Capitulo 20 Estoy embarazada

Ambas mujeres están frente a frente, Abi no quisiera estar allí, pero necesita escuchar lo que tiene para decirle :

—Imagino que sabes que soy amante de Lucca hace 7 años—confiesa Juliet, sin preocuparle el daño que puede ocasionar.

—Sabía que eras su amante, pero no que hacía tantos años, yo solo quiero decirte que....

—No me digas nada Abigail, se muy bien que su matrimonio es una farsa y que él me ama. Sabes que estuvimos juntos hace dos noches ¿verdad? —toda la amabilidad con la que la saludo quedo en la nada y ahora se convirtió en una mujer que esta luchando por su hombre.

—Si, lo se Juliet, por eso yo mismo le dije que se quedara contigo, pero no quiso hacerme caso.

—Sin embargo, Lucca me ama y ahora más que nunca, Abigail.

—¿Ahora más que nunca? —pregunta con mucha curiosidad, sabe que Lucca otra vez esta mintiendo, le dijo que la amaba y en realidad ama a Juliet, no puede creer que siga lastimandola de esa manera y ella consolandolo, intentando hacerlo sentir mejor, pero no lo culpa, su relación es de hace muchos años, sin dudas, debe unirlos un sentimiento muy fuerte.

—Estoy embarazada, Abigail —Abi siente que esta a punto de desmayarse, las piernas le tiemblan y las náuseas se hacen presente, usando todas sus fuerzas para no vómitar.

—Un hijo de Lucca... Lo que más quiere, en este momento, es un hijo así que debes casarte con él para que sea heredero de toda su fortuna.

—¿Crees que no lo pensé? Sabía muy bien las cláusulas del testamento del abuelo, si Lucca tenía un hijo el niño sería heredero de todo y yo me adelante a ti, querida, según él ustedes no han consumado su matrimonio aun, así que mi hijo es el heredero de todo, Abigail. Te doy un mes para que retires las cosas de la casa y desaparezcas de la vida de Lucca, él es mío y mi hijo es dueño de todo eso, así que tengo más derechos que tú, por más que seas la esposa.

—Está bien, Juliet, tienes razón—es el momento que Abi estaba esperando para escapar del matrimonio e irse tranquila con sus hijos, si el hijo de Juliet tiene más semanas de gestación que los suyos él es el heredero de todo y ella no tiene más nada que hacer allí—¿de cuantas semanas estas, juliet?

—¿Para que quieres saberlo? ¿Quieres saber si fue antes de que se casaran? Si fue antes, estoy de 10 semanas —por un lado Abi se pone contenta porque es la salida a todo esto y la salvación de sus hijos de vivir en una sociedad tan materialista y fría, pero por otro lado siente que su corazón se rompe en pedazos, ama a Lucca con locura y acaba de perderlo para siempre.

—Déja que pase la exposición de autos, me iré para siempre y no molestare más, dejare que los dos sean felices, al fin y al cabo la que esta demas aquí, soy yo.

Abi regresa a la casa, en su auto, llorando desconsoladamente, no puede creer todo lo que está pasando. Lucca sigue lastimandola sin importarle nada, ya lo tiene decidido jamás le dirá de sus hijos, por haberle mentido de la forma más cruel, cuando días antes, le dijo a Juliet que la amaba.

Varios minutos después llega a la mansión descarga toda su frustración vomitando y luego se toma una ducha, como le haría falta una copa de vino. En este momento saca su teléfono celular y llama a su madre necesita llorar con ella y contarle todo.

—¡Mamá! —Abi llora desconsoladamente preocupando a Analia.

—Hija por favor ¿por que lloras así? cálmate, ¿los bebés están bien?

—Mamá, Juliet esta embarazada—confiesa desesperada, con tanto dolor, imposible de ocultarlo.

—Abi ¿como lo sabes? ¿te lo dijo lucas?

—Juliet me llamo por teléfono, quiso que nos encontremos en un bar y fui, me dijo que Lucca esta enamorado de élla y que esta esperando un hijo, me dio un mes para que me vaya de la casa.

—Pero tu también estas embarazada.

—Si, mamá, sin embargo, tiene 10 semanas de gestación, su bebé es más grande que mis bebés, todo le pertenece a él, me pidió que renuncie al matrimonio y me vaya.

—Hija, viéndole el lado positivo es una manera de escapar de él y que puedas estar con tus hijos.

—Pero quedaremos en la ruina mamá, Lucca nos quitara todo.

—En este momento son más importantes nuestros nietos, te lo vuelvo a repetir, recuerda que tenemos ese fideicomiso en el banco podemos empezar de nuevo donde tu seas la ceo, hija, vuelve con nosotros no lo pienses más.

—Tienes razón mamá, lo haré, después de la exposición me iré de aquí, para siempre.

Abi corta la llamada con su madre y baja a la cocina. Allí se encuentra con Lucca que recién llega del trabajo y está tomándose una cerveza.

—Hola Abi ¿que tal tu día? — el muy cínico le pregunta como le fue, ¿por que diablos no la deja en paz y se va con Juliet?

—Estuve trabajando en la exposición con mi padre, por video llamada.

—No me mientas, Abi—manifiesta Lucca, conociendo la verdad.

—¿Por que lo dices?—pregunta, no quiere confesarle que se reunió con su amante, sería humillarse y caer muy bajo.

—Sé que estuviste con Juliet.

—¿Cómo lo sabes?—pregunta Abi, con Tristeza en su voz.

—Ella misma me lo dijo—confiesa Lucca.

—¿Te dijo también que esta embarazada?

—Si...

—Ese niño es el heredero de todo, así que yo puedo irme en paz ¿verdad? Podemos terminar este matrimonio, ya tienes el hijo que querías.

—No digas tonterías, Abi. Primero necesito saber si es verdad, y no una artimania para retenerme. En todo caso recuerda que el matrimonio sigue durante un año, de lo contrario me quédare con todo lo que te pertenece—exclama enojado.

—¿Donde se fue el Lucca de esta mañana?

—Solo fue un momento de vulnerabilidad, Abi, no creas que tienes poder sobre mi, sabes que eres mía por un año y por más que Juliet este embarazada tu eres mi esposa y yo quiero un hijo tuyo.

—En tus sueños Lucca, prefiero quedar en la ruina que acostarme otra vez contigo.

—¿Por qué siempre tenemos que pelear, Abi? ¿Por qué no podemos llevarnos bien?

—Porque es imposible. Porque no seré la esposa sumisa que quieres, porque sabes muy bien que amas a Juliet, ¿para que quieres seguir conmigo?

—¿Que yo amo a Juliet? Quien te dijo eso? —pregunta Lucca enojado.

—Ella misma me lo dijo y me dio un mes para irme de esta casa, su hijo es heredero de toda la fortuna y tiene más derechos que yo.

—Tu eres mi esposa, la que tiene los derechos aquí eres tu, de aquí no te vas.

—Eso lo veremos...—lo desafía.

—No me desafies, Abi, recuerda que soy el mayor inversor de la exposición de autos, con un dedo termino de destruir toda tu familia—comenta Lucca despechado, no podría soportar que ella se vaya de su lado.

—Estoy segura que serias capaz de hacerlo.

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