Un encuentro extraño

Al abrir la puerta de la cabaña me llevé una sorpresa desagradable al ver a un hombre recostado en mi cama, que al parecer estaba dormido porque no se movía y al estar de espaldas no podía ver de quién se trataba.

Tomé un machete que uso para hacer leña y lentamente me acerqué a ese individuo que ni cuenta se daba que yo estaba ahí. Cuando llegué a la orilla de la cama lo apunté con el machete y comencé a gritarle para que despertara.

_ OYE, LEVÁNTATE Y SAL DE AQUI AHORA MISMO SI NO QUIERES QUE TE HAGA PICADILLO._ Le grité lo más fuerte y decidida que pude pero ese hombre ni siquiera se movió.

Entonces lo golpee suavemente con el machete en una pierna pero aún así no se movió.

Me fuí caminando lentamente alrededor de la cama para mirarlo desde el otro extremo y cuando ví su rostro, era un hombre muy apuesto que jamás había visto. Tenía varios golpes en el rostro y vestía un traje muy elegante, era más que obvio que no era de por aquí.

_ Ey... tú... chico, levántate y vete por donde viniste._ Le pedí una vez más pero nuevamente no hizo ningún movimiento.

Tenía que cerciorarme que de verdad estaba dormido pero tenía miedo acercarme a él y que me golpeara, así que lentamente tome una almohada y se la arroje a la cara, acto seguido se quejo.

_ ¿Qué demonios haces?._ Escuché una voz muy grave que hizo que diera un salto por el susto.

El hombre poco a poco fue abriendo los ojos, mientras me miraba fijo, de tan retirado que estaba no pude apreciar bien si eran azules o grises.

_ Oye levante y sal de mí cabaña ahora mismo._ Le dije tomando nuevamente el machete.

De pronto el hombre se tomó con fuerza el estómago mientras hacía muecas de dolor.

_ Por favor chico déjame pasar la noche aquí._ Me dijo mientras se retorcía de dolor.

Al verlo así, poco a poco fui bajando el machete porque de verdad se veía mal.

_ ¿Qué fue lo que le pasó?._ Le pregunto curiosa.

_ Han tratado de secuestrarme pero me escapé llevándome en eso la golpiza de mi vida._ Me dice quejándose._ Sólo déjame quedar esta noche y mañana me iré te lo prometo._ Me pide suplicante.

Al verlo sufrir tanto realmente no soy una desalmada para echarlo en ese estado y a estas horas.

_ Esta bien te puedes quedar._

_ Gracias, mi nombre es Anthony Smith._ Me dice mientras se sienta con dificultad.

_ Yo soy Luna._ Le dije e inmediatamente vi como se le abrieron los ojos por su asombro._ ¿Qué pasa?_ Le pregunto confundida.

_ Disculpa mi reacción pero pensé que eras...hombre._ Me dice apenado bajando la cabeza.

Soy una idiota realmente me olvidé de ese detalle y ahora ya no podía dar marcha atrás.

_ Soy mujer y por cuestiones que no te interesan me visto así, pero eso no quiere decir que sea frágil y puedas..._

_ Tranquila, no haré nada._ Me dice mirandome raro sin dejar que termine de decirle lo que tenía planeado decirle para que no se pase de listo.

_ Bueno eso espero, ahora me muero de sueño. así que sal de mi cama._ Le pido.

_ No ves que estoy herido._ Dice haciendo pausa._ Bueno aunque creo que tú también lo estás._ Me mira la cabeza.

_ Ah... esto...no.._ Me quito la venda mientras desvió un poco la mirada.

Él se sorprende al ver mis ojos y yo antes de que me diga algo camino hacia la parte donde tengo la cocina para prepararme un té.

_ Lo siento si te incomode._ Oí su voz detrás de mí.

_ No me incomoda mostrar mis ojos pero para bajar al pueblo tengo que hacerlo, además de que tengo que vestirme así._ Le digo con una sonrisa irónica.

Él ya no me pregunto nada y ni me dijo nada más, nos quedamos en silencio solo mirándonos de vez en cuando mientras tomábamos un poco de té.

Esa noche él se disponía a dormir en el piso, pero en su estado no lo creí prudente así que los dos dormimos en la misma cama guardando una distancia apropiada obviamente. La noche pasó y ni siquiera pude pegar los ojos al sentir como a cada instante se movía, creo que él estaba igual que yo y no pudo dormir.

Al día siguiente era sábado y tenía que ir al mercado a trabajar, así que me levanté como siempre temprano y me dispuse a salir, pero antes de hacerlo le dejé una nota en la mesa pidiéndole a Anthony que desayunara y se fuera, no se lo dije personalmente porque al parecer ahora sí estaba profundamente dormido.

Fue un día normal de trabajo, solo que esta vez terminé más temprano y podía regresar a la cabaña más pronto, así que antes de regresar pase a la panadería por un poco de pan para merendar.

Iba por el sendero de regreso, ya estaba a unos metros de mi cabaña cuando de la nada salió el señor Santiago dandome tremendo susto.

_ Hola Luna te estaba esperando._ Me dijo poniéndose en mi camino mientras me veía de arriba abajo de una forma extraña.

_ ¿Necesita algo?._ Le pregunto tratando de sonar tranquila aunque por dentro me esté muriendo de miedo.

Él se queda callado por un momento y después me dice.

_ Necesito que me prestes un hacha la mía se rompió y necesito llevar leña, ¿porqué no vamos hasta tú cabaña para que me la des?._ Me dice haciendo seña con la mano para que pase.

No sabía que hacer o como reaccionar, pero luego pensé que tal vez sí necesitaba el hacha por lo que pase enfrente de él y comencé a caminar hacia la cabaña seguida por él.

A cada paso que daba sentía que mi corazón se salía de mi pecho, cuando estábamos a unos pasos de entrar él me empujó tan fuerte que caí al piso e inmediatamente se montó sobre mí mientras me tomaba con fuerza por las muñecas .

_ ¡AYUDA!...¡AYUDA!._ Gritaba lo más fuerte que podía.

_ Grita lo que quieras brujita, aquí nadie te va a escuchar._ Me dijo con una sonrisa asquerosa.

_ AYUDA POR FAVOR ALGUIEN AYÚDEME._ Gritaba desesperada mientras intentaba con todas mis fuerzas defenderme.

_ No sabes lo que he aguantado todo este tiempo para hacer esto._ Me dijo lamiendose los labios e inmediatamente me rasgó la camisa que llevaba puesta.

_ ¡NO POR FAVOR!..¡NO!._ Le grité pero él no se detuvo.

_ Ahora si brujita serás mía y..._

No terminó de decir cuando alguien le pateó la cara lanzandolo a un lado.

_ ¿Luna estás bien?._

^^^Continuará...^^^

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