Por fin llegó el día lunes, me siento emocionada ya que hoy va a ser mi primer día de trabajo, apenas suena el despertador me levanto y decido darme una ducha rápida, ya lista salgo envuelta con la toalla y decido ponerme la ropa compré ayer, aunque en el armario hay mucha ropa bonita y es de mi talla, pero si quiero pasar desapercibida mejor decido ponerme algo con un par de tallas más grandes.
terminando de vestirme me miró en el espejo tengo el cabello corto color castaño, mis ojos son de color marrones claro, mi piel es muy blanca pero creo que con un poco de maquillaje lo puedo oscurecer, y ya cuando estoy lista me pongo unos anteojos que parecen de mi abuela, pero eso es lo que hace mejor para mí.
Preparo muy rápido mi desayuno solo es un poco de jugo y tostadas con mantequilla.
Ya lista salgo del departamento pensado en todo lo que he pasado desde que llegué aquí, ya que cuando llegue era viernes, decidí que el sábado me iba a dedicar a limpiar y salir de compras con el dinero que me dejó el señor Mendoza, aunque solo fueron pocas cosas como comida, productos de limpieza y un celular que estaba en reventa en una pequeña tienda. Ayer domingo solo decidí quedarme y descansar, en eso me pregunto cómo estará Sergio, no sé nada de el desde que salió de operación y con el señor Mendoza tampoco me he comunicado.
Cómo la clínica se encuentra cerca del lugar donde vivo decido ir caminando, cuando llegó a la puerta estoy muy nerviosa, doy un fuerte respiro y entro.
-Buenos días señorita, se encontrará el señ... el doctor Mendoza?- saludo a una señorita que se encuentra en recepción, todavía estoy nerviosa.
- Buen día usted es la señorita Ariana Lozano - asiento con la cabeza - pase por acá por favor el doctor Mendoza le está esperando ya en su oficina - le doy las gracias y me subo al ascensor que me lleva al cuarto piso, veo que la clínica cuenta con 10 pisos en total, todo es de color blanco cada piso está divino en distintos servicios, y creo que el cuarto piso solo hay oficinas y mucha gente esperando para cada oficina, entonces este debe ser los consultorios.
La señorita llega al fondo y se para frente a una puerta que tiene de letrero Dirección, llama la puerta y desde adentro se escucha adelante, es la voz del doctor Mendoza, me indica que entre y ella se retira.
- buenos días - le saludo y la verdad no sé cómo llamarle, el se encuentra sentado una silla de tras de un escritorio veo que está revisando unos documentos, y todo se encuentra un poco desordenado,
- Buen día Ariana, llegas justo a tiempo no sabes el gusto que me da verte, mi asistente tubo que renunciar por problemas familiares y me dejo con el trabajo tirado y como verás no soy muy ordenado - me muestra una peque sonrisa
- No se preocupe doctor usted me indica que es lo que tengo que hacer y yo aprendo rápido - el me dice que solo tengo que agendar sus citas para los pacientes, ordenar las historias clínicas y acompañarle a visitar algunos pacientes.
- Ahora Ariana sígueme ya que tengo algunos pacientes que revisar en hospitalización y de paso aprovecho en presentarte al personal que labora en la clínica, ya que vas a trabajar con casi todos ya que eres la asistente del director - diciéndome eso salimos del consultorio y vamos a los demás servicios.
El doctor me lleva a conocer y le presenta con el personal que labora que son médicos, enfermeras personal de laboratorio, personal administrativo, y limpieza, también entra a revisar a algunos pacientes ya que la mayoría son pacientes que fueron operados me imagino que el doctor Mendoza es cirujano.
- Solo me falta un paciente y déjame decirte que es mi preferido- me sonríe y se acerca a una puerta donde escucho una voz muy sensual del otro lado, ya había escuchado esa voz pero no me acuerdo donde.
- Cómo está mi paciente favorito, y el más engreído - dice el doctor.
- Ya padre tampoco seas tan empalagoso, pero te quiero mucho, me dices cuando me puedo ir si- entonces el es Sergio, no le logro ver por qué el doctor Mendoza me está tapando la vista.
- todavía tenemos que esperar que la herida empieza a cerrar y ver qué no se infecte - Sergio hace un puchero - pero te tengo una sorpresa ya que tanto me estabas molestando para conocer a tu salvadora, mira quién está a mi lado - en eso voltea el doctor y puedo ver a Sergio, Dios Mio que guapo es no me había fijado ese día ya estaba oscuro pero viéndole bien ahora tiene el cabello Lazio peinado hacía atrás, unos ojos de color café intensos y unos labios muy carnosos, perdida en mis pensamientos escucho una tos y es del doctor, me siento avergonzada creo que se me cayó la baba, trato de agachar mi cabeza para que se den cuenta de mi vergüenza
-Sergio hijo sigues hay - escucho la voz del doctor y veo que no soy la única que me quedé paralizada
- Lo siento padre pero creo que un ángel se escapó del cielo solo para salvarme -me ruboriza sus palabras - Hola preciosa soy Sergio es un honor conocerte.
- Mucho gusto Sergio pero ya te presentaste te acuerdas - el suelta una pequeña risa - y yo soy Ariana Lozano, - le estiró la mano en señal de saludo cuando nuestras manos se juntan siento una pequeña corriente eléctrica y creo que el también lo sintió, entonces trato de cambiar de tema - espero que podamos llevarnos bien por qué apartir de hoy voy a ser asistente de tu padre - el se voltea sorprendido a la dirección de su padre y el solo asiente.
- Si mi padre ya me había comentado algo y me dijo que no eres de por acá, así que no te preocupes que en mi tienes un buen amigo- le muestro una sonrisa - y cuando me den de alta me comprometo a mostrarte está hermosa cuidad y caerte un poco de compañía.
- Muchas gracias - pero cuando estoy por decirle más escucho unos paso de afuera y entra su madre a lado de su novia, me doy cuenta que en ese momento el ya solo tiene ojos para ella y esa es mi señal de retirarme y esperar afuera al doctor.
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