El secuestro.

Narra Emily......

La clase terminó y Marco se había ido, me encontraba de camino a mi habitación cuando la puerta sonó, camine de inmediato para abrir, pero Massimo me detuvo.

Massimo: Yo abriré.

Emily: Bien gracias.

El abrió y yo me quedé al pie de la escalera, esperaba que fuese Marco, que se le había olvidado algo, pero entonces solo veía a Massimo mover sus labios.

Emily: Pasa algo?.

Massimo: Nada Señorita.

Esteban: Dille che succede, merita di saperlo.

Dile lo que pasa, ella debe de saberlo.

Mis clases de Italiano por su puesto que estaban dando frutos, Yo sabía que algo no estaba bien y por su puesto no estaba dispuesta a quedarme parada al pie de las escaleras sin hacer nada, yo si quería saber lo que en realidad estaba pasando, así que camine muy rápido hacia la puerta y Massimo intento detenerme, así que sin más mire a aquel hombre parado en la puerta de la mansión, tenía una máscara negra y me apunto con un arma. Sentí como mi piel se enchino, jamás había sentido tanto miedo como ahora.

Esteban: Camina.

Dijo con mucha autoridad, entonces Massimo saco su arma y le apunto directo a la cabeza, yo no sabía que hacer así que le dije.

Emily: Bien, dime lo que quieres.

Esteban: No quiero hacerte daño, solo quiero que me acompañes.

Yo subí las manos en forma de rendimiento y le dije.

Emily: Bien, lo haré, pero no hagas nada.

El me tomo de ambas manos y me llevo hacia la camioneta, Massimo gritaba que me soltaran mientras apuntaba aún con su arma, pero yo lo mire y le dije.

Emily: No hagas nada, todo estará bien.

Solo podía preguntarme dónde estaba en ese momento Enzo, sabía que el no dudaría un solo minuto en sacar su arma y dispararle directo en la cabeza a ese hombre, pero igual sabía que tal vez el podía estar en peligro en esos momentos, y Massimo encontraría la manera de sacarnos de esto.

Emily: Dove mi stai portando?.

A dónde me llevas?.

Le dije en mi Italiano trunco, mientras el hombre me amarraba las manos con una cinta y me cubría la cara.

Esteban: No hables.

Grito, causando me un poco de escalofríos. Sentí la camioneta moverse por largos minutos, mientras mi aún temblorosa voz cantaba una ruidosa canción de Rock, para demostrarle a ese hombre no le tenía miedo, aunque la realidad era otra.

Después de un largo rato la camioneta estacionó, enseguida el tipo me bajo y por un momento sentí que no me quería hacer daño, el no me había tratado mal, a excepción de los gritos, pero jamás hubo jaloneos, entonces la voz que escuche me hizo pensar las peores cosas.

Massimo: Como se portó?.

Era el imbécil de Massimo, el había echo todo esto, era un maldito traidor, solo esperaba que le diera un infarto al corazón y muriera.

Esteban: Se portó muy bien, a excepción de esa irritable voz al cantar.

Massimo: Bien, puedes irte.

Escuché los pasos de aquel hombre alejarse, Massimo me subió a lo que parecía ser un ascensor, pues sentía como el ascensor subía, en seguida la puerta se abrió y el me hizo caminar y supe que estaba en una habitación sola con Massimo, pues se podía escuchar el eco de todo.

Massimo: Señorita Cameron, solo para que lo sepa......

El no pudo terminar de hablar, pues sin saber hacia donde yo di una patada al aire.

Massimo: Es encerio? ah intentado lastimarme?.

Emily: Cállate, maldito traidor, ojalá te pudras en el infierno.

Massimo: Señorita Cameron, solo para que lo sepa, yo no soy un mal abogado, soy el mejor que usted podría conocer y mucho menos soy un traidor.

Dijo mientras me quitaba el trapo que me cubría la cara y dejaba ver un hermoso salón lleno de rosas y una hermosa mesa muy bien adornada.

Enseguida de pie pude ver al maldito hombre causante de todo, estaba justo a un lado de aquella mesa mirándome con su estúpida cara de seducción, yo solo quería correr y darle unos golpes directo en ese rostro perfecto, pero no pude evitar llorar y caer al suelo, el camino muy rápido hacia mi y me levanto.

Enzo: Amor, por qué lloras?.

Emily: Eres un imbécil, me secuestraste.

Enzo: Amor, solo te quería sorprender.

Emily: Me gusta, me encanta.

Le dije entre lágrimas.

Enzo: No llores bonita, no quería que esto fuese así, solo lo quería hacer ingenioso.

Emily: Enzo, gracias, me haces feliz.

El me tomo de mi rostro y me dió un suave beso en la frente.

Enzo: Jamás en mi maldita vida, había echo algo así, pero tú mereces esto y mucho más.

Dijo Enzo, mientras automática mente se abrían las cortinas de el salón y se podía ver toda la ciudad de Australia, entonces yo camine hacia la ventana y mire todo, era hermoso en realidad, no sabía que había echo para resivir todas esas cosas bonitas de su parte, gire para mirar a Enzo nuevamente y el estaba arrodillado en un pie justo de tras mío, con una hermosa caja frente a mi rostro, la cual portaba un hermoso anillo con un diamante muy lindo.

Enzo: Emily Cameron, podría decirte miles de cosas cursis, pero sabes que no soy ese tipo de hombre, si tu aceptas casarte conmigo te prometo dispararle directo a la frente a cada persona que se meta contigo, y aún así no aceptaras yo haría eso por ti, prometo llenarte de amor infinito y también de muchos dolores de cabeza, pero sobre todo, te prometo amarte siempre, se que tal vez esto es precipitado, ya que aún no te eh pedido que seas mi novia, pero no pienso estar un minuto más sabiendo que no eres la prometida de Enzo Russo, quiero saber que me amarás solo a mi y aunque es la primera vez en mi vida que le pido a una mujer que se case conmigo, también espero que sea la última y espero que la persona con la que me case 20 veces sea contigo, por qué si hoy aceptas casarte conmigo tienes que ser consiente que no será la única vez que lo harás. Así que te pregunto, Quieres ser mi esposa y estar conmigo para siempre?.

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