Capítulo 13

A la mañana siguiente, practiqué fuera de la ciudad con la señorita Heliet, quien estaba ansiosa por demostrar algunas cosas que nunca había visto antes, especialmente magia que la mayoría de las personas ni siquiera considera.

A lo largo de mi aprendizaje, ella constantemente me incitaba a memorizar diversas fórmulas mágicas que iban desde las más básicas hasta las más complejas, y ahora llegó el mayor desafío.

"Mi querido alumno, intenta convocar tu círculo mágico".

"Está bien".

Cuando liberé el círculo mágico de la palma de mi mano, con un solo chasquido de sus dedos, se hizo añicos. ¿Cómo podía ser esto?

"Una vez que aprendas la fórmula del círculo mágico, puedes aplicarla al círculo de tu enemigo, cada fórmula tiene sus puntos débiles, como la del agua".

Un círculo mágico azul se materializó frente a la señorita Heliet. Un círculo mágico es otra forma de maná sincronizada en siete elementos diferentes; algunos lo activaban con un cántico, pero tanto ella como yo lo infundíamos con un guion mágico. Un guion mágico es una fórmula mejorada que incorpora un elemento de espíritu, permitiéndonos lanzar hechizos sin recitar. Pero el elemento de espíritu que mi maestra creó estaba equivocado, por lo que se hizo añicos de inmediato.

"¿Lo entiendes ahora?"

"Ah, colocar incorrectamente un guion mágico en el círculo de un enemigo puede destruirlo al instante".

"Exactamente, es solo un método que se puede usar, también puedes garabatear al azar sobre la fórmula de otra persona", dijo suavemente antes de continuar.

"El círculo mágico es lo más crucial de todos... mientras tu enemigo debe recitar hechizos, nosotros podemos destruirlos al instante".

Nota: Los pequeños círculos mágicos que representan los elementos espirituales de los cuatro grandes espíritus: fuego, tierra, viento y agua, pueden adjuntarse a una fórmula de hechizo en secuencia para lanzar hechizos sin recitar; pero si no están en el orden adecuado, fracasarán.

Comencé a intentarlo, aunque era difícil fijarlo a un enemigo en movimiento.

El garabateo al azar llevaba demasiado tiempo.

"Necesitas ser más rápido".

Practicamos volando.

Mi maestra usó una escoba, mientras yo simplemente me paré sobre mi bastón.

Una hora después, caí exhausto sobre el césped, tratando de recuperar el aliento.

"¿No es injusto que la maestra se esté moviendo?"

"Ese es el desafío que debes enfrentar; si tu enemigo estuviera quieto, estoy seguro de que podrías hacerlo", me respondió en tono burlón.

Antes de que pudiera levantarme, la señorita Heliet me empujó hacia abajo, colocándose encima de mí.

"A los hombres les gusta esta posición, ¿qué opinas?

Simplemente la miré en blanco.

"Deja de molestarme, maestra, ¿no es hora de que abras tu tienda ahora?"

"Ah, cierto".

Ambos nos levantamos y mi maestra entrelazó su brazo con el mío mientras regresábamos a la ciudad.

"Por cierto, maestra, ¿por qué tus pociones siempre son tan amargas?"

"¿No se supone que la medicina debe tener un sabor amargo?"

"Por eso tu tienda no es muy popular".

"¿En serio?"

Saqué una poción de dentro de mi sombrero y se la entregué a mi maestra.

"Esto..."

"Compré una en el pueblo de al lado, quería que también la probaras".

"Traidor".

"No soy un traidor, solo estoy tratando de lograr que más personas visiten tu tienda, al compararla con los productos de otras tiendas podemos juzgar la calidad de la nuestra".

"Ya veo, lo probaré".

Simplemente la observé de lado.

"Es dulce".

"¿Verdad? Todas las tiendas que visité tienen este sabor".

"Parece que mucho ha cambiado en 900 años".

Me sorprendió aún más que ella acabara de darse cuenta de esto.

"Entonces, Aksa, ¿cuál es su receta?"

Le tiré de la mejilla.

"Ay... duele, duele".

"Tal vez deberías descubrir qué agregar por ti misma, y no pensar en robar las recetas de otras personas".

"Lo sé".

"Para empezar, ¿por qué no pruebas agregar jugo de frutas?"