La joven despierta y ve al pesado hombre que la abraza con fuerza.
El es muy atractivo, pestañas gruesas y largas, su rostro parece diseñado por los dioses, su cuerpo marcado, cabello negro un poco despeinado.
Ella por alguna razón se queda viéndolo.
- No deberías de verme tanto!- Dice Edward que al parecer no tenía el sueño tan pesado.
- Yo no te miraba- Dice la joven avergonzada.
- ¿Ha no?-
El la toma por la cintura y la besa.
- Ed...Edward para - le dice joven al ver qué las manos de Edward desatan su bata de baño dejando a su disposición el desnudo cuerpo de su joven esposa.
- No te lastimaré, me pediste que sea amable.- Dice Edward besándola con pasión - Más si no cooperas te haré daño!- Advierte con su mirada amenazadora.
Ella ya no abre la boca para decir ni una palabra, es obvio que la batalla con Edward ya la perdió hace mucho, ella se entrega a el no, por amor sino por temor de que le muestre de nuevo su lado más despiadado.
Edward se sube arriba de ella y comienza a besar su cuello, sus labios, el cuerpo de la chica de debajo de el lo excita tanto que es difícil para el no recorrer y besar cada parte de ella.
Después te tenerla y acabar en ella por tres veces seguidas al fin sale de ella y se deja caer aun costado.
La joven poco a poco sierra los ojos, Edward es un experto en lo que hace pero su joven mujer es tan inesperado que el cansancio se apodera de ella.
El la atrae a sus brazos mientras ella duerme en su pecho.
- Jamás te dejaré ir- Le dice mientras acaricia su cabeza y jala de su cabello con delicadeza.
De nuevo Edward tubo el cuerpo de su mujer.
Aún que ella no lucho está ves no le gustaba que ella no gimiera ni se corriera como la vez pasada.
Después de dos horas ambos están despiertos de nuevo.
- La escuela!- Dice la joven sentándose de un tirón.
- Son las 10 ya no podrás ir- Dice Edward quien se encuentra detrás de ella besando el cuello de la chica, mientras que sus brazos la rodean.
- aaah - Dice la joven al sentir la boca de Edward justo detrás de su oreja.
- Así que es aquí!- Dice Edward con una sonrisa que esconde malicia.
- Ed... Edward no por favor-
Las súplicas de la joven entran en oídos sordos, Edward continúa besando, y dando pequeñas mordiditas indoloras justo hay dónde la joven no paraba de moverse.
- Ooooh, aaaah Ed... Edward-
Escuchar como ella lo nombraba hizo que el se excitara aún más.
La recostó de nuevo en la cama.
Terminó de torturarla y subió a sus labios.
- Tu eres mía, tus gemidos y orgasmos son míos- Le decía mientras la besaba.
Después paso sus besos bajaban lentamente por su cuellos hasta llegar a sus pechos, metió el rosado pezón en su boca, alaba de el con delicadeza y con su lengua jugaba con el bailando en ligeros circulos, mamaba como si de un bebé se tratara.
- Oooooooh mmmm- Se escuchaba los gemidos que el deseaba escuchar.
Mientras el torturaba los pezones de su esposa con la boca su mano acariciaba la intimidad de la joven.
- Estás muy húmeda- Decía el con voz muy ronca.
- Ed... Edward mmmm-
- ¿Esto te gusta?-
Los dedos de Edward jugaba con el clítoris de la joven moviendolos en pequeños círculos, primero lento y después la velocidad fue en aumento.
- Me estás volviendo loco- Le dice Edward dejando de besar sus pechos y subiendo hay a ese lugar que descubrió justo en su cuello.
Ella arquea su cuerpo como si buscará más cercania con el.
- Oooh Dios!-
- No soy un dios, más bien un demonio! y quiero que te corras para mí.-
El dejo su clítoris he introdujo dos dedos en ella lentamente, los fluidos de la joven hizo que su Interios estuviera húmedo y resbaladizo haciendo entrar con facilidad esos dos dedos, el daba estocada sacando y metiendo con brusquedad pero al mismo tiempo con pasión.
- Ed... Edward, Edward-
El la beso una sonrisa estaba en el rostro de Edward la cuál se hizo más intensa al sentir como las paredes de la vagina de su mujer se apretaban y ella estaba apunto de llegar a lo que el tanto quería.
-ooooooooh mmmm-
fue lo último que la joven logro gemir antes de estallar en un orgasmo.
Más Edward aún no se sentía satisfecho, quería entrar en ella, la hizo girar en la cama de forma que ella quedo arriba de el, el abrió sus piernas y la hizo que ella sola se metiera su hombría.
- Haa- En el rostro de la joven se miraba dolor combinado con placer, la profundidad de la hombría de Edward era más que cuando el la penetraba ella estando abajo.
- Quiero que te muevas- Le dijo Edward perdiéndose de nuevo en la boca de la joven.
- No se hacerlo!- Dice la joven apenas audible
Edward puso sus manos en su cintura y la hacia moverse en círculos lentamente, ella hecho su cabeza hacia atrás, era la segunda vez que disfrutaba el toque y la penetración de Edward.
Después Edward la soltó haciendo que ella continuará con los movimientos que hacian delirar a Edward sin dejar de verla no quería perderse ni un solo momento de su cara, sus gestos y su gemidos.
El no tenía prisa por acabar quería sentirla en su totalidad, queria que ella sintiera lo que ella le hacia sentir, el deseo interminable de querer poseerla.
Después de un buen rato de movimiento el la hizo subir y bajar en su hombría lentamente tomándola por la cintura, después las estocadas fueron más aprisa, entraba y salía de ella con dureza y firmeza.
- Mmmm-
-ooooh-
Gemidos salían de la boca de ambos, los cuales se volvieron en gritos.
Terminando en un orgasmo monumental.
Pero eso aún no se acababa Edward la hizo girar en la cama recostandola continuo besando su sudado pero aún excitante cuerpo, beso cada parte de ella desde la plata de los pies hasta la cabeza.
“Las ventajas de ser multiorgasmico"
El la puso en cuatro.
- Por... atrás no - Fueron las palabras cortantes de la joven
- No lo haré por hay- Dice Edward con un sutil sonrisa.
Le da algunas nalgadas en el trasero y la penetra por completo sin lentitud.
- Edward- Grita la joven al sentir lo profundo que Edward llegó con su estocada.
El continúa penetrándola una y otra vez cada vez más rápido el cuerpo de la joven cae en la cama más eso no lo detiene, pasa una de sus manos por debajo de su cuerpo llevándola al clítoris de su mujer, besa su cuellos todo eso mientras su hombría no para de entrar y salir de ella.
Ella jala con fuerza la cobija y ahoga gemidos escondiendo su cabeza en la almuhada.
- No, no no lo hagas, gime, gime para mí- Le dice Edward al oído.
Ella no puede más.
- oooooh Edward ya no puedo! -
- córrete!- Le ordena Edward y el cuerpo de la joven responde al igual que el de el, se deja caer sobre la espalda de su mujer sin siquiera salir de ella.
Ladea la cabeza de la joven y la besa en los labios.
Lentamente saca su hombría de ella.
Se pone en pie, entra al baño, prepara la bañera y regresa por su adolorida y cansada mujer, la lleva en brazos a la bañera, entra con ella y lava su cuerpo.
Aún que el lo que quería y deseaba era seguir tocando su delicado cuerpo, sabía que no podía entrar en ella de nuevo ella estaba adolorida y cansada, le había prometido ser bueno con ella acambio de esto, el se decía así mismo que podía llegar a ser un ángel solo por tenerla así, gimiendo y jadeando debajo y arriba de el.
Ella se acuesta poniendo su cabeza en el pecho de Edward mientras el lava su intimidad con una mano y la otra sube ligeramente por su pecho.
Al ver que ella ya no resiste más la saca de la bañera enrrollada en su bata de baño, le seca el cabello y la lleva a la cama.
Por el podría tenerla día y noche más el cuerpo de la joven cae rendido en un sueño profundo, mientras ella duerme el la ve y pasa por su cara sus dedos dándole pequeñas carísias.
- Tu eres mía, sólo mía!- Le dice dejándole un ligero beso en la frente.
Edward baja a la cocina.
- Luis- Saluda a Luis con una sonrisa.
- Está de buen humor señor!- Dice Luis al ver la evidente sonrisa en la cara de Edward.
- Si, que lograron averiguar?-
- Aún nada señor, ¿Quiere que preparen el desayuno?-
- Si llévalo a mi estudio!-
- ¿Y su esposa no desayunara?-
- Luis espera dos horas y súbele el desayuno a la cama ok!- Edward entra a su estudio mientas que Luis se pregunta por qué su jefe está tan feliz esa mañana.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 72 Episodes
Comments
Nallely Alejandra Robledo Bece
ya está amarrada con el síndrome de Estocolmo.... que triste
2023-04-06
0
Edith Zenteno
Si estamos en la era de los celulares porque no usan drogas de la verdad?
2023-02-20
0
Keirys Cedeño
cómo nos va a estar de buen humor Edward está más que feliz
2022-12-29
0