capítulo-6 inicia el juego

La hora de la cena había llegado, ambos estaban en el comedor, disfrutando de los platillos hechos por el chef de la mansión, era uno de los mejores y Yue realmente estaba disfrutando de ello, la carne de pescado estaba cocida a la perfección con sabor delicioso, que se completa muy bien con la ensalada de zanahoria finamente rebanada, junto con una hojas de espinaca que sabían muy bien. Para beber les habían servido de un vino de la colección del Archiduque, tal parece que el chico gustaba de tratar bien a su conquista en turno, pobres chicas, cada una debió sentirse especial al ser tratada como si fuese la futura Duquesa de la casa.

- debo admitir que nisiquiera la comida del palacio sabe tan exquisita como esta.

- que honor comparar la comida de aquí a la del palacio, el chef estará feliz de escuchar eso.

- ya lo creo, hasta debería darle clases al chef del palacio.

- hablando de eso, usted debe ser cercana a la gente del palacio si ha comido allí.

- pocas veces, antes que el príncipe metiera a esa chica al palacio.

- según me han informado, suele ser muy torpe con sus deberes y por eso su prometido corre a ayudarla.

- así es, no puede hacer nada sin que un hombre lo haga por ella.

- usted merece algo mejor que ese prometido suyo, usted necesita de un hombre que la haga sentirse amada.

Ares al ver la mano de la chica sobre la mesa, con el puño cerrado, la sostiene haciendo que relaje la mano y extienda los dedos, para después dejarle un pequeño beso en el dorso de la mano, Yue se muestra un poco apenada, pero sabe que ese solo es uno de sus tantos movimientos para coquetear.

- ¿y quien sería ese hombre? Tal vez usted pueda presentarmelo.

Aprovechando que tiene la mano cerca del rostro del chico, pasa su dedo índice en la barbilla del chico, deslizándose hasta su clavícula.

- ¿o es usted ese hombre?

- quizás soy el amor de su vida, no se sabe.

- puede ser...tal vez es lo mismo con usted, podría yo ser la mujer de su vida.

Ambos se miran fijamente hasta que el mayordomo garraspea la garganta para que noten que las doncellas ya están trayendo el postre, ambos se acomodan nuevamente en sus asientos para degustar ese postre, en la puerta hacia la cocina Ana observa todo y deja salir un largo suspiro.

- mi lady ¿que esta haciendo? El amo nos va matar...

- deberías de convencer a tu ama de irse antes que sea tarde o solo saldrá que aquí llorando.

Mencionó una joven doncella, quien veía también aquella escena con molestia.

- le he dicho, pero ella dijo que se quedaría un poco más.

- entonces es igual a todas, solo vienen con un propósito ¡hum! Tontas.

- no le hagas mucho a caso a Sasha, solo esta celosa de todas esas señoritas.

- cierra la boca Emma. Yo solo digo la verdad, solo vienen creyendo que el amo las hará su esposa.

Sasha se da la vuelta y se retira del lugar, por ser chicas nobles llegan a la mansión dando órdenes al creerse ya dueñas de la casa solo por pasar una noche con el Archiduque y es realmente molesto tener que estarlas aguantando. Cuando la cena a terminado, Ares invita a Yue para caminar por la mansión, aprovechando que la noche era clara por la luna, aunque, Yue sabe que intensiones tiene el Archiduque y es llevarla hasta donde suele llevar a las chicas con las que pasa la noche, era una habitación al final del pasillo en la parte trasera de la mansión, una habitación solitaria pero lujosa, las chicas que pasaban la noche con el Archiduque creían que esa era su alcoba, cuando en realidad solo tenía la función de ser una habitación de motel.

- esta zona parece solitaria...

- me gusta la privacidad, así que nadie suele pasar por aquí a menos que yo lo solicite.

- comprendo, entonces me trae por aquí para estar a solas, que buena estrategia lord.

- tal vez, aunque no se si eso funcione...

Ares sujeta a Yue de la cintura y la atrae hacía él pegando sus cuerpos, en ese momento Yue coloca las manos sobre el pecho del chico inclinando un poco su cuerpo hacía atrás.

- dígame lady Becker ¿quiere pasar las puertas de mi alcoba?

- le gusta ser directo, bien, lo haré, pero, de su alcoba, no en esa habitación donde seguramente otras han estado.

Yue la aparta las manos y da unos pasos hacía atrás mientras sonríe.

- yo valgo más que esas otras mujeres.

Dicho esto y sin darle oportunidad de responder, dejando al Archiduque sorprendido, pues no esperaba que ella se diese cuenta que esa, no era su verdadera alcoba; Yue se va caminando tranquilamente y sonriente, no hay nada mejor para atraer a un casanova, que una mujer seductora, pero que también se hace la difícil, el orgullo del Archiduque ahora mismo debe estar herido sutilmente, lo suficiente como para que se mantenga aún interesado y decidido a toda costa a tenerla.

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