Capitulo 2 - Molesta

Narra el autor

Así fue, después de hablar un rato más decidieron acostarse a dormir las tres cómo lo hacían cada vez que la otra las necesitaba y al día siguiente hablarían con su madre y le pedirían las explicaciones pertinentes.

Día siguiente.

La primera en despertar es Susan quien decide ir a pedir el desayuno para ella y sus hermanas, luego de esto va a ducharse y cambiarse en su habitación, transcurren alrededor de unos 40 minutos arreglándose hasta que se va a la habitación de Elena y decide despertar a sus hermanas e informarles que ya está listo el desayuno, estás se despiertan a la fuerza y con mucha pereza, Kate decide salir para cambiarse en su habitación ya que al ser sábado ni ella ni Susan tenían que trabajar.

Una vez lista y con una nueva expectativa de su día decide bajar a desayunar con sus hermanas, esperando no encontrarse de momento con su madre o su padre, pero como en la vida no todo siempre es como lo deseamos justo cuando está bajando las escaleras para ir al comedor escucha como sus padres saludan a sus hermanas quienes ya se encuentran sentados en la mesa para tomar su desayuno cómo lo acostumbran a hacer siempre, así que toma una fuerte bocanada de aire para luego dirigirse al comedor, al entrar hace un saludo general para todos y toma asiento.

Una vez les sirven el desayuno todos empiezan a comer en medio de un silencio sepulcral que se apodera del ambiente, luego de pasados unos diez minutos de miradas incómodas entre sus padres ellas es el señor William quien decide hablar;

William Connor: bueno niñas el día de ayer estuvimos hablando con don Alexander Taylor quien cómo ya deben saber es un viejo amigo y socio de nuestra familia, pues bien es sabido que su esposa murió hace ya varios años y pues él se ha sentido un tanto solo, y es porque sus hijos desde muy temprana edad decidieron irse a estudiar fuera del país y desde ese entonces ninguno ha querido volver.

Margaret Jones: Así es, como su padre dice el día de ayer él nos comentó sobre su plan de jubilarse para disfrutar de sus últimos días, pero también saben que su padre tiene una enfermedad que necesita ser tratada lo más pronto posible, es por eso por lo que su condición para tratarlo es que... - Mira a cada una de sus hijas, pero antes de que puedan continuar es interrumpida por Susan.

Susan: si madre, ayer cuando llegamos íbamos a saludarlos a su despacho y escuchamos cuando hablaban de casar a Ele con ese viejo verde, pero de una vez te decimos que no estamos de acuerdo con nada de eso, esa no debería ser la manera de curar la enfermedad de nuestro padre y mucho menos estar con él en sus últimos días… - Esto lo dice en un tono de voz alto y malhumorado.

Elena: cálmate, Susan, no es necesario que te alteres de esta manera... - Sus padres las observaban en silencio y algo sorprendidos por lo que acababa de decirle su hija mayor, así que sin más es el señor William quien le lanza una mirada de reproche a su madre para luego decir.

William: vez Margaret, es por eso por lo que nunca quise tener hijas mujeres, porque todas son unas chismosas y entrometidas, ya están sacando conclusiones de cosas de las que ni siquiera tienen el contexto, de verdad es que no entiendo cómo es que las has educado mientras yo estaba fuera trabajando y partiéndome el lomo para que tuvieran todo... - La señora Margaret baja la cabeza y suspira cansada y derrotada, recuerda que esto ya ha pasado antes y esto la hace sentir una inútil, Kate al ver la expresión de su madre sale en su defensa.

Kate: no te atrevas a hablarle así a nuestra madre, ya sabemos que nos desprecias por no ser hombres ni tener a un heredero al que darle tu empresa hotelera, pero no culpes a nuestra madre de algo que ella no puede controlar, lo que escuchamos fue por casualidad y no nos dio tiempo de hablarles porque Elena salió de casa en medio de la lluvia sintiéndose rechazada y poco apreciada por las personas que se supone deberían darle amor y cuidar de su futuro.

Margaret: ¡SILENCIO! - es lo que pide para calmar las aguas un poco. Y todos posan su mirada en ella… - Ya sé que no soy una madre ejemplar, y también tengo claro que en algún momento de nuestras vidas su padre me dejó de lado por no poder darte hijos varones, pero Susan y Kate eso no es excusa para que le falten al respecto de esta manera a su padre y mucho menos escuchen conversaciones que no les competen.

Elena: Pero madre, como es posible que defiendas a mi padre cuando sabes que está mal lo que ha dicho y que también te ha faltado al respeto como madre y como mujer.

Margaret: dije que silencio Elena, tú no sabes nada de como son las cosas así que CALLATE, y déjame hablar... - Esto lo dice en un tono fuerte y con una mirada amenazante hacia sus tres hijas quiénes en este momento la miran con desilusión y mucha furia en sus ojos…