Muerte

Cuando el auto al fin llegó a su destino él se dio cuenta que la joven aun dormía con tranquilidad, él le acarició la mejilla y después la soltó al instante.

- Joven Edward bienvenido!- Saluda el guardia de seguridad.

- ¡Gracias!- El auto del joven entra por la entrada principal.

Su mansión a las afueras de la ciudad, es un lugar muy apartado de la civilización, si uno quisiera desaparecer un cadáver un lugar como ese era el indicado. Estaciona el auto justo en la puerta principal de la enorme mansión. Voltea a ver a su acompañante la cual dormía plácidamente. El baja del auto lo rodea y saca a la chica en brazos.

- Joven bienvenido - Lo saluda su fiel mayordomo

- Luis!- le habla 

-¿Si?!-

- Llama al juez la boda será aquí y no en la ciudad, no quiero muchos presentes informa a la familia Mo que no quiero a nadie más.- se había planeado una boda enorme pero prefirió hacerlo mucho más privado.

- Si ¿la señorita duerme?- preguntó sorprendido.

- ¡la llevaré a la habitación!- Luis solo asintió y se hizo a un lado.

Su fiel empleado se preguntaba cómo  es que a pesar del odio y el miedo que la joven siente por Ed aún podía dormir plácidamente en sus brazos.

Ed sube a la chica a la habitación principal, la recuesta en la cama quitando sus zapatos.

- ¿Cómo puedes dormir como un tronco? ¿no te da miedo que te haga daño?-- le preguntó él mientras la acomodaba en esa enorme cama. El se acercó a ella y la besó.

- ¿qué haces? y ¿dónde estamos?- dijo la joven abriendo lentamente los ojos, al abrirlos no puedo evitar sentir esa familiaridad que emanaba de ese hombre.

- ¡No te muevas!- Dice él con voz firme. El continúa besándola, mientras desabrocha la parte de arriba de su vestimenta.

- di… dijiste que no!- susurra la joven temblando en los brazos de él la presión de los labios de Ed le causaba escalofríos muy feos en todo su cuerpo..

- Sabes bien que no me gusta que otros hombres te deseen!-dijo él deteniendo sus besos sobre los labios de la chica

- ¡No sé de qué hablas!- dijo la joven tratando de alejarlo pero él la agarró con fuerza.

- ¡Si lo sabes!- dijo él en tono frío y furioso. La mano de Ed entra por sus piernas acariciando su muslo.

- ¡Me diste tu palabra!- chillo joven, pero sus palabras no son suficientes para detener la mano de Edward, él empieza a quitar la ropa de la joven aventandola al piso

- ¡Qué vista tan exquisita!- Dice el..

- por favor no me hagas daño, por favor lo prometiste!- chilló la joven. Ella empieza a temblar más 

-te di mi palabra pero tu mantente alejado de los hombres comprende que eres mia y yo no comparto mis cosas - Dice él al fin.

–Por favor deja que me vista–

El sube a la cama y se acuesta atrayéndola a él.

-duerme tengo sueño- él la abrazó aprisionando más hacia él.

- ¡Tengo frío!- dijo ella entre sollozos.

- A partir de ahora dormirás desnuda no te preocupes por el frío yo te calentare, ¡puedo hacerlo ahora!- él comenzó a acariciarle los pechos.

- no quiero dormir desnuda suéltame por favor.-

- ¡Así podré tomar tu cuerpo cuando se me dé la gana así que vete acostumbrando!-

Tapa a la chica, y se duerme abrazando el cuerpo desnudo de la chica, después de unas horas el cansancio la venció a ella también

A la mañana siguiente Él se levanta primero, entra al baño a darse una ducha, cuando sale del baño aún ve a la joven dormir, se acerca a ella y le susurra

- ¡Este día serás por completo mía!-

La joven poco a poco va abriendo los ojos. Por un instante ella no le tuvo miedo, es como si sus ojos hubieran conectado uno el de él.

- no tardan en llegar los maquillistas!- Dice él luchando con los deseos 

- Si- se levanta de forma en qué se sienta en la cama ella se tapa con la sábana, eso puso de malas a Ed.

- ¿Te avergüenza tu cuerpo desnudo?, no es nada que no allá visto y tocado antes!- Él le quita la sábana. - ¡Al diablo! tu eres mia y hoy es nuestra boda, para que esperar.la tira de nuevo en la cama. Por más que la mujer se quejaba él no la libero, la poseyó, recorrió cada parte de su cuerpo.

- ¡Dijiste que no me tocarías!- Dice la joven con lágrimas en los ojos después de que él se pusiera en pie y comienza a vestirse..

- hoy es el día de la boda así que puedo tenerte cuando y como quiera a partir de hoy-

- ¡Te odio!- gritó la joven, el camino hasta la cama de nuevo subió arriba de ella y la tomó de la mejilla estaba por besarla pero mejor dijo.

- Ya debería de cambiarte ¿o quieres un segundo round?!- dijo él mientras se ponía en pie, ajustaba su ropa.

Ella lo maldice con todas las fuerzas.

Se pone en pie no ve su ropa por ningún lado, no sabe qué ropa se va a poner aun así se va a dar un baño el cual duró una eternidad ya que ella no paraba de tallar su delicado cuerpo con dureza de recordar todo lo que ese maldito le hizo.

Abre el armario y solo hay ropa de hombre. Toma la camisa más larga que ve y se la pone.

- Señorita el desayuno está listo!- Le dice Luis, al verla con la camisa del joven sólo le da una ligera sonrisa.

- Gracias pero no tengo hambre- dijo la joven con indiferencia.

- No le gustará hacerlo esperar, la espera para desayunar. — Y hay de nuevo esa maldita corriente de aire frío recorriendo su cuerpo 

Ella baja las escaleras, él se encontraba hablando con un guardia es totalmente distraído por la diosa que baja las escaleras con una de sus camisas, su vista la sigue hasta que ella entra al comedor. - Y eso pasó jefe- es obvio que Ed no escuchó nada.

- ¿Qué cosa?- Dice volviendo en sí.

- Le comentaba de...-

- ¡Ya vete a hacer tu trabajo!!- Le dice ignorando por completo todo lo demás solo quiere entrar al comedor

Se sienta en la silla principal.

- ¡Siéntate aquí!-  Aún lo que él realmente quiere ver es como su camisa tiene contacto con el cuerpo que él tanto desea poseer en ese momento de nuevo sobre la mesa, sin importarle absolutamente nada.

Ella se pone en pie y se sienta aún lado de él.

- Su plato Joven!- Dice Luis poniendo su comida en la mesa.

- Señorita- le dice Ed sin dejar de verla.

- ¡Sí!- dice la joven evadiendo la mirada de ese hombre.

- Alimentarme!- ella dudó por un momento pero al notar el aura fría de su prometido la joven se pone en pie y agarra la cuchara y la acerca a la boca de él.

- ¡Así no!- Él la jala haciéndola sentar en su regazo, le quita la cuchara y le ordena.

- Mejor, ahora come!-

Ella empieza a comer, mientras que la mano de él se adentran por las piernas descubiertas de la joven.

- por favor déjame comer!- Dice con tristeza.

- Te deseo tanto- le susurra al oído mientras besa su cuello y su mano adentran dos dedos en el interior de la chica.

- Porque estás húme**, creí que no te gustaba, pero está muy húme**!-

- ¡Por favor!- Dice ella sabe que aunque luche por alejarse él no la soltara  Ella se volteó quedando frente a él y lo besa. El no puede evitar bajar de intensidad de sus caricias hasta el punto que sus manos dejan la intimidad de la chica y una va a su cintura y otra un poco más arriba de su espalda.

Termina alejándose de ella por qué el aire le falta.

- ¿Te hice sentir algo?- preguntó la joven respirando fuerte.

Aunque no lo admitió en voz alta si sintió algo. La baja de su regazo y sale del comedor. No sabe en qué momento se permitió sentir algo por ella,

Mientras él se fue la joven salió a caminar a los alrededores buscando una forma de escapar pero las miradas lascivas de los empleados la hicieron regresar.

Después de unas horas de maquillaje y peinado, los invitados llegan a la boda y todos los invitados esperan en la sillas sentados esperando a que la novia aparezca.

- ¡No olvides que tienes que mantenernos a partir de ahora!- Dice el señor Mo quien sostiene el brazo de la joven. La joven odiaba sentir el brazo de su padre sobre de ella, nunca soñó con nada de esto que el abusador de su padre la llevara al altar a entregarla a alguien que era incluso mucho peor que él.

- ¿y mi madre!?- preguntó la joven al ver qué entre los invitados no estaba su madre.

- ¡En el hospital, le di una lección!- dijo él con una sonrisa

La joven no se mueve por el dolor que las palabras de su padre causan en ella.. Ella se queda viendo fijamente a Ed que está parado aún lado del juez.

- Padre suéltame!- Dice ella.

- ¿Que por qué? tengo que entregarte!- Dice el señor apretando con fuerza el brazo de la joven, ella al ver qué Ed no le quita la vista de encima, hace una mueca de dolor y se soba el brazo, pisa con fuerza el pie de su padre y el cual la suelta y ella avanza sola hasta el altar.

- ¿Estás bien?- Aún que no hace falta preguntar ante los ojos de Edward está muy claro lo que pasó.

- Si, ¿podemos hacer un trato?- le preguntó la joven 

- ¿Qué trato?- preguntó él con curiosidad

- Te lo digo luego.- dijo ella y dejó de verlo a él y enfocó su vista al juez que oficiara la ceremonia.

El juez comenzó con la ceremonia.

- ¿La Señorita acepta como esposo al joven Edward Li para amarlo, respetarlo, en la salud y en la enfermedad?- ella negó en su interior pero solo respondió.

- si acepto!- Dice la joven.

-¿ Edward Li acepta a Itzel Mo para amarla, protegerla, serle fiel  en la salud y en la enfermedad?- el sonrió 

- ¡Si acepto!-

- Yo los declaró marido y mujer, el señor Li puede besar a la señora Li. -

Él la tomó por la cintura y la besó.

Se escuchan los gritos de la gente por lo que acaban de presenciar. Después todos pasan a la fiesta.

La joven desaparece de la vista de Ed quien se encargaba de entablar conversaciones con los invitados.

- ¡Cómo te atreves a dejarme en vergüenza!- Le grita su padre quien la seguía de cerca.

- ¿ MI MAMÁ PAPÁ?!- Le grita la joven.

- está muriendo en el hospital - Dice el Bernard sin preocupación o dolor.

- Eres un...- las palabras de la joven son interrumpidas cuando Bernard se molesta y está por darle un golpe a su hija.

Cuando Ed le sostiene la mano en el aire.

- ¡ALEJE SUS ASQUEROSAS MANOS DE MI MUJER!-  le gritó Edward.

- Teníamos un trato no lo olvides ..- lo amenaza 

- ¿Usa amenazarme?No tiene idea de a quién amenaza!-

El cuerpo del señor tiembla de miedo por la mirada que Ed puso en él pocas personas lo hacían temblar a tal magnitud, pero él lo estaba logrando.

- ¡Saquenlo de mi casa!- Ordenó a varios hombres acercarse.

- ¿Estás tonta o qué?- Le dice Ed a su mujer. - Nadie puede ponerte una mano encima entendiste, ni aún que sea el idiota de tu padre!-

-¿podrías llevarme con mi mamá!,? haré lo que quieras a cambio pero por favor llévame con mi mamá!- dice la joven con lágrimas a lo que él solo puede responder 

- ¡Cámbiate primero!-

Ella sale corriendo a la casa, su ropa ya ha sido traída así que toma unos vaqueros, una camisa deportiva  y sus tenis.

El ya la esperaba en su auto

- ¿cómo sabes a dónde ir?- Lo cuestiona la chica.

- Escuché cuando dijo que estaba en el hospital, mientras te cambiabas averigüe a qué hospital fue llevada tu mamá está muriendo el muy desgraciado la dejó desangrándose en el suelo de la casa, la servidumbre la encontró un rato después.- la joven se confundió un poco al ver la cara de molestia de Ed

El odia a la familia de la joven pero aún así lleva a su esposa a ver a su madre.

Cuando llegan al hospital los doctores no dejan entrar a la joven a ver a su mamá por qué está en una área donde no pueden pasar solo doctores, más para Ed no hay nada imposible y menos si hay dinero de por medio, así que después de diez minutos la joven entra a la habitación de su madre.

- Mamá, no me dejes- Dice la joven con lágrimas en los ojos.

- hi.. hija, per.. perdóname por no saber cuidarte- Dice la señora muy débilmente

- ¿Qué te hizo papá?- ella le acarició la cabeza a su madre

- ¡Mi niña él no es tu padre!- Dice la señora apenas sin fuerza.

- ¿que?!-

- tu papá murió cuando estaba embarazada de ti.- Poco a poco la señora va perdiendo las fuerzas.

- Mamá!- La joven empieza a llorar.

Los doctores la sacan.

Ella no paraba de llorar y Ed la atrajo a su pecho.

- ¡Mi mamá!- Dice ella sin dejar de llorar.

- ¡Tranquila!- Le dijo él abrazándola con fuerza.

A Pesar de que el debería de sentirse feliz no lo hace, por qué ver llorar de esa manera a su mujer no lo hace feliz, ella está llorando por el dolor que siente provocado por otra persona que no es él 

Ed se encarga del papeleo del hospital mientras que los doctores inyectan con un tranquilizante a la joven y dicen que entregarán el cuerpo en dos días.

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