capítulo 17- invitación

- ¿otra vez? Parece ya algo muy común en estos días.

- si, siempre es así, la profesora le llama la atención y ella corre a los brazos de lord Jensen. Y el termina haciendo todo.

- tal parece que el único que es buena, es en usar a otros.

- el emperador debería mejor echarla del palacio y conseguirle una mejor prometida al príncipe. El amor no es lo único que importa.

- en este caso, no, que será del país con esa tonta como emperatriz.

- ojalá el príncipe abra los ojos y se de cuenta, además para mi que entre esa chica y lord Jensen hay algo, todo el tiempo, siempre es a él a quien busca.

- no sería sorpresa, no se ve muy dolido por su ruptura de compromiso.

Era un pequeño grupo de doncellas que platicaban en el comedor del servicio al ser su hora de descanso, pero, Adrian quien había ido a buscar algo con la jefa de las mucamas, las escucho a través de la ventana, al pasar por el jardín, no esperaba escuchar algo así sobre Nina, llamando más su atención el echo de que ella se vale demasiado de David, apretó los puños y se apresura a salir de ahí, al llegar a la zona de su residencia, ve llegar a Kenia, quien de inmediato se acerca a él sonriendo y haciendo una perfecta reverencia.

- saludos alteza, es un gusto poder verlo.

- lady Jones, buen día ¿que la trae aquí? Normalmente se que venía a ver a mi madre, pero ella esta fuera.

- lo se, solo quería venir a traer una invitación personalmente. Dentro de poco tendré mi fiesta de cumpleaños y quería que usted fuese a ella.

La chica le entrega un pequeño sobre, sabe que el príncipe irá con Nina, pero no importa.

- se lo agradezco, ahí estaré.

- alteza, me gustaría pedir algo como regalo.

- ¿si? ¿Alguna joya en especial? ¿U vestido?

- no, me gustaría que usted bailará conmigo la primera pieza de la noche. Supongo que lady Joly no tendrá problema con eso.

- lo pensaré, gracias por la invitación.

Dicho eso, se excusa, pues tiene trabajo pendiente que hacer, así que Kenia debe volver a su carruaje, ahora solo debe enviar una invitación para Yue, aún no desiste de su plan de enemistarla con Nina, tal vez hasta logre un buen espectáculo para la noche.

Esa misma tarde, Ana hizo entrega de la invitación que había llegado, Yue dejo salir un largo suspiro, seguramente esa chica tiene algo planeado para esa noche.

- ¿por qué ese suspiro? ¿Acaso es una carta de amor?

Esa última pregunta, la hizo con el ceño fruncido tratando de mirar su contenido, pero Yue la guarda, había olvidado que Ares estaba ahí con ella, ambos se encontraban en la terraza del patio trasero; Ares había llegado de imprevisto y tuvo que recibirlo, al menos llegó por la puerta y no por la ventana como hace unas noches atrás.

- es la invitación para el cumpleaños de una mujer odiosa.

- ¿de la novia del príncipe heredero?

- no, otra, pero si tiene que ver con ellos, lady Kenia Jones, eterna enamorada del príncipe y la mujer que más odia a Nina Joly, porque le quieto la oportunidad de comprometerse con el príncipe.

- jooo~ mi primito si que llama la atención. Podría aprovechar y tener su harem.

- no creo que sea como usted, si la ley lo permitiera seguramente tendría unas cien concubinas.

Ares sonríe por las palabras de Yue, pues a decirlo parece enojada.

- ¿celosa?

- ¿por qué lo estaría? Usted solo es una pequeña aventura, si no estuviese aquí, tal vez estaría buscando a un chico con quien divertirme.

Ares se levanto de su asiento y se acerco ante ella, poniéndose de rodillas y la sujeto de la cintura mirándola a los ojos, Yue podía ver esa mirada feroz en él.

- de ninguna manera tendrás otro hombre, eres mía...

- tal parece que el celoso, es otro. No te preocupes gatito, esta ama, solo te ha adoptado a ti.

Yue le sujeto del cabello de atrás de la cabeza y tira de él haciendo que se inclina hacía atrás para así darle un efusivo beso, Ares lo corresponde mientras sus manos las pasa a las piernas de la chica apretando por encima del vestido. Ana y otras doncellas que están cerca se sorprenden, cuando el Vizconde sepa de esa relación se va enfurecer como nunca. El beso dura un poco, con ambos jugando con sus lenguas hasta que les hace el aire, se separan, Ares se relame los labios.

- ama...esta noche, déjeme servirle.

- por supuesto...iré tan pronto caiga la noche.

Es demasiado pronto para hacerlo de nuevo, pero, ese hombre sabe como seducirla, ya que le sigue el juego sin ninguna queja. Ares aún seguía de rodillas ante ella, pasando suavemente su mano por las piernas hasta subirlas a la cintura, esa cintura tan pequeña, le sorprende que no sea tan frágil como aparente, estaba por apoya su rostro en el pecho de la chica, pero.

- ¡YUE! ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?

Ambos voltean hacía donde han escuchado la voz, era el Vizconde quien miraba tal escena, enfurecido.

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