La Gordita De Mis Pesadillas.
Narra Enzo....
Los ojos me arden como un demonio, entonces recuerdo que la noche anterior fue una noche muy tensa, el trabajo en la empresa es excesivo, mi socio y mejor amigo Eulises y yo nos emos dedicado por completo a nuestra empresa, la empresa petrolera más reconocida en Italia.
Me pongo de pie y camino un tramo hasta mi cuarto de baño, en dónde al abrir, una enorme tina me espera, pero por su puesto, miró mi reloj y me doy cuenta que no tengo demasiado tiempo, abro la regadera y me sumerjo en ella mientras el vapor sale del agua.
Mi nombre es Enzo Russo, y tengo 30 años recién cumplidos, soy uno de los hombres más ricos de Italia y la oveja negra del lugar, muchas personas me odian y muchas otras me aman, vivo una vida llena de lujos y excentricidad, disfruto de vivir en una de las mansiones más lujosas y antiguas del lugar, Obscuridad, es el nombre que le brindan a mi mansión, ya que aunque por el día es muy hermosa igual pareciera muy tenebrosa, pues en ella vive el hombre más serio del mundo.
No hay nada más que decir, siempre todo lo que e deseado lo e tenido, menos el amor, esa esperanza la perdí hace algunos años, al darme cuenta que las mujeres solo me quieren por mi dinero, ahora gozo de las mujeres más hermosas sabiendo que el amor no es necesario.
Así salgo de la ducha y me dispongo a entrar a mi closet, en dónde veo una excesiva cantidad de trajes, muchos usados, muchos otros nuevos, aprieto un pequeño botón que está en la pared y este hace girar mi closet, para tener una mejor vista de mis trajes, tomo uno de ellos junto con su respectivo par de zapatos, me lo coloco, pongo mi arma en mi pantalón, me peino un poco y me perfumo, al salir de mi habitación lo primero que veo es a Massimo, mi mayordomo.
Massimo: Señor el desayuno está servido.
Enzo:Non ho appetito Massimo.
No tengo apetito Massimo.
Massimo: Porfavor señor, casi no ha comido estos días.
Lo miro con mucho desprecio, pero a la misma vez caigo en cuenta que el tiene razón, camino con velocidad hacia el enorme comedor, en dónde un exquisito banquete me espera, Massimo me da un asiento y disfruto de la única comida que imagino que haré en el día.
Enseguida después de comer, me lavo los dientes mientras Massimo me espera en la puerta de la camioneta.
Massimo: Ah la oficina señor?.
Russo: Ecco com'è.
Así es.
Le digo muy cortante mente; En ocasiones no entiendo por qué Massimo me aguanta mucho, pues suelo ser muy despreciable, luego recuerdo la exelente paga que recibe por ser mi mano derecha y entiendo el por qué sigue aquí.
Al llegar a la oficina bajo y todos me miran, los miro con desprecio y algunos desvían su mirada con terror, se abre el ascensor y subo de inmediato, Massimo no permite que nadie más lo haga conmigo, aprieta el botón y nos vamos hasta el último piso, en dónde se encuentra mi oficina; Al llegar todos saludan con mucho respeto y Massimo responde por mi, yo camino directo hacia mi oficina abro la puerta y le gritó a mi secretaria.
Enzo: i miei orecchini del giorno....
Mis pendientes del día.....
Secretaria: Enseguida señor Enzo.
Dice con la voz temblorosa.
Camino hacia mi escritorio y tomo asiento en mi enorme silla.
Enseguida la puerta se abre y Eulises entra con una enorme sonrisa.
Charla en Italiano.......
Eulises: Amigo, es un exelente día no crees?.
Enzo: Ojalá y lo fuera igual para mí.
Eulises: Vamos, no seas negativo, te invito a beber algo hoy por la tarde en mi casa.
Eulises era un anciano muy optimista, solo se había casado una vez con una hermosa Newyorquita rubia y de ojos muy lindos, pero según el no había funcionado, ella era muy joven y no estaba lista para pasar el resto de su vida con un anciano como el, pero de ese amor inexistente salió una pequeña niña, de la cual Eulises hablaba tanto que yo la odiaba. Al parecer la esposa había muerto en un accidente hace un par de años y se la habían enviado a Italia para que la cuidara.
Enzo: Bien, iré a tu mansión, pero no quiero ver a tu pequeña corriendo como un cachorro juguetón, por qué no soporto a los niños.
Eluises rio demasiado fuerte, tanto que me irrite.
Eulises: Mi pequeña tiene 20 años amigo, y por lo mismo nunca está en casa, ella siempre está con sus amigos de la universidad.
Entonces yo rei junto con Eulises, para todos era extraño, por qué a pesar de ser un viejo el era el único que siempre me hacía reír.
Enzo: Bien amigo, nos veremos alrato para tomar algo.
Mi día continua y no es nada fácil, una hora antes de dirigirme a casa de Eulises, Massimo me convence de ir a comer algo, salimos en la camioneta y nos dirigimos a un pequeño café ubicado muy cerca de casa de Eulises.
Entro y todos me miran, por su puesto que saben quién soy, camino hacia una de las mesas y una de las meseras se me acerca muy coqueta.
Mesera: Que llevará señor Russo?
Yo no me digno a contestar y Massimo lo hace por mi.
Massimo: Tráele lo mejor de la casa.
Ella se da la vuelta y se retira muy ofendida, mientras yo rio internamente.
Enseguida en frente mío veo a la muchachita más hermosa del lugar, me atrevería a decir que del mundo, Massimo en seguida nota mi interés en ella.
Massimo: Quiere que la llamé señor?.
Enzo: No, seguramente aún no nota mi presencia, y cuando lo haga ella sola vendrá.
Pareciera que todo caía en su lugar, pues unos minutos después ella es la que me entrega la comida en mi mesa.
Trato de poner mi mejor cara, pero al parecer ella no demuestra ni lo más mínimo de importancia en mi y eso me enfurece.
Massimo: No se enoje señor, le dejaremos una muy buena propina y volveremos mañana.
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Comments
nohelit perez
este se cree la última gota de agua Pero terminará a los pies de su gordita 😂😂😂
2024-08-14
2
Cinzia Cantú
La verdad bastante engreído el hombre
2024-07-11
1
Amunet♥︎
ni Carlo era así xd y d Dante solo el apellido ♥︎
2024-06-10
0