La visita de mi madre.

Jace Smith.

Si acaso le hacía falta algo a este día, era la llegada sorpresa de mi madre y acompañada de ella, viene mi gran metida de pata.

Mi madre es muy entrometida y le gusta el chisme, es seguro que no va a dejar pasar ese comentario mío.

_ Hola hijo. _ Dice acercándose a darme un abrazo.

_ Hola mamá. ¿Que te trae por aquí? _ Pregunto más tranquilo.

_ Estaba de compras por la ciudad y decidí pasar a visitar a mis hijos. ¿A caso no puedo venir a verte?._ Dice, como ofendida.

_ Claro que puedes. Pediré café.

_ Esta bien. Yo quiero un late.

Levanto la línea directa.

_ Srta. ¿seria tan amable de traerme dos lates de la cafetería?

_ Si, señor. ¿Algo más?. _ Su tono es hostil.

_ Si dos donas... _ A mi madre le encantan. _ Que sean cuatro lates y cuatro donas._ No se si le gusta el late a Megan, pero teniendo a mi madre en frente, sería muy mala idea elegir algo distinto para ella.

_ Esta bien sr. _ Cuelga. Lo hace a propósito, pues sabe que ahora no podré hacer nada.

Levanto la vista mi madre esta con su móvil. Pero me mira.

_ ¿Para quién es tanta comida?¿tienes hambre?.

_ Pensé en llamar a David. Nos viniste a visitar a ambos...

_ Esta bien. Pero aún sobra uno... ¿Para quién es?.

_ Es para la srta. Somers._ Digo tratando de ser lo más relajado posible.

_ Ohhh la srta._ Dice pícara. _ ¿nos acompañara?.

_ No. Es para agradecer el viaje a buscar el café.

_ Que considerado de tu parte... ¿Desde cuándo tienes una secretaria?

_ Solo hace un par de días, fue idea de David._ Mientras envió un mensaje de texto a David para que suba rápido antes de que comience a preguntar más y más.

_ Veo que tienen una buena relación. No como tus anteriores asistentes.

_ No... para nada. David no me deja despedirla.

_ Eso no te impidió que despidas a ¿cuantos? diez... veinte.

_ Mamá. _ Me canso, se perfectamente a qué se refiere. Con mis manos me masajeo las cien. _ ¿Donde quieres llegar?.

_ Solo quiero saber, ¿Que sucede entre ustedes?.

_ Nada.

_ No mientas Jace. Sabes que lo que más quiero es que seas feliz y, obviamente, un nieto. Pero... no quiero que sufras como la última vez.

_ No pasara mamá. Te lo prometo. Es solo mi asistente. Es buena en su trabajo y le retribuyo con un café. No hay nada de malo con eso.

_ ¿Y qué fue ese comentario que hiciste cuando entré?

Golpean la puerta y pasa. Es David. Gracias a Dios.

_ Madre. _ Dice muy emocionado, directo a abrazarla._ ¿Que haces aquí?.

_ Cariño... Solo estoy de visita. _ Me mira y agrega._ Ya seguiremos con nuestra charla. Ahora sentémonos en el sofá.

David me mira con los ojos abiertos, y la acompaña hacia el sofá.

_ Ya vuelvo. _ Salgo de la oficina, necesito un respiro. Por primera vez, David aparece en el momento indicado.

Se abren las puertas del elevador y aparece Megan. Hermosa, como siempre, con un cartón con los lates y en la otra mano, una caja de donas.

_ Señor... ¿Que hace aquí? _ Me mira por unos segundos. _ ¿Tengo algo?._ No me percate de que me había quedado helado mirándola.

_ Lo siento. No es nada...

_ Aquí tiene.

_ Uno es para ti. _ Me observa un momento, extrañada.

_ ¿Todo en orden?.

_ Si. ¿Que les sucede?, ¿ Acaso no puedo compartir un late y una dona?_ Agarro las cosas y la llevo a la cocina. Me sigue.

_ No es eso... es solo... ¿Adónde va?._ Saco un plato del estante y dejo una dona en el, también dejo un vaso, y me voy.

_ Lo dejaré ahí, si quiere... agrrr. _ Esta situación me estresa. Paso junto a ella, la noto asombrada. _ Adiós. Puede retirarse cuando termine con esto srta. No creo necesitarla por hoy._ Falta más de una hora pero no hace falta que se quede.

_ Señor...

Pero antes de que pueda terminar la frase, salgo de la cocina y entro en la oficina.

_ Jace, ¿donde estabas? _ Dice David. Por su rostro, puedo apostar, que han estado hablando de mi.

_ Solo fui a buscar esto._ Digo levantando el cartón y la caja.

Los dejo en la mesita baja y todos tomamos uno. Seguimos hablando, organizamos la cena de acción de gracias y luedo se va mi madre.

_ ¿Que sucede Jace?

_ ¿A qué te refieres?

_ No dijiste mucho y estabas distraído.

_ Sabes como es mamá y como me hace sentir cuando hace demasiadas preguntas.

_ Si lo se. Pero aún así estabas muy disperso... ¿A que hora saldremos?

_ ¿Mañana al mediodía?

_ Perfecto.

_ ¿De qué hablaron con mamá?

_Mmm. Me pregunto como estaba.

_ Vamos David. Dime la verdad. ¿Que te pregunto sobre Megan?

_ Solo me pregunto, si pasaba algo entre ustede, le dije que no. Y luego me pregunto si estaba seguro de que ella podía ser tu secretaria.

_ ¿Solo eso?.

_ Si, después de eso, llegaste tú.

_ Agrrr..

_ ¿Que te dijo a ti?

_ Me pregunto lo mismo. Pero cuando entro, pensé que era Megan, por qué siempre entra sin golpear, dije algo que no quedó muy claro y se agarró de ello para presionarme.

_ Si... ya sabes como es... _ Se levanta suspirando._ Bueno ya casi es la hora de salír. Me voy. Adiós. Paso a recogerte a las doce.

_ Esta bien. Adiós.

Sale de la sala cerrando la puerta. Organizo mi oficina, guardo mis cosas y salgo. Son pasadas las cinco y media. Ya no debería haber nadia trabajando. Apago las luces y me retiro.

Al salir veo a Megan en su escritorio... ¿Dormida? ¿por qué no se fue a casa?.

Me acerco a ella, le tocó el hombro... Nada, no se mueve. Corro su cabello, es tan suave, no puedo ver su rostro, está apoyando su frente entre sus antebrazos.

_Megan... _ toco con mi dedo su hombro nuevamente.

Da un salto.

_ Ahh..._ Levanta su rostro y corre su cabello con una mano. Me encanta. _ Me asusto sr.

_ Disculpe. ¿Por qué aún no se ha marchado?.

_ Estaba esperando a que salga, tengo que llevar su ordenador al sector de informática.

_ Podría haberme informado y lo llevaba yo mismo. O podría haber paso a mi oficina.

_ Es que no quería molestarlo, se veía muy frustrado esta tarde. _ Se levanta y queda frente a mi.

_ Esta bien. Vamos le entregaré mi laptop.

_ Si no le molesta lo espere aquí. _ Me puedo imaginar por qué no quiere entrar.

_ Como quieras. _ Entro la tomo y salgo nuevamente. No voy a intentar nada hoy. Talvez David tenga razón, quizás la estoy presionando demasiado.

Cuando salgo de mi oficina la escucho hablar por teléfono.

_ En unos minutos salgo Ru. Si. No hay problema, tomaré un taxi y luego iré. No es problema, me gusta ayudarte. Nos vemos en el bar._ Cuelga.

_ Srta. aquí tiene. ¿Necesita algo más?

_ No sr._ Comienza a recoger todo. _ Solo llevaré esto y mi iré.

_ Te ayudo. _ Digo tomando las dos laptop._ Vamos.

_ No está bien, yo puedo. _ Pero yo, estoy llamando el elevador.

_Solo acepte mi ayuda.

_ Esta bien.

Ella presiona el botón, se cierran las puertas y comenzamos a bajar.

_ Perdón si sueno entrometido, pero la escuché hablar por teléfono, ¿Necesita que la lleve a algún sitio?.

_ No, está bien. Ya me está ayudando demasiado al cargarlas. _ Dice señalando mis manos.

_ No es problema, nos queda de pasada. Dígame...

_ ¿Mmm? _ Me mira.

_ ¿Va hacia el bar de su amiga?, ¿quiere que la lleve?, a esta hora se le va a hacer difícil conseguir un taxi.

_ Si, pero primero tengo que pasar por mi departamento. Por eso pediré un taxi.

Se abren las puertas y pasamos dejamos los ordenadores sobre el escritorio de María. Volvemos al elevador.

_ Bien, pasaremos por su edificio primero.

_ No hace falta.

_ No hacia falta que esperaras fuera de mi oficina, cuando yo podría haber hecho esto tranquilamente. No se diga más.

_ Esta bien, gracias.

Salimos. Saludamos al guardia y nos montamos en el carro.

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