Vamos a jugar.

Jace Smith.

Terminamos de desayunar y nos dirigimos al carro a ver si podríamos irnos a casa.

Afuera, ya la tormenta estaba en calma, pero aún así hace mucho frío.

El lodo está muy resbaloso y tenemos que caminar con cuidado.

_ Veo que estas de muy buen humor._ Dice David mientras me da un pequeño empujón.

_ Si y tu también. hahaha.

_ Sabes... creo que podríamos hacer las cosas bien esta vez. ¿No lo crees?

_ Yo también lo creo. De verdad me gusta ella.

_ Lo sé... _ Su ánimo cambia._ ¿Como estará mamá después de lo de ayer?

_ No lo sé. Pero espero que pronto se de cuenta de que ese tipo no cambiará.

_ Si. Me tiene muy preocupado. ¿Que pasara si algún día no logra calmarlo o todo se sale de control?

_ Yo también me lo pregunto... pero no nos queda más que esperar y estar presentes, de la forma que podamos, para ella. Estuve pensando en llevarla al psicólogo, pero no se si ira a aceptar.

_ Si eso sería de mucha ayuda. Tendríamos que planteárselo. _ Llegamos al carro. El hermoso color rojo que tenía hace un par de días, ahora solo se puede ver en pequeñas partes, ya que esta cubierto, casi por completo de lodo.

Mi risa al verlo era inevitable, no podía comprender como pudo llenarlo tanto de barro.

_ No es para nada gracioso. _ Dice con la cara seria.

_ Si, si lo es._ Entonces comenzó a reír junto a mi. Le di una vuelta completa para poder ver el panorama, y decidimos empujar. David se montó en el, para darle arranque y yo me quedé detrás, para poder empujar.

En la primer acelerada quedé lleno de lodo, gracias a las ruedas, en el segundo intento David aceleró y comencé a empujar, pero fue en vano. Quede tendido de rodillas en el lodo. Viene riendose y preocupado hacia mí y me toma de la mano para ayudar a levantarme. Tiro de él haciendo que caiga junto a mi en el lodo. Después de intentar parar de reír y mover el carro, decidimos volver a la cabaña. Pero antes recogimos nuestros bolsos, para poder cambiarnos.

Luego de darme un baño, salgo del cuarto, no veo a Megan por aquí, así que comienzo a cambiarme. Estoy terminando de colocarme el cinturon, cuando ella entra en la habitación.

_ Lo lamento... _ Dice bajando la mirada al piso. _ Tendría que golpear.

_ Hahaha. Srta. Somers me alegra saber que no era algo que hacía solo para fastidiarme._ Me acerco a ella

_ SEÑOR. Me parece que no estamos en la oficina. _ Estoy delante de ella.

_ Por eso, es el lugar ideal para poder enseñarle una lección. _ Miro su pecho, lleva una camiseta con escote. Ella retrocede y se pega a la pared. Levanto mi mano y deslizo mi dedo desde su mandíbula hasta la línea de su pecho._ ¿No lo crees?._ Un débil gemido sale de ella al llegar al final de la línea.

_ No, sr. Smith. creo que sería mejor que las cosas de la oficina se queden en la oficina. _ Me acerco y en sus labios susurró.

_ ¿Esta segura?_ Mis manos la recorren hasta su cintura y la atraen hacia mí. Otro gemido, ahora más fuerte se escapa cuando lo hago._ Podemos jugar un poco si quieres. _ Mientras la beso, comienzo a bajar hasta su cuello y escucho como su respiración comienza a agitarse.

_ Solo un... _ Golpean la puerta.

_ ¡Diablos!

_ ¿QUÉ? _ Pregunta, me sorprende el tono en que lo hace. Al parecer si quería jugar. No puedo evitar reírme y ella me calla con la mirada.

_ Chicos vamos a comer algo, ¿Bajan?._ Es David.

_ En un segundo bajamos._ Dice ella. Se escucha como él se aleja.

_ Vamos. _ La beso. Me abraza por el cuello._ Ya tendremos tiempo de jugar...

_ Esta bien. _ Me besa. Esta de puntitas. Mis manos bajan hasta su culo y lo aprieto, ella me muerde cuando lo hago.

_ Bajemos ahora o mi amigo no me dejará hacerlo. _ Ella sonríe mordiéndose el labio, me encanta, no puedo dejar de mirarla.

Nos separamos y después de calmarnos un poco bajamos. David está ayudando a Ruby a cocinar, mientras Megan sirve vino y yo ordeno la mesa.

Tengo que admitir que de no ser por el problema que tuve en la casa de mi madre, tal vez nunca habría venido a pasar un fin de semana a un lugar así, sin internet, sin señal, sin televisión, pero reconozco que comienza a gustarme. La calma que se siente en esta montaña, en esta cabaña y pasar tiempo de esta forma, sin preocupaciones, me encanta.

Las horas se pasan volando cuando hay buena conversación, buena comida y buen vino. Terminamos de comer y Ruby ofreció jugar a las cartas. Jugamos un par de rondas y comenzó nuevamente la tormenta.

_ Parece que se nos va a ser difícil bajar de la montaña. _ Dice David mientras acomoda su baraja.

_ Si... creo que tendremos que esperar hasta mañana, y volver a la casa de mamá.

_ ¿Por qué no se quedan? _ Dice Ruby mirando a Megan. _ Creo que por nosotras no hay problema. ¿No es así Meg?

_ No, para nada. Trajimos mucha comida y también bebida.

_ Si, podemos hacer noche de películas y palomitas hoy, también podemos hacer una fiesta hahaha. Será divertido._ Ahora Ruby nos miran a nosotros.

_ Yo no tengo problema, me encantaría. ¿Que dices Jace?.

_ Si, está bien. Será divertido.

Seguimos nuestro juego hasta que se oscureció, hicimos la limpieza Megan y yo, mientras que ellos decidían que películas ver esta noche. Al terminar Megan hizo palomitas y nos sentamos juntos en un sofá. Mientras que Ruby y David, seguían eligiendo películas, el quiere acción y ella quiere suspendo, cuando por fin llegan a un acuerdo se sentaron en el otro sofá más grande. Después de ver dos películas completas, me siento muy cansado. Tengo a Megan sentada junto a mi, con su cabeza apoyada en mi hombro, mi brazo la rodea.

Siento un gran estruendo y ella se mueve, es la tormenta. Abro los ojos y veo que el televisor está apagado, los chicos no están en el sofá y Megan esta dormida, casi sobre mi.

_ Meg..._ Recuerdo que tiene el sueño bastante pesado, así que decido levantarme y llevarla hasta la habitación. Pero cuando me estoy levantando, se despierta. _ Megan.

_ ¿Que sucede? ¿Y los chicos?.

_ Parece que nos dejaron dormidos y se fueron al cuarto. Vamos. Te ayudo. _ Digo mientras le doy la mano para ayudar a levantarse.

_ Gracias._ Se levanta y comienza a caminar.

_¿Dormiras conmigo? o... ¿irás a tu habitación?._ Pregunto rogando que venga conmigo.

_ En realidad... Nosotras íbamos a dormir juntas en la habitación principal, pero David está durmiendo con Ruby, así es que no tengo cuarto.

_ Genial... Digo, puedes dormir conmigo si no te molesta. _ No puedo disimular la sonrisa. Ella tampoco.

_ Esta bien. Vamos. _ Subimos las escaleras y cierro la puerta al entrar.

Me saco la camiseta y mis pantalones para ponerme uno más cómodo. Ella está en el cuarto del baño y cuando sale esta con su ropa de dormir y su largo cabello en una larga cola. Es muy linda. La miro. Estoy sentado en la cama ella llega hasta mi y me besa. Su lengua entra en mi boca y no puedo controlarme, mis manos llegan hasta su culo. Se aparta para mirarme y dice.

_ ¿De qué juego hablabas hoy?_ Ahora si no puedo evitar la reacción de mi cuerpo, la subo a mis piernas, la beso y escucho sus gemidos al sentir mi erección contra ella. Sigo besándola agarrando sus nalgas por debajo de su pequeño pantalón, siento como bombea la sangre hasta mi miembro y sus caderas moviéndose contra él. Eso me excita, me vuelve loco.

En un movimiento rápido, la dejo sobre la cama y la admiro un momento. Esta sin sostén, puedo ver sus pesones por debajo de la tela de su remera. Se incorpora un poco, para tomarme de la mano y tráeme hacia ella. Estoy entre sus piernas, ella me besa, mi erección está apretada en su sexo y sus cadera piden que me acerque más. Mis besos bajan, por su cuello, hasta la línea de su pecho, bajos con mi mano la tira de su remera y puedo ver su pecho. Hago lo mismo con la otra tira, para dejar al descubierto por completo sus pechos. Subo nuevamente a sus labios, mientras con mi mano derecha agarro su pecho y siento como se estremece bajo mi mano. Su respiración está muy agitada y comienzo a bajar nuevamente, dejando pequeños besos en su piel hasta llegar a su pecho, lo beso, solo puedo escuchar sus gemidos y mi corazón martillando en mi pecho como nunca antes. Sigo besándola, mordiendola y pasando mi lengua por todo su pecho. Siento su manos en mi cabello, bajando por mi pecho y llegando hasta mi pantalon.

_ No... _ Digo sin dejar de besarla.

_ ¿Por qué no?

_ Ya te lo dije, no vamos a hacerlo hasta que no estés segura.

_ ¿Y si lo estoy ahora?.

_ No, solo quieres hacerlo en este momento, pero no estas lista, lo sabes, y no voy a permitir que al día siguiente de hacerlo te sientas mal._ Me separo un poco de ella, para mirarla a los ojos. _ Lo lamento, quizás no debíamos jugar hasta que tú estés segura.

_ No. Yo quería esto. _ Sus manos están en mi rostro acariciándome, me besa. _ Pero talvez tengas razón, aún no estoy lista, por más que sea lo más deseo en este momento.

_ Cuando llegue el momento no te arrepentirás y yo no me sentiré culpable por presionarte.

_ Esta bien. _ Dice dándome besos por todo mi rostro._ Ahora vamos a dormir, quizás mañana podamos salir a dar un paseo por la mañana.

_ ¿Estas bien?...

_ Si. Gracias por ser tan comprensivo conmigo, a cualquier otra persona no le importaría como me sentiría al día siguiente. _ Le acomodó su remera y nos metemos bajo las sábanas. Me abraza y nos dormimos en un segundo, sin darnos cuenta.

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