cap 5

Decido ir me, a mi mansión. Ya que estoy más deprimido que nunca, Ángela me ve como aun hermano y mi mejor amigo está perdiendo su tiempo con una mujer que no vale la pena  

Llego y lo primero que hago es ir a la barra y me sirvo de una botella de whisky, la cual me la termino

llega mi mayordomo y pregunta – ¿señor que hace?, ¿se encuentra usted bien?  

-estoy bien Mario, solo estoy bebiendo o acaso eso es malo –grito  

-es que usted casi nunca lo hace señor –dice Mario nervioso

-para todo hay una primera vez y si no vas a tomar conmigo es mejor que te vallas y me dejes solo -digo sirviéndome otro  

Él se va y yo sigo tomando hasta perder la conciencia en el sofá

A la mañana escucho a mi nana decir –William que es esto, tu solo te tomaste todas estas botellas

coloco las manos en mi cabeza -nana por favor no grites, sí... que me está matando la cabeza

-quien te manda, el alcohol no es bueno –dice  

-lo se nana pero por favor no grites –respondo  

Ella va a la cocina y me trae algo que ella dice que es bueno para la resaca y de verdad sirvió. Subo a mi cuarto me arreglo y bajo a desayunar, cuando lo estoy haciendo  

Mario: -señor, lo busca el joven Freddy

-hazlo pasar –digo ya que me sorprende de que este aquí en la mañana  

Freddy entra y viendo mi cara dice -estuvo buena la fiesta, ni siquiera me invitaste

—ni me lo menciones ¿Por qué estás aquí tan temprano? —pregunto  

—vine a traerte estos papeles, son de la compraventa de unos de los lugares en los que quieres construir y la propuesta te va a interesar —dice con una sonrisa  

—está bien, luego los reviso, ¿vas a desayunar?

—lo siento amigo tengo planes con Sofía, no te demores para revisarlo, adiós —dice dándose la vuelta y yéndose

Como estará Ángela seguirá enojada, aunque lo tengo que admitir se ve muy linda enojada.

Me coloco unos lentes de sol y me subo a un deportivo rojo, yendo directo a la empresa. Cuando llego entro a mi oficina, la rubia sensual de mi secretaria entra balanceando sus caderas muy sensualmente me informa de todos los pendientes    

—señor queria preguntarle si asistirá a la recepción del señor Fuente, ya que la secretaria y el mismo señor Fuentes a estado llamando para confirmar su asistencia –dice Blanca  

-dile que, me es imposible... no mejor yo lo llamo, puedes retirarte –digo  

-con su permiso y sale moviéndo su despanpanante figura

Reviso lo papeles que me entrego Freddy y tenía toda la razón nos convenía todo, y nos deja teniendo muy altos ingresos. Recibo una llamada veo quien es –hola  

-asi de cortante de comportas con tu madre, que hijo tan ingrato tengo, has abandonado a tu propia madre  

-lo siento madre, en estos días iré a visitar

-eso espero te tengo una sorpresa –dice muy entusiasmada  

-¿de que se trata? –digo aunque tratándose de mi madre no espero nada agradable  

-ven lo antes posible y te enteraras –dice ella y añade –te extraño, asi que no demores  

-si madre -contesto

-no me dirás lo mismo, no has venido a casa por dos años y tu papa aunque no lo diga yo sé que también te extraña –una voz del fondo dice -no hables por mi mujer

-iré a verte madre, te dejo tengo trabajo por hacer  

-el trabajo es más importante que tu madre –grita ella muy enfadada  

-no es asi, te quiero madre –y cuelgo, soltando aire que no sabía que tenía retenido

(Hace dos año que me enoje con mi padre porque quería obligarme a casarme por conveniencia con la hija de una conocida familia muy influyente como la mía y uniéndonos podíamos ser muy poderosos pero no acepte, porque mi corazón ya tiene buena y eso causo que me retira el apoyo de la fortuna Smith, lo bueno es que todo lo que tengo, no tiene nada que ver con ellos)

Después de trabajar toda la mañana veo el reloj y es justo la hora en la que sale mi pequeña princesa de la universidad así que decido ir por ella.

Cuando llego todavía faltan dos minutos, asi que la espero fuera del carro. La veo salir con su amiga la cual me ve y le dice algo a mi princesa y ella de inmediato me voltea a ver, y Camina así mí.

-¿Qué haces aquí? –pregunta secamente  

-vine a recogerte  

Ella se sube al carro sin decir una sola palabra, me subo y arranco

-estas, enojada conmigo –pregunto

-no lo estoy –dice fríamente  

-no te creo –dije algo impaciente  

Freno el auto a un lado de la calle

-está bien, me voy –dice bajándose del auto  

Yo bajo y la agarró del  brazo atrayéndola hacia mí  

-suéltame –dice

-no lo hare, hasta que me digas porque estas asi de enojada –digo perdiendo la paciencia

Ella se sacuda tratándose de soltarse pero no lo logra

-eso a ti, no te importa  

-por favor princesa cálmate –digo lo más suave posible  

-no soy una niña William, deja de tratarme como si lo fuera –dice algo molesta  

-si no lo eres, no te comportes como tal –digo sin pensar, ella deja de moverse y apoya su frente en mi pecho, la escucho sollozar  

-lo siento –dice en un susurro  

-lo lamento no debí de decirte eso –digo, algo triste ya que me duele verla llorar

-solo dijiste la verdad, soy una niña. Tal vez por eso el chico que me gusta no se va a fijar nunca en mí –dice Ángela

-si no lo hace es un idiota –digo levantando su mentón para que me mire y añado –y no te merece (me duele escuchar que hay alguien en su corazón, eso quiere decir que la perdí)

Ella pasa sus manos por encima de mis hombros y dice –todo este tiempo he pensado si me arriesgo o no.... y ya lo decidí, ¡¡me gustas William!!  

Yo quedo paralizado al escuchar tal confesión. Ángela une nuestros labios, tomándo la iniciativa, eso solo me hizo desear más, yo tomo el control, dándole un beso apasionado  y con desespero, (puedo sentir sus sueves labios aquellos que tanto deseo). Nos separamos por falta de aire. Hasta que caigo en la realidad.

-lo siento Ángela... pero esto, no puede volverse a repetir, sube te llevo a tu casa –digo serio  

-yo lo siento más, sé que nunca te fijarías en una niña como yo –dice con algo de tristeza en su voz  

Yo abro las puertas del carro para que ella se suba pero dice –por favor vete, no iré contigo a ninguna lado, me iré en taxi, lo siento señor Smith por mi acto fuera de lugar  

Ella se va caminando y yo detrás de ella  

-no te puedo dejar, no lo hagas más difícil Ángela  

-sabes, todo lo que haces me confunde, tú no eres mi hermano y nunca te voy a ver como uno –dice y susurra –yo te quiero como hombre, que no le entiendes –dice con lágrimas en sus lindos ojos, que daria yo por poder abrazarla y decirte que yo tambien siento lo mismo, pero esto no puede ser    

Trato de abrazarla para tratar de calmarla, pero me detengo. Porque aunque estoy muy feliz porque ella me quiera como yo a ella, esto no puede ser. Ángela se limpia las lágrimas y camina hacia el auto se sube a este y yo hago lo mismo. Cuando llegamos a su casa ella sube las escaleras y se encierra en su cuarto, yo digo en su puerta –Ángela lo siento, espero que me puedas perdonar  

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