Blanca

Pase la noche con mucho dolor, mi mamá sacó cita con la misma ginecóloga para que me revisara, le dijo que yo me había caído y q estaba sangrando, yo no quería emitir ni una sola palabra, tampoco podía sentía un nudo muy grande en mi garganta, la doctora me miro y me reviso con la maquina de ultrasonido y dijo q ya no estaba el feto que lo único que quedaba era hacerme una limpieza, mis lágrimas caían solas, era una mala persona, por matar algo que fue tan bello y el único recuerdo de mi amor por Alex, todo por no querer alejarme y perder a mi familia.

Me hicieron la limpieza ese mismo día, dijo que era ambulatoria y que podía retirarme a descansar a mi casa y que nada fue trajín durante una semana, mié dieron una receta y salimos para mi casa.

Llegue a mi cuarto y me encerré, me puse a llorar, tan fuerte como salía de mi corazón, recién creo q estaba saliendo del shock de todo lo que pasó, es que no había tenido tiempo a nada, sucedió tan rápido y tome las peores decisiones de mi vida, siempre fui una persona que hacía lo que mi mamá quería, nunca le puse un alto, ella siempre quería mi bien pero nose si esto realmente era mi bien, por que me sentía morir, es q si me quería por q no pensó en mis sentimientos y yo debi ser más fuerte y defender mi amor por Alex y pr este bebe que era fruto de nuestro amor, pero las cosas ya estaban hechas, me arrepentí muy tarde y sabía que esto me iba a costar mucho, mi mamá entró a dejarme de comer, y las pastillas, solo me dijo estarás bien, acabo de arreglar y en cuanto estés bien te iras todo el año con tu tía a Lima y estudiarás ella sabrá como cudarte, luego podrás regresar y hacemos tu traslado, es bueno que te alejes un tiempo de esta ciudad, y salió.

No pude ni quise decir nada, si antes no defendí cuando lo pude hacer, ahora que me quedaba solo escuchar y obedecer, sabía que lr había fallado a mi mamá, pero ahora no sol le falle a ella si no también a Alex, a mi bebé y sobretodo a mi misma, no quería comer, baje de peso solo lloraba.

Mi cabeza era un caos solo pensaba en lo que le hice a mi bebé y no había vuelta atrás, de lo que pudiera haber pasado si no lo hacía.

Llegó el día que me tuve q ir ya estaba más recuperada, quería vestirme de negro por mi luto interno a mi bebé, cuanto le pedía a Dios y a mi bebé que me perdonarán por lo que hice, por mi cobardía y mis malas decisiones, antes de irme , les prometi a mi bebé, que nunca más haría algo así, que pondría sobre toda las cosas mi bebé si llegaba algún día a tener uno y siempre velará por su felicidad ante cualquiera.

Me sentí como el color que me puse de ropa, mi interior era oscuro, vacío por que no había nada de vida, y no tenía nada, iba a empezar de cero sin haberlo querido.

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