Puedo hacerte daño.

Enzo......

Claro que todo era perfecto, acababa de casarme con la mujer que amaba y estaba a punto de ir a mi fiesta de bodas, todos conocerían en persona a la Señora Russo, la cual iba sentada a mi lado y tenía tomada muy fuerte mi mano.

Enzo: Eres feliz?.

Ella me miró y sonrió.

Emily: Dios, no podría serlo más.

Me aserque a ella y le di un suave beso en los labios, no podía creer lo hermosa que lucía mi esposa en ese vestido, pero no podía creer aún más las ganas que tenía de arrancárselo.

Enzo: Que quieres hacer en nuestra luna de miel?.

Emily: Llévame a donde quieras, solo quiero estar a tu lado.

Entonces la camioneta estacionó, solo escuché la voz de Massimo decir que ya habíamos llegado, yo bajé de la camioneta y le abrí la puerta a mi esposa.

Enzo: No tienes que hablar con nadie si no quieres, solo quiero que te sientas cómoda.

La tomé de la mano y juntos caminamos hasta el hermoso lugar que habían elegido para la fiesta.

Era muy lindo y sabía que mi esposa había elegido cada detalle, pues la sencillez y la elegancia de todo, eran dignos de ella. Entramos tomados de la mano y toda la gente aplaudía para nosotros, muchos se acercaron a felicitarnos y muchos otros guardaban su distancia por miedo a ser ignorados, aparte a todos de nosotros y la hice caminar hacia la mesa que se encontraba justo en frente de todas las demás, la invite a sentarse y yo lo hice a su lado.

Enzo: Todo es muy lindo amor.

Emily: Que bueno que te guste, elegí todo para que cada cosa sea la correcta.

Entonces no lo pude evitar, la tomé de la cara y la comenze a besar apasionadamente, sin importarme la cantidad de gente que se encontraba ahí.

Manolo: Interrumpo?.

Solté a mi esposa y maldije en mi mente aquella fastidiosa voz que nos había interrumpido.

Enzo: Amigo.

Dije muy entusiasmado después de ver de quién se trataba. Manolo era mi excompañero de universidad y mi mejor amigo.

Manolo: Como estás hermano, Massimo me envió la invitación.

Enzo: Amor, el es Manolo Castrejón, mi mejor amigo de la universidad.

Emily se puso de pie y lo saludo con alegría, me hacía feliz que al fin Emily conociera a alguien cercano a mi.

Emily: Es un gusto.

Manolo: El gusto es mío, aún no puedo creer que alguien se haya casado con este hombre.

Enzo: Eso significa que alguien si te hizo caso a ti.

Manolo: Oh no hermano, aún sigo solo y con mucho trabajo.

Manolo era el encargado de las finanzas de todas mis empresas, desgraciadamente tenía su vida atada a mi, mucho más que Emily.

Enzo: Manolo, porfavor, ve a tomar asiento y disfruta de la fiesta.

En ese instante una canción demasiado cursi comenzó a sonar y aunque yo odiaba esas cosas, sabía que era algo que a mí emily le haría feliz, así que la mire y le extendi mi mano, ella la tomo y juntos caminamos hacia la pista, justo donde todos nos miraban.

Emily: Todos nos miran. Debe ser por esa fea arma que traes en el traje.

La pegue más a mi y la mire.

Enzo: Nos miran, por qué la hermosa mujer que está a mi lado no tiene comparación.

Ella se sonrojo demasiado y continuo bailando conmigo.

Narra Emily.....

La fiesta termino, algunos socios de Enzo quedaban en el lugar, pero el insistió en que era muy tarde para continuar ahí y es que la verdad yo me sentía muy cansada, dormía sobre las piernas de mi esposo dentro de la camioneta, en cuanto escuché la voz de Massimo.

Massimo: Está todo listo Señor.

Enzo: Bajaré enseguida, quiero que siga descansando.

Abrí mis ojos y lo mire, el estaba viéndome sin ninguna expresión, entonces sonreí risueña mente y el lo hizo conmigo.

Enzo: Eres preciosa aún durmiendo.

Emily: En dónde estamos?.

Enzo: En la costa, el barco nos espera.

Yo me senté de inmediato y mire por la ventana, era completamente verdad, nos encontrabamos en frente a un enorme yate, el cual en letras enormes decía Russo.

Emily: Ah dónde vamos.

Enzo: Te gustan las islas?.

Emily: Nunca e estado en una.

Enzo: Pues hoy conocerás la isla de tu esposo.

Baje de la camioneta muy emocionada, casi corriendo y subí los escalones del yate, el bajo con mucha calma y desde lejos me vio y sonrió.

Al subir al yate pude ver qué todo era hermoso, todo era de lujo y de igual manera estaba lleno de seguridad.

Enzo: Estaremos ahí en un par de horas.

Entonces me recosté en la cama y le di la mano, solo quería que el se recostara conmigo, nada me hacía más feliz que tenerlo a mi lado.

Un par de horas después el yate estacióno, era impresionante, jamás pensé que su isla fuese tan bella, baje del barco con la ayuda de Enzo y mire a mi alrededor, todo era muy lindo.

Enzo: Bien Señora Russo, te llevaré conmigo.

El me cargo en sus brazos y me llevo hasta la puerta de aquella hermosa casona, abrió la puerta y con mucho cuidado subió las escaleras conmigo en brazos, yo me sostenía de su cuello, el abrió la puerta de la habitación y me recosto en aquella enorme cama que se encontraba en la habitación.

Enzo: No hay mucho que te tenga que explicar, pero en este momento muero por hacerte mía.

El se acercó a mí y desabrocho con mucho cuidado mi vestido, para después arrancar su corbata y mirarme con mucha pasión.

Enzo: Si me hubieras dicho lo que había de bajo de ese vestido hace horas que te hubiera llevado a la cama.

Solo lo mire y sonreí sensualmente.

Emily: Deberías venir a la cama y ver lo que hay de bajo de esto, te gustará aún más.

El subió a la cama y me dijo al oído.

Enzo: No me provoques, por qué puedo hacerte daño.

Lo mire y lo rete con la mirada.

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