer que nos abandonó. —Es difícil llamarla mi madre cuando nunca fue una.

—Lo sé, ella era muy bonita. Tan alegre. —A Juana se le llenaron los ojos de lágrimas. Me siento tan rara al mencionar a esa mujer por su nombre y que Juana reaccione así... siento enojo y también curiosidad.

—Juana ¿Qué pasó? ¿Por qué nos dejó? Tú debes saber, dímelo. Juana, papá nunca me lo contara y menos después de lo que pasó. —No sé por qué le pregunto eso a Juana, no sé si sea buena idea saber de esa mujer. Pero estoy segura que antes papá le hablaba de ella, por eso Juana la conoce de alguna manera.

—Tu papá te lo hubiera contado, si tú se lo hubieras pedido Aleix. Té cerraste tanto cuando te dijo que los había dejado, nunca dejaste que te contara más de ella. —Es cierto, solo quería olvidarla, aunque nunca la conocí. Juana vuelve a sonreírme tan gentilmente, su sonrisa la deben patentar como la sonrisa tranquilizadora.

—No tenía curiosidad por saber de ella, siempre creí que papá la odiaba y que ya la había olvidado, pero hoy vi el dolor que le provocó. Y también sé que la amo, aunque claro ahora ya no la quiere ver nunca más—¿Cómo puede uno amar a una persona y después odiarla? Aunque no dijo que la odiaba, solo no quería volverla a ver jamás. Estoy segura que la odia. Así como yo la odio.

—Sí que lo hizo sufrir, pero yo no soy la persona indicada para hablarte de ella, tu papá te lo tiene que contar. —Juana me da un abrazo. —Mi niña no vuelvas a marcharte así y recuerda que tú eres el regalo que Dasha dejo a tu papá, él no podría odiarla. Aleix tu eres el sueño, el regalo y la esperanza no solo de tus padres.

Me sonríe una vez más, me da un beso en la frente y se marcha hacia su dormitorio.

Recojo la mochila del piso y subo hacia mi dormitorio. El segundo piso es básicamente más grande, hay un pasadizo y están solo mi cuarto y el de papá. La primera puerta en el pasadizo es del cuarto de papá y la última es la de mi dormitorio, el mío es más grande que el de papá ya que en el mío también tengo un estudio, bueno en realidad dos, uno para estudiar y otro para lectura recreativa. Amo leer, mi colección crece día a día.

En el pasadizo casi frente a la puerta de papá está la foto de los dos en el hospital cuando fui a darle una sorpresa por su cumpleaños, los dos estamos sonriendo. Hay otra planta más, pero esta yo la compre, es mía, justo antes de entrar a mi dormitorio veo que hay un nuevo cuadro enfrente de mi habitación, estamos papá y yo en la entrada de la universidad. Esa foto la tomo mi mejor amiga hace una semana.

Abro la puerta, pasó de largo hasta mi cama y me tiro, siento el peso de lo que hice y dije, debí haber hablado con mi papá y no lanzar mi ira en su contra. Pero cuando menciono a esa mujer y como nos dejó, no pude evitar ponerme furiosa.

Voy hacia el baño, me miro en el espejo, estoy toda ojerosa mi cabello que es largo y castaño esta todo despeinado, aunque es muy lacio se ve todo alborotado. Como siempre junto al lavabo están las rosas blancas, Juana siempre las pone, son hermosas. Me doy un baño con agua fría es como una manera de castigarme por lo que dije a papá. Salgo y me pongo un buzo y polo de diario, es tan cómodo. Voy hacia mi dormitorio saco mi celular de la mochila y lo prendo, tengo como cincuenta llamadas perdidas, llamo a mi mejor amiga.

—Circe hola, soy Aleix.

— Aleix por Dios ¿Dónde rayos te metiste? No sabes lo preocupada que estaba por ti ¿Dónde estás? —Circe siempre me dice Al siempre y que ahora me diga por mi nombre completo significa que también esta enojada conmigo, tampoco le dije que me iría. Solo tenía la necesidad de alejarme.

—Lo siento Circe, sé que hice mal...— Vuelvo a llorar, por todo, porque si, por nada, simplemente con Circe puedo llorar y ser yo sin sentirme juzgada. Se que debe estar preocupada y enojada conmigo, pero es Circe.

—Tranquila Al—La escucho suspirar. — Sabes que, aunque quiera golpearte estoy aquí para ti, tranquila linda. Creo que te llego la adolescencia tardía. —A pesar de las lágrimas no puedo evitar sonreír ¿Adolescencia tardía?, tal vez eso podría explicar todo, la idea me causa risa.

—Circe, sé que hice mal, pero...Yo necesitaba aclarar mis ideas, demostrarme que no soy una niña y tenía la necesidad de estar sola por un tiempo. —Me limpio algunas lágrimas con el dorso de mi mano.

—No llores Al, que sin importarme la hora voy a tu casa.

—Las lágrimas solo caen Circe, dije una estupidez a papá y no sé cómo solucionarlo.

—Al tranquila, está bien iré a tu casa. —Circe es muy miedosa, no sale en las noches por eso nunca fuimos a fiestas. Que diga que vendrá a casa me demuestra que es mi mejor amiga, bueno siempre lo demuestra. Pero este gesto sin duda dice mucho de ella y del gran cariño que me tiene.

—Circe no vengas, ya es tarde y se lo miedosa que eres, ven mañana. Te necesitare, además solo me está llegando la adolescencia a mí, tú no tienes por qué salir en la noche. —La escucho reír.

—Está bien Al, pero sabes que puedes decirme lo que sea. Es más, hablemos de cualquier cosa no quiero que sigas llorando, recuerda que todo tiene solución y estoy aquí para ti. —Solucionare las cosas con papá, tengo que hacerlo y el apoyo de Circe me da la confianza que necesito.

—Eres la mejor Circe, creo que me excedí y realmente necesito descansar y pensar todo lo que paso... mi mamá se llamaba Dasha. —Al decir mamá aun se siente raro, pero Circe tiene que saber de lo que me entere.

— ¡Al le dijiste mamá! —Yo también estoy sorprendida, pero esa mujer me trajo al mundo y papá aun guarda una foto de ella estando embarazada, algo bueno debió hacer.

—Pasaron muchas cosas Circe. —Tantas que hicieron que mi mundo se pusiera de cabeza.

—Veo que sí, mañana a primera hora estaré ahí. ¿Al estarás bien? —¿Estar bien? No lo creo, tengo muchas cosas que pensar.

—Sí, no te preocupes y gracias Circe. Mañana te espero, buenas noches.

—Buenas noches Al, no olvides que te quiero un montón.

—Y yo a ti. —Cuelgo la llamada y me recuesto en mi cama, mi cabello aun esta mojado y hecho un desastre, pero no me importa.

Me siento otra vez sola y culpable.

Mañana tendré que ser buena con papá, aunque no sé cómo reaccione, nunca me había enojado con él y menos había mencionado el irme de casa. Programo mi despertador porque si no, no logro despertarme. Me pongo mi ropa de dormir y cuando creo que mi cabello ya está seco me recuesto, extrañe mi cama.

«Estoy corriendo por el campo, todo es verde y el clima es agradable. Cierro los ojos y siento el viento en mi rostro, es tan agradable. Cuando abro los ojos otra vez, el cielo se comienza a nublar repentinamente.

Parece que una tormenta se avecina, pero extrañamente me siento feliz.»

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📌Estoy reescribiendo los capítulos y cambiara el orden, por lo que les pido que NO se adelanten a mis actualizaciones. Los nuevos capítulos tendrán la numeración al final, así que aún no lean los capítulos que están con la numeración al inicio.

PD: Recuerden que las imágenes de los personajes son referenciales.

Circe: Mejor amiga de Aleix

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