NUEVO EMPLEO.

Josué.

No se que hacer, Mía era virgen yo pensé que no lo era y ahora y lo peor no use protección, es mejor que yo mismo me aleje tengo que tomar esa iniciativa porque de seguro me meteré en problema no soy un cobarde, pero ahora tengo miedo ¿dónde tenía la cabeza cuando empecé andar con esta chiquilla?

Josué se puso su ropa, y fue directo a la habitación de Mía ya que ella se había ido por un cambio de ropa.

Josué---: ¿Mía, porque no me dijiste que eras virgen yo pensé?

Mía----: ¡Josué fue hermoso estar contigo yo te amo, y me alegro mucho que ya fui tu mujer!

Josué---: Escucha Mía las cosas no son así, de fácil.

Mía---- Mi amor escucha no te alteré si, yo soy mayor de edad asumo mi responsabilidad, quise esto con todo mi ser, yo te amo y no me arrepiento de nada.

Josué---: Yo me voy, necesito pensar muchas cosas.

Josué se retira, y Mía queda encantada por lo que sucedió se había entregado al hombre que ama, pero por proteger a Josué tenía que guardar ese secreto; los días habían pasado convirtiéndose en semanas, Josué ya no era el mismo, era frío más de lo normal y poco atento con Mía hasta que una tarde ella no pudo más se lanzó en sus brazos lo beso, sin percatarse que Cristina su madre estaba muy cerca.

Cristina----: ¡MÍA! ¿que significa esto, explícame Josué?

Josué---: ¡Señora. Cristina yo!.

Mía----: Tranquilo, yo le explicó a mamá, ella entenderá.

Josué---: ¡Permiso señora. Cristina y disculpe!

Josué se retira y Mía empezó a explicarle cada detalle, aunque sabía que su madre no lo aprobaba mejor era decir la verdad, Cristina que no estaba de acuerdo, con aquella relación pero mantuvo la calma porque de algo ella estaba segura es que Josué es una buena persona y sobre todo salvó a su hija, y tiene todo su agradecimiento.

Por su parte Josué no podía más con tanta presión, así que decidió redactar, una carta de renuncia ya no podía estar cerca de Mía ni de su familia y aceptar un nuevo empleo de conserje en una clínica el sueldo era lo básico pero podía estar tranquilo sin esa voz berrinchuda de Mía.

Al día siguiente, Josué no se presentó Juan era el nuevo guardaespalda de Mía aunque ella desconocía la ausencia de Josué, pero se preocupo mucho cuando le dijieron que el estaba enfermo y que tenía un largo reposo por orden del médico, mientras tanto Sebastián pedía explicación porque hubo ese cambio.

Francisco----: ¡Señor. Josué Narváez, renuncio voluntariamente!

Sebastián----: Cuando lo hizo y ¿cuáles es la razón de su renuncia?.

Cristina----: Yo te explico eso esposo mío, pero a solas.

Cristina, madre de Mía explicaba cada detalle a Sebastián lo que vio y lo que Mía le reveló, Sebastián no tomo con agrado aquella situación.

Sebastián----: Desgraciado, como se atrevió aprovecharse de la confianza que le dimos.

Cristina----: Tranquilo, amor parece que ese sentimiento es mutuo, nuestra hija está enamorada de él.

Sebastián----: Pero le dimos confianza es un aprovechado, es mejor que no vuelva.

Cristina----: Sabes lo bueno, es que es un muchacho bueno ¿Sebas no me digas que tu pones condiciones sociales?

Sebastián----: No, mujer como crees si a mí también me cae bien el muchacho, lo que enoja es que abuso de nuestra confianza enamorando a mi hija.

Cristina----: No eres observador, amor yo ví muchas veces la manera de como nuestra hija lo miraba, así como me mirabas tu, con esos mismo ojos achinados, llenos de amor esos ojos que me encantan.

Después de un mes Mía, estaba desesperada no sabía nada de Josué, pregunto al encargado de los guardaespalda y el le manifestó que Josué seguía en reposo, no querían decirle la verdad por orden de Sebastián, el temía que si su hija se deprimiera no quería decirle. Hasta que llegue el día de que viaje a Toronto, pero en la mente de Mía se desesperaba por no ver a Josué quería saber si tenía algo grave.

Mía----: ¡Madre, quiero ver a Josué!

Cristina----: No hija es mejor que no vayas, esa zona donde vive él, es muy peligrosa.

Mía----: Pero voy con Juan, mamá yo lo amo necesito verlo ¡por favor!.

Cristina----: ¡Dije que no Mía!

Mía----: ¿Nunca te enamoraste verdad?

Cristina----: ¡Cállate Mía, no hables estupideces!

Mía----: Ya se, es porque Josué es pobre verdad por eso no aceptan nuestra relación, son tan banales.

Sebastián----: Que sucede, porque son esos gritos, que se escuchan hasta al jardín.

Mía----: ¿Josué no volverá verdad papá?, ustedes lo despidieron.

Sebastián----: No, el renuncio, tiene un nuevo empleo y si no te dijimos nada antes es por no preocuparte.

Mía----: Todo porque es pobre, entonces yo también seré pobre, yo amo a Josué ustedes no entienden. Voy a ir por él y nadie me lo va impedir.

Cristina----: No te atrevas Mía nunca te dimos esos aprendizajes.

Mía----: Sueltame, mamá No ¡QUIERO ESCUCHARTE! (grita Mía),.(Cristina bofetea a su hija).

Sebastián----: ¡CRISTINA!(grita sorprendido).

Mía----: ¡No me toquen!(dice entre lágrimas).

Quería salir corriendo, pero sintió mucho mareo intento mantener el equilibrio pero todo se le puso oscuro y perdió totalmente el conocimiento, desmayandose en presencia de sus padres, Cristina y Sebastián corrieron hacia su hija, y con lágrimas en sus ojos Cristina llama al doctor mientras que Sebastián traslada a su hija en sus brazos directo a su habitación, Sebastián estaba muy preocupado nunca había visto a su hija de esa manera, y sobre todo a su esposa pegarle a su propia hija.

Minutos después llego el galeno, de la cual pidió que lo dejarán solo para examinarla, mientras ellos esperaban afuera una pequeña discusión entre ellos se formaba en los pasillos de aquella mansión.

Sebastián----: ¿Porque tuviste que pegarle a nuestra hija?

Cristina----: Estaba muy alterada tenía que controlarla ¡viste su reacción!

Sebastián----: ¡Mi hija solo quería ver a ese!

Cristina----: Esta enamorada, Sebastián... ella necesita irse lo más pronto posible a Toronto, tiene que olvidarlo.

Sebastián----: Si, la enviaré la próxima semana estoy de acuerdo contigo.

Cristina----: Tenemos que proteger a nuestra hija de esos sentimiento.

Ellos como todos padres querían que su única hija esté bien, y la presencia de Josué no era la correcta no por ser pobre si no por el temor de que su amor no sea correspondido.

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