Sueños

-¡Bryan!- Exclamó la pequeña rubia, vestía un vestido esponjoso color rosa pastel, sus cabellos estaban sujetado a una coleta de caballo, adornado con un pasador de una mariposa.

-¿Qué sucede rubia?- Pregunto el pelinegro mientras caminaba por el gran jardín, era seguido por la rubia así era todos los días.

-Te quiero- Lo abrazo por detrás haciendo que Bryan detuviera su caminata, aquella niña era un fastidio para ella eso pensaba.

-Princesa- Susurro

-Promete que siempre estarás conmigo- Susurró.

-Lo prometo- Susurro sin titubeos, aún era un niño por lo que no entendía aquellos sentimientos, solo quería hacer todo lo que fuera necesario para que ella siempre estuviera Feliz

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El pelinegro despertó había sido un sueño, no, un recuerdo del pasado, soltó un suspiro pesado miro su reloj ya era pasado medio día, se puso de pie y se dirigió al clóset tenía que trabajar, habían pasado cinco años desde la batalla contra sangre oscura, desde que Zoe se marchó sin dejar rastro alguno, no había tenido noticias de ella desde entonces pareciera como si la tierra se la hubiera tragado, fue difícil pero aprendio a vivir sin ella, aunque aún le dolía, le dolía su partida, no tenerla a su lado,no ver su sonrisa, no poder abrazarla y besarla, la extrañaba demasiado.

Salió de su departamento y subio a su deportivo en dirección a la oficina, era un enorme edificio de más de diez pisos era el más grande de la ciudad y él trabajaba ahí era el CEO más jóven y codiciado, habían muchas mujeres detrás de él pero ninguna llamaba su atención él solo tenía ojos para aquella rubia.

-El drama del libro del maestro Drake esta a la vuelta de la esquina y aún no decides a la actriz principal... Bryan enserio ¿Porque no Corina?- Pregunto molesta una bella mujer vestida con un traje azul rey

-No tiene la ternura de la protagonista- Respondió el chico- Y mucho menos es rubia, necesito que sea rubia natural y posea una mirada llena de ternura, Corina es más villana- Termino.

-Eres un caso...La protagonista estaba basada en la imaginación del maestro Drake es imposible encontrar a alguien así- Continuo ella, pero Bryan sabía que existía aquella persona pero estaba perdida.

Las puertas sonaron y entro un joven vestido de traje color caqui, hizo una reverencia en modo de saludo.

-El presidente Collins está aqui- Dijo, detrás de él entro un hombre de traje negro, algo mayor y algunas canas en su cabello aún tenía aquella barba de candado que lo hacía ver autoritario.

-Bien continuaremos después- La chica salió en compañía del joven, dejando a Bryan y aquel hombre solos.

-Profesor- Dijo con una sonrisa, aún se le dificultaba ver a su antiguo profesor con trajes muy elegantes y costosos.

-Vamos Bryan, deja de decirme así, ya lo dije solo fui profesor por Hobby- Dijo el hombre tomando asiento frente al escritorio del chico.

-Es difícil no verlo de esa forma después de tantos años- Río, aquel hombre que alguna vez fue su profesor resultó ser uno de los hombre más ricos del mundo pero se mantenía en incognito según el porque le gustaba vivir tranquilamente.

El profesor miro atento una imagen donde estaba el joven con aquella rubia, la recordó hacía cinco años que no la veía.

-¿Cómo ha estado Zoe?- Pregunto, Bryan miro la fotografía, le había dicho al profesor que Zoe estaba de viaje debido a sus estudios.

-Bien- Se limito a responder, no le gustaba mentirle al profesor de sentía un poco culpable.

-¿Seguro?- Pregunto, notaba cierta tristeza en el joven cada que preguntaba por la rubia.

Bryan lo miro y solo pudo Sonreir forzosamente.

-Bueno, vamos a comer, me reunire con unos inversionistas, pero sabes que no me gusta ser el centro de atención y se que a ti te encanta- El Hombre se puso de pie y Bryan lo imitó, ambos salieron del edificio rumbo un prestigioso restaurant, los llevaron a una sala privada donde los esperaban unos hombres, había una gran ventana que daba una vista maravillosa.

Los hombres empezaron a hablar de negocios pero Bryan no parecía poner atención, sentia una extraña sensación, como si algo fuera a pasar, tal vez era su imaginación, pero aún así la inquietud se hacía más grande.

-Bryan...-

Escucho aquella voz en susurro la conocía, sabía que era de ella, su corazón comenzó a latir tan rápido que sentía que explotaría, miro alrededor aquellos hombres seguían hablando pero el no lograba escucharlos, sintió que todo comenzaba a dar vueltas, su respiración se agitaba sentía que le faltaba el aire, algo le ocurría. De repente todo se volvió oscuro, parpadeo varias veces hasta que la vista se volvió clara, para su sorpresa ya no estaba en aquel restaurante, se encontraba en un lugar oscuro, tenía un toque terrorífico, habían cadáveres, en todo el lugar pero lo que más resaltaba era un árbol negro sin vida, había alguien ahí, se acercó lentamente, tratando de no aplastar los cadáveres, cuando estuvo cerca pudo ver qué era una mujer, con un vestido que en su momento fue blanco y ahora estaba cubierto de sangre, la mujer tenía una larga cabellera rubia desarreglada.

-¿Estás bien?- Susurro Bryan, sentía que su corazón dolía, aquella rubia ocultaba su rostro con sus manos y la escuchaba sollozar, tenía el sentimiento que la conocía.

-...Sálvame....- Dijo entre susurro, Bryan sintió que su corazón se le hacía pedazos al escuchar aquellas palabras, aquella voz de suplica aunque había sido un susurro, conocía aquella voz, la miro nuevamente con más atención, no solo era el vestido cubierto de sangre, tenía heridas en sus brazos, cortaduras de espadas, golpes, incluso diviso la sangre que escurría de su cuello, a un costado de ella estaba una espada con empuñadura dorada y tenía la insignia de un Sol manchado de sangre, del lado contrario había un cráneo cubierto de sangre, miro las manos de la chica estaban cubiertas de sangre, no era suya estaba seguro, sintió tanto dolor de verla así, estaba sufriendo.

-Zoe...- Susurro inclinandose a ella, la chica levantó su rostro aún cubierto con su manos.

-Bryan...- Respondió ella entre sollozos, era ella no había duda, pero ¿Porque estaba en ese estado? ¿Que le había pasado.

-Cariño, ¿Que te ha sucedido?-Pregunt con tanto dolor, sentía que sus ojos se inundaba de lágrimas.

-...Sálvame- Volvió a decir la rubia, comenzó a descubrir su rostro, Bryan no podía creer lo que veía, la chica tenía sus ojos totalmente negros, sus labios eran negros y escurría sangre de ellos, en su frente se dibujaba un sol negro.

De repente la chica comenzó a ser envuelta en una profunda oscuridad, ella comenzó a derramar lágrimas de sangre.

-¿Zoe? ¿Qué sucede? ¡Dime! ¡Carajo, no te vayas de nuevo!- Grito al ver cómo la chica comenzaba desaparecer, le tomo de las manos pero ella se las retiro- Por favor, dime qué hago para salvarte...-

-Duele...Bryan...- Dijo colocando sus manos en su corazón.

-¿Quién te hace daño? Por favor dime....¡Zoe!-Dijo desesperado ella estaba por desaparecer por completo solo podía ver su rostro ya.

-La oscuridad...- Dijo antes desaparecer.

Bryan se puso de pie los cadáveres comenzaron a levantarse por si solos, y comenzaban a rodearlo y aventarse sobre él, trato de defenderse pero no sentía su poder, sintió que algo lo arrastraba, sentía un vacío en su corazón, perdía toda la esperanza y deseos de vida y entendió las últimas palabras de Zoe, "Oscuridad" tenía que escapar, no podia ser arrastrado por la oscuridad si lo era, no podría rescatar a Zoe. Trato de invocar la luz de Regulus pero este no obedecia al llamado, sintió que su corazón dejaba de latir, su vida se terminaba, pero en su mente solo estaba ella Zoe, con aquella terrible apariencia, quería salvarla y protegerla.

-Por favor quiero salvarlas...- Susurro, cerró sus ojos ya no tenía fuerzas, pero sintió un extraño poder fluir en su interior, abrió apenas sus ojos alguien estaba frente a él, no lograba verlo estaba cubierto de una gran luz.

-Entonces Hazlo...Salva a la princesa de Solaris de la Oscuridad- Escucho aquella voz aunque estuviera frente a él la escucho muy lejana y en Susurro, sentía que conocía aquella voz pero no podía pensar en más, cerró sus ojos y quedó totalmente inconsciente.

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