Katia

Narra Marcus

Ha pasado una semana desde que desperté aun es difícil aceptar que pase un año en coma, lo más difícil es no saber nada de Melina, mi hermano Julián me dijo que no la encontraron, en el coche cuando el guardia llego ni a ella, ni a su sirvienta, tampoco aquel niño que rescato de la esclavitud, he mandado a poner carteles con su imagen en todo el reino. Mi hermano Julián se a echo cargo del imperio, realmente ha sido difícil para él, me siento un poco culpable, pero mi mayor problema es no saber dónde fue Melina, nunca pensé que ella tuviera un poder tan grande que fue el que me dejo en coma, no puedo dejar de pensar en ella solo, una mujer ocupo mi mente como ella.

Yo nací en este mundo, pero tuve una vida pasada en otro mundo, mi nombre era Félix, nací, en Inglaterra, en 1,896, diez y ocho años antes de la primera guerra mundial, cuando el mundo aún no se había roto, cuando las calles  a un no se teñían de sangre y las ciudades no eran ruinas, yo nací un día de invierno, no porque me tuvieron ese día si no, porque ese día llegue al orfanato, nunca supe quien fue mi padre o mi madre, crecí en ese lugar, cuando tenía 16 años me escape de ese lugar, y conseguí, trabajo, como carpintero, ya que aprendí ese oficio en el orfanato así como otros, pero ese era el que se medaba mejor un   año después, estaba en mi trabajo, y entonces, llego una señora, de unos 40 años, pidiendo unos marcos, para su casa y fue entonces, cuando la vi allí estaba en la puerta una hermosa joven de cabello, rubio y ojos azules labios rojos con un hermoso vestido, azul, desde que la vi me enamore ella era hija de la mujer que había pedido el trabajo para su casa, su nombre era Katia , pertenecía a una familia con mucho dinero, desde el primer momento que la vi sentí una conexión que nunca sentí con otras chicas, y  ella sintió lo mismo, pero nuestra relación, no era aceptada por su familia ya que yo era un simple carpintero y ella, una señorita de sociedad, por eso pensamos en escapar juntos cuando ambos  cumpliéramos la mayoría de edad, pero un día antes,  se anunció que habíamos entrado en la guerra contra Alemania, y todos los hombres jóvenes debíamos entrar al ejercito aunque no quisiéramos, los niños fueron llevados al campo, para protegerlos, Katia me suplico que no fuera, pero le dije que era mi deber, con mi país y con ella, pero le dije que volvería, por ella que me esperara el día que nos despedimos fue doloroso para ambos, ella prometió que me esperaría, así pasaron cuatro años en una guerra cruel vi hombres morir, gente inocente sufrir estuve dos años defendiendo unas trincheras, de vez en cuando recibía cartas de Katia, me decía que se había hecho enfermera, pero un año después, deje de recibir, sus cartas porque, la comunicación se había perdido, cada día era como estar en el infierno , ataque tras ataque, y lo único que me mantenía, en pie era su recuerdo, no podía morir sin ver, de nuevo, su rostro, aparecía en las noches frías, ella me mantuvo vivo todo ese tiempo, y un día nos dijeron que la guerra, había acabado, regrese ansioso, por verla baje del tren había mucha gente esperando a sus familiares, la buscaba entre la gente pero no la encontraba, cuando de pronto la vi, con su uniforme de enfermera, tan hermosa como siempre, ella corrió a mis brazos y me abrazo, me había esperado todo ese tiempo, después de eso nos casamos, de inmediato su familia no se opuso ya que me destaque en el ejército y me dieron el puesto de capitán, pero a pesar que la guerra había terminado el mundo ya no era igual, las ciudades estaban, destruidas, mucha gente había muerto, muchas fortunas se habían perdido y muchos habían perdido seres queridos, Katia y yo nos mudamos Estados Unidos, aun  hermoso puerto llamado, llamado Pearl Harbor, era un lugar hermoso donde la flota naval de  los Estados Unidos se encontraba ahí  una de sus bases más importantes, fueron los años más felices de mi vida, lamentablemente no pudimos tener hijos, ya que Katia era, infértil esto la afecto un poco, pero le hice entender que solo con ella yo era, feliz que ella era mi mundo, un día,  un 7 de diciembre de 1941, Katia tenía el día libre, en el hospital donde trabajaba dijo que iría a nadar a la playa, yo le dije que llegaría más tarde después de hacer unos arreglos en una casa de unas alacenas, era un día tranquilo pero de pronto se escucharon explosiones, y disparos cuando. Salí haber habían aviones sobre volando por todas partes y el puerto estaba en llamas era un ataque japonés, corrí esta la playa pero  fui impactado con una explosión casi cerca de mí que, me dejo inconsciente.

Cuando desperté había un desastre a mi alrededor corrí hacia la playa, era un infierno ese lugar los barcos estaban en llamas, gente yacía muerta en la playa había gente herida, pedía a Dios, que ella estuviera bien, pero mis suplicas no fueron oídas pues a un lado de la orilla estaba Katia, tirada en un charco de sangre, corrí hacia ella, la tome en mis brazos tenía varios impactos de bala en su cuerpo, ese día mi corazón murió con ella ya nada me importaba, solo el deseo de venganza, por eso me involucre en el ataque de Estados Unidos a Japón destruí barias de sus fábricas y cuando el combustible se acabó me estrelle contra una de ellas, y así morí pues sin ella la vida no me importaba.

Pero cuando abrí mis ojos era un bebe acababa de nacer en este mundo al principio no entendía nada, pero fui creciendo, y me di cuenta que estaba en la historia de un libro que leí en el orfanato, El amor descongela el corazón, y yo era el Protagonista de la historia, tuve una infancia feliz, junto a mis padres y a mi hermano, pero el recuerdo de Katia no salía de mi corazón, intente olvidarla involucrándome con varias mujeres, pero nunca sentí nada por ellas, esta esa noche en el lago, cuando vi a Melina, y sentí eso que sentí la primera vez cundo vi a Katia  ,Pero más fuerte, siempre tuve la esperanza, de que si yo reencarne ella también pudo haberlo hecho, por eso pensé que quizás Melina era ella pero la personalidad de Melina, es muy diferente a la de Katia pues ella siempre fue tímida cayada era un poco sumisa y muy asustadiza y muy prudente nuca actuaba sin pensar o por impulso, pero Melina es muy diferente a ella, sin importar quien sea yo la amo sin saber porque debo encontrarla  me pregunto que pudo ser de ella en este año.

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