Capítulo 12

¿Estás loca? ¡Me gusta!

Me separo del hombre y miro el suelo avergonzada. —Lo... Hip'... siento...

Sus dedos toman mi mentón y rozan mis labios. —Estás hebria...

—Y cu...an...do eeeeste sobriatendré mi...e... Hip'... do... Ya... Hip'... no quiero... —cierro mis manos en puños. —¿PodríiiiIas... —cierro los ojos —ayu... Hip'... daAaAAr... me?

Sus dedos dejan de rozar mis labios y su mano pasa detrás de mi cuello para besarme de nuevo, un beso lento y cálido. La mano que tenia libre la fue deslizando por mi pierna, una descarga atravesó mi cuerpo entero. El beso fue subiendo de nivel, ahora era exigente.

Me estremezco al sentir su mano en el cierre de mi vestido, bajándolo lentamente, mis pulsaciones estan al mil por segundo.

Al final mi vestido es abierto y sus manos bajan los tirantes antes de separarse de mi.

—Eres hermosa... —su aliento hace cosquillas mi cuello antes de sentir sus besos en el.

Le tomo de los hombros y me dejo llevar por las sensaciones que mi cuerpo recibe. Su mano vuelve a la carga y me masajea el muslo interno. Sus besos se han trasladado a mi hombro.

Jadeo al sentir sus dedos por encima de mis bragas, estimula mi centro por encima de ellas.

—¿Te gusta? —me pregunta

Asiento porque no puedo emitir palabra. —¡Ah! —grito de placer al  sentir sus dedos ahora directos en mi interior. Juega conmigo haciendo pequeños círculos. —Ah... —jadeo —¡AH! —me arqueo al sentir sus dedos dentro de mi.

Su boca busca la mia de nuevo y nos fundimos en un beso. —Amanda... —susurra mi nombre —Eres exquisita.

No me quedo atrás y como puedo, tanteandole le quito la camisa mientras él se deshace de mis bragas y vestido.

—¿Realmente eres virgen? —vuelve a preguntarme.

—S... Hip'...i —de pronto el miedo me invade

Sus brazos me toman de la cintura y me acuesta en el sillón mientras le siento encima de mi. —Sere suave...

¡Que considerado!

Vuelve al ataque estimulando con sus dedos en mi, sus labios recorren mi cuello hasta quedarse delante de mi brasier, con los dientes siento que lo sube y sin previo aviso me lamea los pechos.

—¡Ah! —sostengo su cabeza y me dejo llevar. Le lameo la oreja y lo siento gruñir. —¿Có...mo teeee... lla... Hip'... mas?

—Lían.

Escucho el cierre de su pantalón ceder y me encojo involuntariamente.

—No te haré daño Amanda.

Sus besos son ardientes, me concentró en ello y jadeamos de placer cuando le siento penetrarme con lentitud. Es la sensación más extraña que he experimentado. Siseo cuando llega a una barrera, la que define mi "virginidad"

—¿Lista? —pregunta

Por más que le mire a los ojos no le veo. —Si...

Y de una estocada me penetra, contento la respiración ante el dolor que me invade el cuerpo como si fuera una gran explosión. Lían no se mueve hasta que yo le diga. El dolor es soportable, y a los minutos ya es agradable la sensación que tengo. Muevo las caderas inconscientemente. Su risita se escucha antes de entender y empezar a embestirme con delicadeza al principio pero con fuerza al final.

—Ah... Ah... —jadeo —Má...s... —elevó las caderas para que vaya más profundo

—Amanda... —le escucho jadear

—¡LíaaAan! —siseo de placer

Sus embistes son fuertes, yo sólo siento paz y mi estomago se revuelve.

El clímax para mi esta cerca, lo siento.

—M...e... Ven...go... —jadeo —¡Lían! —mi primer orgasmo invade mi cuerpo y siento el mayor placer de todos, me estremezco y mi respiración es inconstante.

Lían sigue penetrandome para buscar su culminación, cuando lo hace siento mi cuerpo ser lleno de su esperma.

Su cuerpo cae encima del mio y le abrazo con cuidado.

Mi celular suena desde mi bolso, pero no tengo fuerzas para levantarme.

—¿Qu...e hoooras... Son?

Lían levanta la cabeza. —Las 5:35 a.m.

Asiento —Gracias...

—Nunca creí que serias complicada...

—¿Com... Hip'...plicada? Di... Hip'...cen que s...oy u... Hip'... n libro abierto

—Ya hablas mejor... La droga se esta yendo.

Le miro pero aún no le veo bien. —Su...pongo que... Hip' si... —mis párpados pesan y mis ojos se cierran.

—En todo caso no eres un libro abierto Amanda, creo que eres un libro cuya manera de leer es descifrando el código.

Sonrío y cierro los ojos mientras siento su mano en mi cabeza, acariciando mi cabello.

Un libro de código encriptado, ¿eh?

Abro los ojos de golpe —¡ESO ES! —me levantó apresuradamente.

—¿Qué?

Sin ver al hombre aún bien, le abrazo —¡Gra...cias! —me levantó y me empiezo a vestir.

—Nunca habia visto a una mujer tan feliz de haber pérdido la virginidad... —menciona algo confundido

—No es... Eso... —wow, mi voz ya sonaba casi normal —Me has iluminado... —una vez vestida tomo mi bolso y miro mi celular. —Dylan... —balbuceo al ver su llamada pérdida —Me tengo que ir... —doy un paso y mi cuerpo se tambalea —¡Wow!

—El alcohol aún no se va...

—Gracias, me tengo que ir. —me alejo del hombre, sabiendo que nunca más le veré, tal vez sea lo mejor. —¡Adiós! —salgo del cuarto, tengo que ir a casa de Dylan.

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